La mayoría de los votantes registrados en Estados Unidos de todo el espectro político apoyan las políticas comerciales duras contra China, según una nueva encuesta de la empresa de datos global Morning Consult.
«Los votantes creen que la imposición de aranceles a China es una forma eficaz de proteger las industrias y los trabajadores estadounidenses», dice la encuesta (pdf) que entrevistó a 2005 votantes registrados del 29 al 31 de marzo.
La encuesta fue realizada por la Coalición para una América Próspera, un grupo comercial y una organización de defensa. Los resultados se anunciaron el 22 de abril.
El 73 por ciento de los encuestados está a favor de que el gobierno estadounidense aplique medidas comerciales contra China. Esta creencia se mantuvo a nivel de todos los partidos: El 76 por ciento de los republicanos, el 71 por ciento de los demócratas y el 70 por ciento de los independientes. Sólo el 10 por ciento se opuso.
Cuando se les preguntó si apoyaban que el gobierno estadounidense siguiera imponiendo los aranceles de la Sección 301 a China, el 71 por ciento de los encuestados se mostraron a favor. Los republicanos mostraron un mayor apoyo (78 por ciento) que los demócratas o los independientes (68 por ciento cada uno). Sólo el 8 por ciento se opuso.
Los aranceles de la Sección 301 se basan en la investigación de la administración de Trump de 2018 que encontró que China participó en prácticas comerciales ilegales, incluidos los subsidios gubernamentales excesivos y el robo de propiedad intelectual, lo que provocó la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Los aranceles de la era de Trump se mantuvieron en vigor, incluyendo aranceles del 25 por ciento sobre unos 250,000 millones de dólares en productos chinos.
La encuesta también encontró que el 61 por ciento de los votantes son más propensos a apoyar a un candidato político a un cargo federal que apoye que Washington imponga los aranceles a China cuando significan una amenaza para una industria estadounidense o los trabajadores estadounidenses. Por el contrario, el 12 por ciento dijo que es menos probable que apoye a un candidato de este tipo, y el 26 por ciento no expresó una preferencia.
La encuesta mostró que los estadounidenses «quieren terminar con la dependencia de la nación a las fábricas en China», escribió Michael Stumo, director general de la Coalición para una América Próspera, en un artículo de opinión publicado por el Casper Star-Tribune el 22 de abril.
«Los estadounidenses están abrumadoramente a favor de los aranceles a China», escribió Stumo. «Por ello, el Congreso debería rechazar los esfuerzos por debilitar las leyes comerciales de Estados Unidos o permitir falsas exclusiones arancelarias».
«Es hora de recuperar la fabricación estadounidense a través de un sólido proyecto de ley sobre China que defienda a los trabajadores y fabricantes de Estados Unidos.», añadió.
La encuesta también planteó a los encuestados una serie de preguntas diferentes, entre ellas si creen que China debería seguir recibiendo el estatus comercial de «nación más favorecida» (NMF).
En respuesta, el 60 por ciento dijo que se oponía a que China disfrutara de ese estatus comercial, incluyendo el 67 por ciento de republicanos, el 60 por ciento de independientes y el 52 por ciento de demócratas.
El expresidente Bill Clinton promulgó la Ley de Relaciones entre Estados Unidos y China del año 2000, que otorgó a China la designación de nación más favorecida y allanó el camino para la adhesión de Beijing a la Organización Mundial del Comercio (OMC). La designación abrió el mercado estadounidense a los productos chinos con ventajas comerciales como la reducción de aranceles. El estatus comercial se conoce ahora como relaciones comerciales normales permanentes (PNTR).
En marzo, el representante Chris Smith (R-N.J.) presentó una ley (H.R.7193) para poner fin al estatus de PNTR de China como represalia a sus atrocidades contra los derechos humanos. Si se promulga, el proyecto de ley exigiría una confirmación anual del presidente de EE.UU. de que el régimen chino está haciendo progresos significativos en la mejora de su historial de derechos humanos para conseguir el estatus de comercio normal.
El 61 por ciento de los encuestados apoya que el gobierno estadounidense prohíba la entrada en los mercados de capitales de Estados Unidos a las empresas chinas que hayan sido sancionadas por Washington o que no hayan cumplido las leyes estadounidenses. El 19 por ciento se opone a la prohibición.
Un candidato que se presenta a un cargo federal con una posición de este tipo sobre el acceso a los mercados de capitales estadounidenses es bien recibido por la mayoría de los encuestados. El 65 por ciento dijo que es más probable que apoye a un candidato de este tipo, siendo los republicanos (72 por ciento) más propensos que los demócratas (64 por ciento) o los independientes (60 por ciento).
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