El líder de la mayoría en el Senado Mitch McConnell (R-Ky) dijo que condenar al presidente Donald Trump en un inmpeachment del Senado «casi garantizaría la destitución de cada futuro presidente».
McConnell señaló que algunos demócratas han estado tratando de impugnar a Trump desde que asumió el cargo, incluyendo al presidente de la Cámara de Justicia, Jerrold Nadler (D-N.Y.), quien hizo campaña para su puesto al pregonar su experiencia en materia de impeachment.
El empuje para impugnar a Trump «no es realmente sobre la política de Ucrania o el dinero de asistencia militar», dijo McConnell en el piso del Senado en Washington el martes.
«El impeachment presidencial puede ser el proceso más grave que nuestra constitución contempla. Deshace la decisión del pueblo en una elección nacional, hacerlo de esta manera subjetiva, injusta y apresurada es corrosivo para nuestras instituciones. Duele a la unidad nacional y prácticamente garantiza —garantiza— que las futuras Cámaras de cualquiera de los partidos se sentirán libres, libres de impugnar a cualquier futuro presidente porque no les caiga bien», dijo.
Si bien «los demócratas de la Cámara de Representantes pueden haber descendido al puro faccionalismo», el Senado fue diseñado por los padres fundadores «para estabilizar nuestras instituciones, para acabar con las fiebres partidistas, para evitar que las pasiones a corto plazo destruyan nuestro futuro a largo plazo», añadió McConnell.
McConnell se ha mofado repetidamente del caso de impeachment construido contra Trump, llamándolo «débil» y «a medias». Se ha resistido a los llamados para insertar el asunto de si se debe llamar a testigos en la votación inicial del Senado sobre las directrices del juicio, citando el precedente establecido durante el juicio del presidente Bill Clinton en 1999. Y ha dicho que se sorprendería si Trump no fuera absuelto.
La Cámara de Representantes votó para impugnar a Trump por abuso del cargo y obstrucción al Congreso el 18 de diciembre de 2019, y este 15 de enero votó para enviar los artículos de impeachment al Senado, permitiendo que el organismo establezca reglas y comience el juicio. McConnell dijo esta semana que el juicio probablemente comenzará el 21 de enero.
Los senadores escucharán las presentaciones de los gestores de la Cámara de Representantes y los representantes de Trump antes de presentar las preguntas por escrito. Los senadores no tienen permitido hablar durante el juicio, que es presidido por el presidente de la Corte Suprema John Roberts.
Después de eso, los senadores votarán sobre la posibilidad de llamar a algún testigo.
Para desestimar los artículos, absolviendo a Trump, se requiere una mayoría simple. Para condenarlo o destituirlo de su cargo —lo cual nunca ha sucedido en la historia de Estados Unidos— se requiere una supermayoría (67 votos). El Partido Republicano (GOP) tiene una mayoría de 53 a 47 en el Senado.
Los senadores demócratas han acusado a los republicanos de planear un juicio rápido sin testigos. El senador Chris Van Hollen (D-Md.) dijo en el piso del Senado el martes que «es de vital importancia que consigamos testigos relevantes, que obtengamos documentos relevantes y que tengamos un juicio justo y lleguemos a la verdad».
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