Una doctora que apareció en lugares destacados en los medios de comunicación durante la pandemia reconoció esta semana que Estados Unidos está «sobrecontabilizando» las muertes por COVID-19 y subrayó la necesidad de «informar de forma transparente» las cifras reales.
Leana Wen, exdirectora de Planned Parenthood, que ahora trabaja para CNN y Washington Post, declaró a la cadena de noticias que la inmunidad natural y las vacunas han reducido los casos graves de COVID-19 desde el inicio de la pandemia.
«Los hospitales siguen haciendo pruebas rutinarias para detectar COVID a todos los que ingresan», dijo Wen en respuesta a una pregunta sobre si sus declaraciones podrían ser «forraje para los teóricos de la conspiración». Wen también fue directora del Departamento de Salud de la ciudad de Baltimore.
«Nosotros estamos viendo a muchas personas que son hospitalizadas con COVID y creo que es importante separar quién está siendo hospitalizado a causa de ello», añadió Wen. «Porque hay mucha gente que todavía está muy preocupada por el riesgo de COVID y tenemos que darles los datos más precisos posibles para que puedan calibrar mejor sus riesgos. Hay gente que todavía no ha reanudado las cenas en los interiores ni va al gimnasio ni hace vida social. Nosotros tenemos que darles los informes más precisos posibles».
En un artículo de opinión publicado en Washington Post, Wen señaló que los datos actuales de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) muestran que unas 400 personas mueren cada día por el virus. A continuación, formuló una pregunta que muchos otros se han hecho en los últimos tres años: «Pero, ¿estos estadounidenses están muriendo de COVID o con COVID?».
«Dos expertos en enfermedades infecciosas con los que hablé creen que el número de muertes atribuidas a COVID es mucho mayor que el número real de personas que mueren por COVID», escribió Wen. «Robin Dretler, médico adjunto del Emory Decatur Hospital y expresidente de la sección de Georgia de la Infectious Diseases Society of America, calcula que en su hospital el 90 % de los pacientes diagnosticados con COVID en realidad ingresaron por alguna otra enfermedad».
Algunos pacientes tienen varias infecciones concurrentes, no solo COVID-19.
«Las personas con un recuento muy bajo de glóbulos blancos a causa de la quimioterapia pueden ingresar por una neumonía bacteriana o una gangrena del pie», dijo Dretler, según la cita. «También pueden tener COVID, pero el COVID no es la razón principal por la que están tan enfermos».
¿Con COVID?
Pero si esos pacientes mueren, el médico dice que COVID-19 puede añadirse a sus certificados de defunción, lo que significa que se cuentan como una muerte por COVID-19. Esto sucede a pesar de que COVID-19 no es el factor principal que causó las muertes.
En particular, varios condados del norte de California a mediados de 2021 cambiaron la forma de contar las muertes por COVID-19. En un condado, la cifra de muertes se redujo en un 22 %, mientras que en otro se notificaron 400 muertes menos tras los cambios.
Meses atrás, un artículo publicado por la Association of American Medical Colleges señaló que contabilizar las muertes por COVID-19 es «complicado» y puso un ejemplo. Un anciano de Atlanta se vio afectado por un cáncer avanzado a principios de 2021, contrayendo posteriormente COVID-19 antes de finalmente fallecer.
«Dado su estado ya frágil, su condición empeoró rápidamente» y más tarde murió, dijo un médico. A pesar de tener un cáncer avanzado, las autoridades médicas declararon que su muerte se debió a COVID-19.
«Mientras estaba muy débil y frágil a causa del cáncer subyacente, su muerte fue indudablemente acelerada y precipitada por COVID-19», declaró a la asociación la Dra. Sara Auld.
Tras la publicación de su artículo de opinión en Washington Post, algunos conservadores y escépticos de la vacuna contra COVID-19 sugirieron que Wen va tras la corriente.
«Hace un año, esto era una teoría de la conspiración que haría que la censuraran», escribió el lunes en Twitter el destacado escéptico de las vacunas, Robert Kennedy Jr. También la doctora Tracy Hoegn, epidemióloga con sede en California, escribió el lunes que es «increíble cuánto tiempo ha tardado Estados Unidos en aceptar que esto es un problema», señalando que Dinamarca, en 2021, cambió la forma en que distinguirían a los que murieron con COVID-19 y a los que murieron por el virus.
«Esto no es cierto desde hace poco. Lo es desde hace tres años. En verdad nosotros no sabemos cuántos murieron realmente de COVID, lo que significa que ni siquiera la [tasa de letalidad] es exacta», escribió en Twitter Jeffrey Tucker, director del Brownstone Institute y columnista de The Epoch Times.
The Epoch Times informó por primera vez sobre cómo se contabilizan las muertes por COVID en abril de 2020, e indicó en septiembre de 2020, que los datos de los CDC mostraban que el 94 % de las muertes por COVID tenían problemas de salud contribuyentes.
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