El acuerdo de 1000 millones de dólares del Gobernador de California, Gavin Newsom, con una empresa china para producir máscaras protectoras durante el punto álgido de la pandemia COVID-19 se ha deteriorado, ya que las máscaras no cumplen con las normas nacionales de seguridad y salud.
El acuerdo ha sido fuente de controversia y confusión entre los legisladores desde que Newsom lo anunció el 7 de abril sin revelar detalles del contrato a los legisladores estatales.
La oficina de Newsom finalmente reveló un contrato enmendado a los legisladores el 6 de mayo después de que la compañía responsable de proveer las máscaras, Build Your Dreams (BYD) Auto Co. Ltd., se vio obligada a devolver la mitad del pago inicial de 495 millones de dólares, porque las máscaras que entregaron no obtuvieron la aprobación del Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH).
Una copia redactada del contrato enmendado obtenido por The Epoch Times muestra que la compañía tiene hasta el final del mes para cumplir con la entrega de las mascarillas que pasan los estándares de certificación, o deben devolver la otra mitad del dinero.
«El acuerdo de 1000 millones de dólares del Gobernador Gavin Newsom con BYD China se está desmoronando», dijo el asambleísta Kevin Kiley (R-Rocklin) en un tweet del 6 de mayo. «Como era de esperar, las mascarillas N-95 no pasaron la prueba del Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional, obligando a California a buscar un reembolso».
El contrato se realizó por un total de 300 millones de mascarillas N95, a un costo de 3.30 dólares cada una.
El 6 de mayo se modificó el contrato para ampliar el plazo de aprobación de la NIOSH del 30 de abril al 31 de mayo. Si BYD no puede obtener la aprobación de NIOSH para entonces, el contrato enmendado le da a la compañía hasta el 5 de junio para reembolsar los 247.5 millones de dólares restantes al estado.
Brian Ferguson, el subdirector de comunicación de crisis y asuntos públicos de la Oficina del Gobernador de Servicios de Emergencia, dijo a The Epoch Times el 8 de mayo que las mascarillas no fallaron en alguna prueba, sino que no han pasado la certificación todavía.
«Hay una disposición en nuestro contrato que protege a los contribuyentes de California, que si esa certificación no se recibía para el 1 de mayo, el 50% de lo que se puso en la cuenta de depósito en garantía sería devuelto al estado», dijo Ferguson. «Así que son 247.5 millones de dólares».
Ferguson añadió que si las mascarillas no reciben la certificación para finales de mayo, el resto del dinero también será devuelto al estado, pero si las mascarillas se entregan para entonces y pasan los requisitos del NIOSH, el dinero será transferido de regreso.
«El contrato se estructuró de tal forma que intenta tener estándares bastante firmes para que el estado se asegure que (…) recibiremos el producto que pedimos», dijo Ferguson. «El estado no pagará o liberará fondos para las mascarillas que no cumplan con las estrictas normas de salud y seguridad».
Un controvertido acuerdo
Desde que Newsom salió en el programa Rachel Maddow Show de MSNBC el 7 de abril anunciando el acuerdo de 1000 millones de dólares, se ha recibido con escepticismo bipartidista.
El asambleísta Kiley (R-Rocklin) dijo a The Epoch Times el 2 de mayo que el lucrativo contrato se entregó a la empresa china BYD sin licitación y envuelto en secreto. Tanto demócratas como republicanos han estado pidiendo respuestas a Newsom y al contrato desde entonces.
Los Angeles Times informó que el primer cargamento de 3 millones de mascarillas quirúrgicas llegó el 25 de abril y se recibieron en el almacén estatal al día siguiente.
«Hasta la fecha, el estado solo ha liberado fondos para las mascarillas que han recibido», añadió Ferguson. Dijo que «estas son mascarillas quirúrgicas», y que han llegado aproximadamente 15 millones hasta ahora.
«Lo que sí sabemos es que él [Newsom] hizo algo muy inusual, que fue transferir 500 millones de dólares por adelantado. Esa no es la forma en que suele funcionar un contrato estatal», dijo Kiley.
