TEMECULA, California—El 10 de marzo, el Dr. Gregg DeNicola organizó una toma de pruebas para COVID-19 sobre la vereda en Laguna Beach, California, convirtiéndolo en uno de los primeros médicos en hacerlo en el condado de Orange.
También fue uno de los primeros en armar un programa de tratamiento de varios pasos para los casos graves.
DeNicola es jefe médico del Caduceus Medical Group y tiene una carrera de 35 años en medicina. Pero dijo que esta pandemia fue algo para lo que sus años de experiencia no lo prepararon por completo.
«En este momento, realmente no hay expertos en esto, porque hace tres/cuatro semanas atrás, ningún médico lo había tratado en Estados Unidos. Así que es difícil que alguien sea un experto», dijo DeNicola en una entrevista con The Epoch Times.
Encontrando los tratamientos adecuados
Él no sabía exactamente qué hacer, pero sabía que se tenía que actuar rápido porque habían vidas en riesgo. Cuando su equipo recibió más y más resultados positivos del COVID-19, decidió aprender lo que pudo de los países que habían sido golpeados más duros por la pandemia.
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«Comenzamos a leer todo lo que pudimos de lo que se usaba en Italia, España, ya sabes, los países con mayor riesgo», dijo.
El denominador común era la droga antimalaria, hidroxicloroquina. También se la conoce por el nombre de marca Plaquenil. Él dice que había leído «algunos reportes anecdóticos de que podría ayudar, [así que] comenzamos a usarla».
El 28 de marzo, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó el uso de la droga en caso de emergencia. Y DeNicola comenzó a tratar casos graves con ella de inmediato.
Dijo que el 75 por ciento de los pacientes experimentaron una «mejoría definitiva». Actualmente tiene una fila de 60 casos graves que están siendo tratados con la droga.
Pero la droga ha sido difícil de encontrar.
Escasez de suministro
«He oido reportes de que hay millones de dosis que están siendo liberadas, pero no hemos encontrado eso, hemos tenido que llamar», dijo DeNicola. «A veces hay que estar en el teléfono por una hora tratando de encontrar una farmacia que los tenga y la mayoría de las farmacias pide que se envíen por fax los resultados positivos».
El presidente Donald Trump ha comentado positivamente sobre la hidrocloroquina en recientes conferencias de prensa. Un surgimiento subsecuente en la demanda ha hecho al medicamento incluso más difícil de obtener.
La Administración de Alimentos y Medicamentos emitió una autorización de emergencia el 7 de abril para permitir que más proveedores la fabriquen genéricamente. La droga ha sido utilizada tradicionalmente para pacientes con malaria, lupus y artritis reumatoide. La escasez ha impactado a estos pacientes.
Algunos han criticado el apoyo público de Trump al medicamento sin que haya más resultados de pruebas clínicas. Algunos estudios tempranos han sugerido que es efectiva, mientras otros han sugerido que no lo es, según un resumen de investigación de la química médica Katherine Seley-Radtke, en un artículo para The Conversation.
«No somos políticos de ninguna forma», dijo DeNicola. «Solo estamos tratando de tomar cualquier droga que funcione».
El 9 de abril, el Instituto Nacional de Salud (NIH) anunció en un comunicado de prensa que la prueba clínica de la hidroxicloroquina comenzará en el Centro Médico de la Universidad Vanderbilt en Nashville. Otras pruebas serán hechas en laboratorios de todo el mundo.
James P. Kiley, un especialista en enfermedades pulmonares del NIH, dijo en el comunicado de prensa que la «hidroxicloroquina ha mostrado ser prometedora en ambiente de laboratorio contra el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, y reportes preliminares han sugerido potencial eficacia en pequeños estudios con pacientes».
«Sin embargo, realmente necesitamos datos de pruebas clínicas para determinar si la hidroxicloroquina es efectiva y segura para tratar el COVID-19».
DeNicola dijo que escuchó el argumento de que los pacientes que parecían recuperarse debido a la droga podrían haberse recuperado de todas formas sin ella. «Y ese es un buen argumento», dijo.
«Pero cuando entrevistas a [pacientes] y te dicen, ‘Hemos estado tosiendo con fiebre alta y tenido problemas para respirar por siete días’, y 24 horas después de tomar Plaquenil se sienten 50 por ciento mejor—creemos que es probablemente un buen signo de que funcionó».
«Creo que hemos tratado a 55-56 personas y solo hemos tenido una que fue al hospital», dijo DeNicola. «En nuestra opinión, [el Plaquenil] definitivamente mantuvo a un número de pacientes fuera del hospital».
Y agregó: «No sentimos de ninguna forma [que] estemos haciendo nada malo al usarla. Tenemos que usar lo que sea que podamos ahora».
DeNicola no depende solo del medicamento. Su régimen de tratamiento para COVID-19 incluye otras medidas. Pero debido a la rápida mejoría que ha observado directamente luego de administrar la hidroxicloroquina, «no hay duda, no hay preguntas» de que la droga está ayudando, dice.
Higiene pulmonar
La higiene pulmonar es otra parte del programa de tratamiento de DeNicola, que significa «recostarse sobre un lado, toser, girar, toser, girar otra vez, toser», dice. El objetivo es sacar los mocos del fondo de los pulmones hasta la mitad de los pulmones.
DeNicola dice que el virus come los pulmones, y que él y su equipo han «evolucionado de una mentalidad de realizar pruebas a una mentalidad de tratar».
