CHICAGO—La clínica de salud mental de Carrie Steiner en Lombard, una ciudad suburbana al oeste de Chicago, ha visto un aumento de oficiales del Departamento de Policía de Chicago y de agencias policiales suburbanas circundantes visitando el centro. Ella tuvo que añadir cinco terapeutas nuevos en los últimos 18 meses, cada uno atendiendo entre 25 y 30 clientes cada semana.
Una nueva fuente de estrés para la policía de Chicago son las horas de trabajo prolongadas, dijo Steiner. Desde el verano pasado, se les ha pedido repetidamente que trabajen turnos de 12 horas sin días libres para hacer frente a los disturbios civiles y el aumento de la delincuencia. Muchos oficiales que ella conoce duermen de cuatro a cinco horas al día–es decir, si es que llegan a quedarse dormidos.
“Si ya eres un oficial con ansiedad o depresión, entonces privarte del sueño no te hace capaz de manejar todas las tensiones. Eso simplemente aumenta la posibilidad de suicidio”, dijo Steiner a The Epoch Times.
El 14 de julio, el oficial de policía de Chicago Christian Furczon, de 24 años, se disparó y murió en un automóvil. Él era parte del equipo de seguridad comunitaria, una unidad de toda la ciudad formada en julio pasado para servir a los vecindarios más violentos en el lado oeste y sur de Chicago. Furczon es el tercer oficial de policía de Chicago que se suicida este año.
Robin Kroll, psicóloga de la policía, acaba de ampliar los programas de apoyo de pares en su clínica al noroeste de Chicago para hacer frente a la afluencia.
“Lo que estamos viendo es una oleada de agotamiento. Aquellos que siempre se han considerado ‘resilientes’ vienen y dicen que se sienten ‘rotos’ y están en crisis”, dijo Kroll en un correo electrónico a The Epoch Times.
Otra fuente de estrés es el creciente clima anti-policial desde la muerte de George Floyd en mayo pasado, dijo Kroll. El incidente ha alimentado un llamado a nivel nacional para retirar fondos a la policía y promulgar más restricciones legales a la actividad policial.
En enero, los legisladores de Illinois aprobaron un amplio proyecto de ley de reforma policial que permitirá denuncias anónimas contra agentes de policía, abrirá la posibilidad a implementar sanciones civiles para agentes por infracciones de patrones y prácticas, y prohibirá a los agentes arrestar a infractores por delitos menores de Clase B y C.
“Adoptar un papel pasivo a medida que aumenta el crimen va en contra de todo lo que representa un oficial con integridad. Todo esto conduce a una baja moral y una pérdida de propósito”, dijo Kroll a The Epoch Times en el correo electrónico.
Después del proyecto de ley de reforma policial, muchos oficiales le dijeron a Steiner que se sentían impotentes para proteger a las víctimas del crimen. Steiner les aconsejó que se centraran en las cosas positivas que todavía pueden hacer dentro de su poder, como informar a los ciudadanos sobre cómo su seguridad se ve afectada por el nuevo proyecto de ley de reforma.
“Si a los ciudadanos no les gusta la ley, hágales saber que necesitan contactar a sus legisladores para cambiar la ley, de modo que la policía pueda tener más derechos para hacer lo que los ciudadanos quieren que hagan”, dijo Steiner.
El sindicato de policías más grande de Chicago, Fraternal Order of Police (FOP), también está aumentando sus servicios de salud mental. El primer vicepresidente del sindicato, Michael Mette, lidera el esfuerzo. Él acaba de configurar una aplicación de bienestar mental para los miembros y está convirtiendo las oficinas sindicales del segundo piso en salas privadas para sesiones de terapia mental.
“Es solo otra opción para los oficiales, especialmente para aquellos que no se sienten cómodos buscando ayuda del departamento”, dijo Mette a The Epoch Times. «Uno de los mayores obstáculos con el bienestar de los oficiales en nuestro departamento es que muchos oficiales no sienten que sea confidencial y no confían en el proceso».
La división interna del Departamento de Policía de Chicago (CPD) que brinda servicios de salud mental, anteriormente conocida como la División de Consejería Profesional, aumentó el número de su personal de 11 a 17 en 2019 y a 20 en 2021.
Pero de 2019 a 2020, la cantidad de servicios prestados a los empleados por la división se redujo casi a la mitad. En 2021, la cantidad de servicios prestados ha aumentado, pero aún está por debajo de la de 2019, según los registros internos obtenidos a través de una solicitud de la Ley de Libertad de Información.
Un oficial de policía de Chicago recientemente retirado le dijo a The Epoch Times que una vez fue a la división en busca de ayuda con sus problemas matrimoniales. Algunos oficiales recibieron noticias de su visita menos de cinco minutos después de que terminó su sesión. Él se negó a revelar su nombre por temor a repercusiones.
«Los agentes no buscan ayuda porque saben que alguien podría averiguarlo en unos minutos», dijo. “Si su jefe se entera, podría afectar su capacidad para ascender o para ir a una buena unidad. Porque cuando el jefe se entera, dice: ‘¿Qué? ¿Este tipo era qué? ¿Suicida? No lo necesito aquí’. Y pierdes la oportunidad».
El CPD no respondió a una solicitud de comentarios al momento de la publicación.
Mette dijo que el sindicato no divulgará los registros de salud mental de ningún funcionario al CPD. El sindicato está trabajando con el CPD para promulgar un cargo sindical oficial de Defensor del Pueblo para el Bienestar en el nuevo contrato con la ciudad.
“Con este nuevo contrato, va a abrir la puerta un poco más para que el FOP y yo tengamos más información sobre cómo el departamento trata el bienestar de los oficiales y tratar de que den más pasos hacia adelante”, dijo Mette. “El sindicato y el departamento trabajarán juntos para encontrar la mejor ruta para cada oficial”.
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