«Así que él no solo ocultó estas negociaciones a la Legislatura, sino que luego, por su cuenta y de forma unilateral, dio el muy inusual paso de enviarles 500 millones de dólares antes de que recibiéramos una sola mascarilla a cambio», dijo.
Newsom había dicho anteriormente que el acuerdo de mil millones de dólares es por 200 millones de mascarillas al mes —150 millones de mascarillas N95 y 50 millones de mascarillas quirúrgicas— en un contrato que se extiende hasta finales de junio. Pero no reveló el costo preciso por mascarilla hasta que se liberó el contrato.
Newsom enfatizó en la entrevista con Maddow que usó el «poder adquisitivo» de California para conseguir un buen precio. Dijo que espera tener suficiente para satisfacer las necesidades de California e incluso exportar algo a otros estados occidentales.
Ferguson dijo que hubo un tiempo en que el estado hacía pedidos más pequeños, y las mascarillas eran mucho más caras.
Añadió: «Por eso consideraron importante el contrato de BYD, porque nos dio más certeza —tanto en términos de lo que se recibe y el precio era mucho más bajo que lo que se pagaba en otras partes del mercado».
En Los Ángeles, el alcalde Eric Garcetti anunció el 28 de abril que la empresa estadounidense Honeywell Corporation proporcionará a la ciudad 24 millones de máscaras N95 por 0,79 dólares cada una. Señaló en su rueda de prensa que dichas mascarillas se pueden vender hasta por 13 dólares cada una con la demanda actual.
El 8 de mayo, Kiley dijo en un tweet: «Gavin Newsom pagó a BYD China 3.30 dólares por mascarilla. Eric Garcetti pagó a Honeywell 0.79 dólares por mascarilla».
La planta de Honeywell pasó de construir motores de aviones a producir mascarillas de respiración N95 para abastecer a la Reserva Estratégica Nacional para los trabajadores de los servicios de salud y de emergencia. El presidente Donald Trump recorrió las instalaciones aeroespaciales de Honeywell International Inc. en Phoenix, Arizona, el 6 de mayo, al comienzo de la Semana Nacional de las Enfermeras.
La ética de BYD está en cuestionamiento
Kiley llamó a BYD como «de mala reputación». Éste llegó a los titulares en 2018 cuando los autobuses eléctricos que vendió a Los Ángeles fallaron y muchos funcionarios los consideraron de baja calidad.
La presidenta de BYD, Stella Li, respondió en su momento en una entrevista con Clean Technica: «Como con cualquier tecnología innovadora, surgen problemas en la fabricación y el rendimiento, y BYD responde y gestiona agresivamente estos problemas».
El diputado John Garamendi (D-Sacramento), quien el año pasado ayudó a redactar la legislación que prohíbe la compra de autobuses eléctricos BYD, habló con Vice media sobre la compra del PPE: «¿Qué está haciendo nuestro gobierno? Es muy posible que inunden el mercado con dispositivos de baja calidad y la gente dependerá de ellos como si fueran de calidad satisfactoria, y eso es extraño».
Newsom dijo en su conferencia de prensa diaria del 13 de abril que todo el equipo de protección personal entregado por BYD deberá cumplir con los estándares federales. La FDA anunció una autorización de emergencia en abril para permitir a la compañía importar sus mascarillas.
Kiley sigue preocupado. «Esta compañía tiene muchos problemas. Tiene lazos con el gobierno comunista chino. Hay lazos con las actividades de trabajos forzados.»
Vice informó el 11 de abril que BYD ha utilizado el trabajo forzado de los uigures, un grupo de minoría religiosa, en supuestos campos de reeducación estatales en China. BYD ha negado las acusaciones y, el 27 de abril, presentó una demanda por difamación en contra Vice Media.
En un comunicado de prensa del 27 de abril, BYD declaró: «BYD es uno de los mayores productores y proveedores del mundo de vehículos eléctricos, incluyendo autos, autobuses, camiones y carretillas elevadoras eléctricas, así como de mascarillas protectoras y muchos otros productos importantes y útiles. La empresa suministrará al Estado de California mascarillas por valor de 1000 millones de dólares para proteger a sus enfermeras, médicos, asistentes de atención médica, personal de primeros auxilios y otros durante y después de la pandemia mundial COVID-19».
