El médico hondureño Plutarco Castellanos, quien reside en Estados Unidos, ha conseguido 34 ventiladores o respiradores mecánicos para Honduras para atender a pacientes graves infectados del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como nuevo coronavirus, informó este viernes la Presidencia del país centroamericano.
El especialista obtuvo los ventiladores con el centro médico Mass Lung & Allergy de Massachusetts (Estados Unidos), según un comunicado del Ejecutivo hondureño.
Castellanos, especialista en Neumología, indicó que los aparatos los consiguió antes de que comenzará la emergencia por la pandemia del coronavirus en Honduras, donde se reportan 15 muertos y 222 contagios confirmados.
Sin embargo, señaló que enviarlos a Honduras representa «un alto costo» para él y su familia, por lo que había considerarlo donarlos a un hospital recién construido en la ciudad de La Ceiba, en el Caribe del país, a través de una fundación.
Pero al conocer la emergencia que vive Honduras, el médico se comunicó con el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, para gestionar el traslado de los ventiladores mecánicos al Tegucigalpa, adonde llegarán la próxima semana.
Del total de respiradores, 22 serán entregados al Gobierno y los otros 12 serán manejados por una línea de acción que dirige Castellanos en Honduras, según la información.
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Los ventiladores son portátiles y aunque «son usados, están en perfecto estado y buen funcionamiento. Los hemos probado todos», aseguró el especialista.
Castellanos es el director del Departamento de Terapia Respiratoria y Laboratorio de Función Pulmonar del Hospital UMass Memorial HealthAliance.
El Gobierno hondureño anunció el pasado 19 de marzo la compra de equipo especializado para atender los contagiados del virus del PCCh.
Entre el equipo figuran 140 respiradores, 90 succionadores y reactivos para realizar 4.200 pruebas de detección de coronavirus.
El Gobierno ordenó un toque de queda desde el 17 de marzo, que fue extendido hasta el próximo 12 de abril, pero la población lo ha cumplido a medias, en algunos casos por la necesidad de las personas que salen sin protección a las calles solicitando alimentos y en otros por descuido.
Ante la presión por la falta de comida en muchos hogares, especialmente los pobres, el Gobierno autorizó la apertura de supermercados, farmacias, bancos y estaciones expendedoras de combustibles, los lunes, miércoles y viernes, según el último número del carné de identificación.
El resto de los días el Gobierno ordenó el cierre de todos los negocios, y solo pueden circular personal médico, empleados de medios de comunicación autorizados y del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager).
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