Él comenzó este régimen de tratamiento el 23 de marzo. Fue mucho más riguroso que los tratamientos en otras áreas en ese tiempo.
En comparación, un paciente de COVID-19 de Irvine que The Epoch Times entrevistó el mes pasado, solo recibió un inhalador y nada más cuando experimentó graves síntomas más o menos en la misma fecha.
«El COVID-19, una vez que entra a los pulmones, come los pulmones», dijo DeNicola. «Derrama fluidos y causa una grave neumonía. Así que el objetivo [del programa] es mantener el fluido fuera de los pulmones, ese es todo el propósito».
DeNicola también sugiere a sus pacientes lo que él llama la «doble Z»—zinc and Z Pak. La última es también conocida como Zithromax (azitromicina), y es un antibiótico usado para infecciones respiratorias, de piel, y otras infecciones bacteriales.
Luego el siguiente paso es «percusión y drenaje», el cual requiere un compañero (que use equipo de protección individual apropiado). El compañero pone sus manos en forma de cuenco y golpea la espalda del paciente con firmeza, lo cual afloja todo el moco, causando que el paciente lo tosa.
El ejercicio entero toma 15 minutos y DeNicola recomienda que los pacientes lo realicen tres veces al día.
Pruebas sobre la acera
Las pruebas en la acera que usa el personal de DeNicola es la prueba del hisopo nasal, o la prueba PCR, considerada el estándar de oro para resultados precisos.
«Es por lejos la más precisa», dice. «En realidad pensamos en comprar algunos de esos kits rápidos que puedes hacer con un hisopo de garganta o huella dactilar, pero la tasa de falsos negativos era demasiado altas en todos ellos».
El paciente nunca entra a la oficina, explicó DeNicola. Las preevaluaciones son todas hechas a través de llamadas telemédicas. Luego se hace la prueba sobre la acera frente a la oficina. La ciudad de Laguna Beach le dio a la oficina de DeNicola tres espacios de estacionamiento para realizar las pruebas.
Las otras sucursales del Caduceus Medical Group también ofrecen pruebas sobre la acera, incluyendo una en Yorba Linda. Los resultados están listos de 3 a 5 días.
Aplanando la curva
El autoaislamiento está funcionando, según la opinión de DeNicola, razón por la cual la demanda de pruebas está cayendo en recientes semanas.
Una de las preocupaciones que le quedan es la incertidumbre sobre por cuánto tiempo siguen siendo contagiosos los pacientes que se recuperan del virus.
Los pacientes dan positivo de dos a tres veces seguidas luego de que ya no tienen más síntomas, dice. «Lo cual significa que se sienten bien, ¿pero podrían aún ser portadores? Y la respuesta es ‘quizás'».
Las pautas del Centro para Control de Enfermedades sobre cuándo pueden discontinuar el aislamiento los pacientes que se recuperan, incluye la desaparición de los síntomas, como también dos tests consecutivos con resultados negativos tomados con más de 24 horas de diferencia.
Otra discusión que surge dentro de la comunidad médica es si el virus se transmite por el aire o si se propaga por gotitas. DeNicola cree que ambas teorías son ciertas.
«La evidencia parece ser ahora mismo a través de gotitas», dijo. «Pero eso puede ser transmitido por el aire porque si estornudas o toses fuerte, viajan por el aire».
DeNicola cree que la medida de distanciamiento social de seis pies (2m) no es suficiente, porque «algunos estudios incluso mostraron que [el virus] aún vivía hasta los 20 pies, luego de una fuerte tos».
«Así que la razón por la cual es diferente de la gripe —aunque la gente la compare con la gripe— es que [con] la gripe, tienes que estar bastante cerca de la persona y entonces te contagias», explicó. «Tienes que darles un beso o estar junto a ellos. Pero con esto, parece ser muy fácil de propagar».
Una consecuencia no intencional del confinamiento es que no se están propagando otras clases de infecciones de persona a persona. «No estamos viendo ninguna enfermedad contagiosa en absoluto ahora [además del COVID-19]—no recibo ningún correo electrónico por faringitis o resfríos comunes normales, porque nadie los va a propagar», dice.
«Lo vamos a ver de nuevo»
«Hay otros coronavirus que han estado dando vueltas durante toda mi carrera, y recurren cada año», dijo DeNicola. Así que «no hay duda de que lo vamos a volver a ver, creo».
Las preguntas que se hace DeNicola son: «¿Tendremos una vacuna que pueda mitigar mucho de este miedo? ¿Y tendremos inmunidad comunitaria? En otras palabras, ¿será el 90 por ciento de la población inmune a ella?»
«[Eso] lo haría mucho menos serio», dijo. «No pasaríamos por toda esta cuarentena y cerrando todo».
Mucha gente dentro y fuera de la comunidad médica está examinando cómo se compara el virus con la gripe común, y si la gripe también merece tener un periodo de cuarentena anual.
«Incluso aunque la gripe es una mutación cada año, hay algo de inmunidad comunitaria para la gripe y hay una vacuna para la gripe», dijo DeNicola. «Así que, sí, la gripe tiene números terribles pero la probabilidad de que tú la tengas en una temporada normal de gripe es probablemente del 10 al 20 por ciento; la probabilidad de que tú y yo tengamos coronavirus, si no hubiéramos hecho todo esto podría haber sido del 80 por ciento».
Mientras se trabaja en tratamientos, DeNicola cree que el virus regresará, pero que nunca haremos algo «a este nivel otra vez».
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