El multimillonario Berkshire Hathaway de Warren Buffett posee el 25% de BYD.
Ke Li, presidente de la subsidiaria de BYD en California y la persona que firmó el contrato, figura como donante de la campaña Newsom, según un reciente artículo de CalMatters.
También figura en el contrato como representante autorizado de Good Healthcare Product Solutions LLC, el vendedor que figura en la orden de compra.
«Él donó 40.000 dólares cuando Newsom se presentó para gobernador, lo que añade otro nivel de cuestionamiento aquí, porque el gobernador está otorgando este contrato masivo sin licitación en secreto a una empresa con vínculos a uno de sus principales partidarios de la campaña política», dijo Kiley.
Gavin Newsom es examinado por la forma en que anunció el acuerdo
Newsom anunció el acuerdo en el programa de Rachel Maddow DE MSNBC el 7 de abril, para consternación de algunos legisladores estatales.
«Así es como todos nos enteramos de este acuerdo, no porque se lo dijo a la Legislatura», dijo Kiley. «Y cuando fue a ver a Rachel Maddow, hizo parecer que era una empresa de California».
Cuando Maddow pidió a Newsom que confirmara si las mascarillas se iban a fabricar en California, Newsom le dijo: «No, se van a fabricar en el extranjero, pero se obtuvieron a través de un fabricante de California y un consorcio de organizaciones sin fines de lucro».
Mientras continuaba la conversación, él dijo que el fabricante estaba «en Asia».
«Él trató de escabullirse diciendo que aseguró las mascarillas a través de un fabricante en California cuando en realidad era solo una subsidiaria que proporcionó la referencia a la compañía en China», dijo Kiley. «Por lo tanto, solo muestra la falta de franqueza con la que el gobernador abordó toda esta situación».
Dos días después, la senadora Holly Mitchell (D-Los Angeles), que preside el Comité Conjunto Legislativo de Presupuesto escribió una carta al director de finanzas de Newsom, Keely Martin Bosler, pidiendo detalles del acuerdo. Bosler envió una carta a Mitchell y a otros miembros del comité de presupuesto el 7 de abril describiendo el acuerdo, pero sin los detalles del contrato.
Mitchell transmitió su apoyo al acuerdo pero pidió transparencia a la Administración de Newsom.
«Entiendo que la Administración siente la necesidad de actuar rápidamente debido a la demanda mundial de mascarillas y otros elementos de protección personal», escribió Mitchell en su carta del 9 de abril.
«Sin embargo, solicito que la Administración proporcione al [comité] los detalles completos del contrato, incluidos los estándares de desempeño exigidos al vendedor y al fabricante, el precio por mascarilla, los estándares de calidad que deben cumplir las mascarillas (como los establecidos por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional), los plazos de producción y entrega, y la eficacia de la tecnología utilizada para limpiar las mascarillas que se van a reutilizar».
«A la luz de los compromisos de gasto masivo», Mitchell pidió a la administración que estableciera en pocos días una página web con el inventario del estado de equipos de protección personal (PPE) y otros equipos médicos, y que mostrara dónde se han distribuido estos artículos.
El asambleísta Phil Ting (D-San Francisco), vicepresidente del comité también ha planteado preguntas sobre el acuerdo, dijo Kiley.
«[Ambos] plantearon algunas preguntas muy importantes sobre el acuerdo y no están en absoluto contentos con él. Se quejaron de que no se les informó sobre eso; se enteraron por la televisión nacional», dijo Kiley. «Y por eso ha habido mucho escepticismo».
¿Por qué chinas?
Marc Ang, presidente de la Alianza de Ciudadanos Chino Americanos (CACA), de Orange County lodge, criticó a Newsom por el acuerdo.
Ang dijo que se le debió haber dado preferencia a una compañía estadounidense en un momento en que las relaciones comerciales con China son tensas y las líneas de suministro extranjeras no son confiables.
