Más países asiáticos están abandonando las vacunas chinas y una nación insular retrasó su aprobación en medio de las preocupaciones planteadas por sus reducidos niveles de protección contra las infecciones del virus del PCCh. La situación está dando mayor validez a la reciente sugerencia de que la ventana de oportunidades de la llamada «diplomacia de vacunas» se está reduciendo para el Partido Comunista de China (PCCh).
Millones de personas han recibido vacunas Sinovac o Sinopharm de fabricación china en toda Asia, pero el mes pasado Tailandia e Indonesia decidieron abandonar las vacunas chinas como su principal enfoque para tratar el COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh.
Tailandia dijo el 12 de julio que optaría por la vacuna AstraZeneca de Gran Bretaña, como segunda dosis para las personas que habían recibido la vacuna Sinovac en la primera dosis. A su vez, el gobierno de Indonesia, a partir del 16 de julio comenzó a dar a los trabajadores médicos, que ya habían recibido dos inyecciones de la vacuna Sinovac, una inyección adicional de la vacuna Moderna fabricada en Estados Unidos.
Las decisiones de los dos países se produjeron después que surgieran informes sobre cómo los trabajadores de la salud aún contraen el virus del PCCh y algunos de ellos han muerto, a pesar de haber recibido todas las dosis de las vacunas chinas. En el caso de Indonesia, teniendo el 95 por ciento de los trabajadores de la salud del país completamente vacunados, desde junio 131 de ellos fallecieron, incluidos 50 en el mes de julio, según los datos de un grupo independiente, Lapor COVID-19, informó Reuters.
Al optar por cambiar las vacunas, los gobiernos de Tailandia e Indonesia estaban esencialmente «diciendo que están preocupados por el fracaso de la vacuna», dijo a fines de julio Dale Fisher, presidente de la Red de Respuesta y Alerta de Brotes de la Organización Mundial de la Salud, a la BBC.
En Bangkok, Tailandia, los manifestantes salieron a las calles el 18 de julio pidiendo que el primer ministro renuncie por un presunto mal manejo de la pandemia del virus del PCCh. Los manifestantes también pidieron al gobierno que compre vacunas de ARNm para reemplazar a las de Sinovac, que en el país la mayoría las observa como inferiores, informó VOA.
Cierre de la oportunidad de «diplomacia de las vacunas»
Los recientes acontecimientos con Tailandia e Indonesia se producen tras las declaraciones en mayo de Huang Yanzhong, investigador principal de salud global de Council on Foreign Relations (Consejo de Relaciones Exteriores), a la BBC, que la ventana de oportunidades para China con la llamada «diplomacia de las vacunas» podría cerrarse pronto en medio de los esfuerzos de Estados Unidos y otras naciones occidentales para ayudar a suministrar vacunas a países extranjeros.
Además es posible que la protección reducida de las vacunas chinas ya haya debilitado la confianza de la población en ellas, socavando así el poder blando que el PCCh había ganado a través de esta «diplomacia de las vacunas», añadió el investigador.
Los comentarios de Huang se produjeron en medio de los planes de Estados Unidos de suministrar 80 millones de dosis de vacunas en el extranjero, ya anunciadas en mayo. El compromiso incluye 20 millones de dosis de las vacunas Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson, así como 60 millones de dosis de las vacunas AstraZeneca.
En la región del Pacífico, Papúa Nueva Guinea recibió en febrero un anuncio del PCCh de que enviaría vacunas Sinopharm en respuesta al aumento de casos de virus del PCCh en la nación insular.
Sin embargo, a pesar del aumento en los casos de virus del PCCh, y a pesar de que el PCCh proporcionó datos de ensayos clínicos para la vacuna Sinopharm, Papúa Nueva Guinea retrasó el lanzamiento de la vacuna china durante meses hasta que la OMS le dio una aprobación de emergencia en mayo. Pero para entonces, el país había encontrado otras alternativas, incluidas las vacunas AstraZeneca a través de Australia o mediante el programa COVAX dirigido por la OMS.
El experto en salud pública del Pacífico, Colin Tukuitonga, dijo a la Australian Broadcasting Corporation que algunos datos sugieren que la eficacia de la vacuna Sinopharm para prevenir infecciones «es claramente menor de lo que se informa para Pfizer y AstraZeneca».
Los ensayos clínicos en todo el mundo sugieren que las vacunas de virus inactivados de Sinovac y Sinopharm tienen una eficacia de entre un 50 y un 79 por ciento en la prevención de las infecciones sintomáticas por el virus del PCCh. En comparación, los estudios sugieren que la vacuna Pfizer puede tener una efectividad del 95 por ciento después de dos dosis, y que la vacuna Astrazeneca tiene una efectividad del 76 por ciento.
Jonathan Pryke, director del Programa de las Islas del Pacífico del Instituto Lowy, dijo a CNN a fines de julio que, a pesar que se le presenta una gran oportunidad para generar influencia sin requerir grandes gastos, el PCCh parecía haber «desaparecido en acción» por lo que sus esfuerzos e iniciativas habrían sido «simbólicas» en medio de la pandemia.
Los datos de la empresa británica de análisis Airfinity a fines de julio, según CNN, mostraron que el PCCh donó hasta ahora 270,000 vacunas a las Islas Salomón, Papua Nueva Guinea y Vanuatu, menos de la mitad de la cantidad donada por Australia.
En China, se han administrado más de 1620 millones de dosis de vacunas contra el virus PCCh, con más de 223 millones de personas completamente vacunadas. A pesar de los altos niveles de vacunación en un país de 1390 millones de personas, recientemente han aparecido nuevos brotes en 21 ciudades de siete provincias, incluidas Nanjing, Beijing, Guangdong, Anhui y Liaoning.
La última ronda de brotes desde el 20 de julio registró 185 casos locales del coronavirus reportados en Nanjing hasta el viernes. Un portavoz del gobierno de Nanjing eludió una pregunta en una conferencia de prensa del viernes, sobre cuántos de los 185 pacientes infectados habían sido vacunados.
El medio oficial chino, China News, informó que 22 de los primeros 35 casos locales en Nanning se produjeron entre empleados del Aeropuerto Internacional Nanjing Lukou, que pertenece al Grupo de Aeropuertos del Este. Según Eastern Airports, al 12 de mayo, el número total de empleados vacunados era de 9251, lo que representa una tasa de vacunación del 90.87 por ciento.
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