«Ir con un distribuidor preferido sin hacer una oferta y sin pasarlo por la Asamblea [estatal] y el Senado estatal para aprobar esto se ve mal. ¿Por qué presionar por un vendedor específico? ¿Por qué presionaría algo que no está hecho en Estados Unidos? Tengo un verdadero problema con eso,» dijo Ang a The Epoch Times. «Apesta a especulación. Se ve mal en tiempos en los que buscamos liderazgo».
La elección de Newsom de actuar solo sin informar a los legisladores estatales es «casi dictatorial», dijo. Él culpó a los políticos, desde los expresidentes Bill Clinton hasta Barack Obama, por hacer tratos con China que, según él, «han vendido nuestros intereses».
La elección de Newsom de actuar solo sin informar a los legisladores estatales es «casi dictatorial», dijo. Él culpó a los políticos, desde los expresidentes Bill Clinton hasta Barack Obama, por hacer tratos con China que, según él, «han vendido nuestros intereses».
Su logia ha criticado fuertemente el papel del Partido Comunista Chino (PCCh) en la pandemia. Una declaración emitida por su principal integrante, Betty Tom Chu, el 31 de marzo, alienta a los estadounidenses a reconocer «la verdad sobre las inaceptables acciones de la RPC [República Popular China] contra su propio pueblo (incluyendo el arresto de médicos y científicos que advertían sobre los peligros del virus de Wuhan)».
Ang dijo del trato de la mascarilla: «Ciertamente creo que debería ser primero Estados Unidos».
Incluso si las compañías, como 3M, no pueden mantener la demanda de máscaras N95, otras compañías estadounidenses podrían intervenir y empezar a producirlas, dijo Ang.
«Si un fabricante de autos puede empezar fácilmente a hacer mascarillas, ¿puede alguno de nuestros negocios ociosos aquí en California empezar a hacer mascarillas? ¿Por qué no ellos?» Ang reflexionó. «Preferiría ver que esa cuenta vaya a una compañía estadounidense, en realidad una compañía californiana. ¿Por qué el acuerdo tiene que realizarse a través de China?»
Kiley dijo: «Ciertamente parece haber muchas opciones, y ninguna de ellas estaba disponible para que la consideráramos porque el gobernador lo hizo en secreto y de forma unilateral».
Audiencia de Presupuesto del Senado
En una reunión del Subcomité Especial de Presupuesto y Revisión Fiscal del Senado sobre la respuesta a la COVID-19, el 16 de abril, Mitchell dijo que el estado está «esencialmente trabajando en un nuevo presupuesto» para la revisión de mayo, que está programada para el 14 de mayo.
El Senador John Moorlach (R-Costa Mesa) preguntó sobre el acuerdo con BYD en la audiencia: «Dado que más del 90% de los productos farmacéuticos se fabrican ahora en China, tengo curiosidad, ¿por qué querríamos comprar también mascarillas de China? ¿Por qué no podemos encontrar un productor y animarlo en el estado de California para que haga las mascarillas?»
«Hemos estado trabajando en eso también», dijo Tina Curry, subdirectora jefe de la Oficina del Gobernador de Servicios de Emergencia. Dijo que las soluciones locales no estaban disponibles demasiado pronto.
«Necesitábamos encontrar una solución más rápida», dijo en la audiencia sobre el presupuesto.
Curry dijo que hay una demanda tan alta de las mascarillas, que el estado quería asegurarse de tener una «línea de suministro dedicada».
El senador Jim Nielsen (R-Tehama) expresó sus dudas sobre la entrega de las mascarillas.
«Debo enfatizar que es un gran acuerdo, y muchos de nosotros vamos a ser muy insistentes en ver los términos de ese contrato. Debo confesar que no tengo mucha confianza en que se entregue como se propuso por muchas razones», dijo Nielsen en la audiencia.
Asegurar la entrega oportuna de las máscaras es «muy, muy importante», dijo.
Ahora que la empresa incumplió un plazo al no entregar las mascarillas aceptables, BYD tendrá hasta finales de mayo para cumplir o devolver los 247.5 millones de dólares restantes del pago inicial.
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