Si bien muchos médicos generales cerraron sus puertas a principios de 2020 en medio de los cierres cada vez más extendidos, dejando a quienes padecían COVID-19 buscar tratamientos en las salas de emergencia, el Dr. David Brownstein, médico de familia y director médico del Centro de Medicina Holística en West Bloomfield, Michigan, y sus colegas, se mantuvieron firmes en su compromiso y juramento de su profesión: mantener sus puertas abiertas y hacer lo que mejor sabían hacer —tratar a los pacientes enfermos.
«Le dije a mi personal que los pacientes van a tener miedo y que, si se enferman, necesitarán un lugar a donde ir —nosotros estaremos allí para ellos y ayudarlos a ellos», dijo el Dr. Brownstein en una entrevista reciente en Descubriendo la Verdadera Salud.
«Nosotros hemos estado tratando infecciones virales y otras infecciones similares a la gripe utilizando un enfoque holístico durante casi 30 años, y somos muy buenos en lo que hacemos», señaló el médico.
Los primeros días de la pandemia
Eran principios de marzo cuando el COVID-19 llegó a Michigan. Con la intención de proteger a su personal y a sus pacientes sanos, el Dr. Brownstein y su equipo se abrigaron e instalaron una línea de montaje de tratamiento de COVID-19 al aire libre, a pesar de la nieve en el suelo y las temperaturas frecuentemente por debajo de los 30 grados. Las vías intravenosas que colgaban de postes ondeaban con el viento gélido mientras el Dr. Brownstein y su personal atendían a los pacientes en sus automóviles.
A medida que pasaban las semanas, el Dr. Brownstein relata que «hubo algunos días en los que había 10 autos en el estacionamiento y estábamos trabajando hasta las nueve o diez de la noche usando linternas en nuestros teléfonos para ver las venas para las vías intravenosas».
Lo que llamó la atención del Dr. Brownstein fueron los problemas respiratorios que estaba presenciando. “Estas personas no podían respirar. He escuchado los pulmones de muchos pacientes con virus respiratorios, pero este era un sonido diferente, el aire estaba ahí, pero no se estaba utilizando”, dijo a continuación.
Debido a que el Dr. Brownstein había estado empleando un protocolo nutricional y oxidativo para tratar una variedad de enfermedades virales durante las temporadas de gripe durante más de tres décadas, pensaba que, aunque el SARS-CoV-2 era un virus nuevo, todavía formaba parte de la familia de los coronavirus.
El Dr. Brownstein consideró que, dado que hasta un tercio de todas las infecciones similares a la gripe provienen de la familia de los coronavirus, su protocolo tenía buenas posibilidades de tener éxito. «Durante casi 30 años, hemos tenido buenos resultados en el tratamiento de enfermedades virales, ¿por qué debería ser diferente?», se preguntó.
Cada año, entre 12,000 y 52,000 estadounidenses mueren a causa de la gripe durante la temporada de gripe. «Ninguno de mis socios ni yo podemos recordar que alguno de nuestros pacientes haya muerto a causa de la gripe en los últimos 30 años, y ninguno de nosotros puede recordar la última vez que tuvimos un paciente hospitalizado a causa de la gripe», dijo el Dr. Brownstein.
“Piense en ello —digamos que 25,000 estadounidenses mueren cada año debido a enfermedades similares a la gripe. Multiplíquelo por 30 años y son muchos los pacientes que mueren. Creo que no hemos visto morir a nuestros pacientes debido al apoyo que brindamos a sus sistemas inmunológicos”, añadió el médico.
Uno de los tratamientos que el Dr. Brownstein utilizó para las personas con problemas respiratorios fue una solución diluida de peróxido de hidrógeno y yodo, administrada mediante un nebulizador, cada hora hasta que se sintieran mejor.
“Nosotros hemos utilizado este tratamiento durante casi tres décadas para problemas pulmonares, y el asunto constante que escuché de las personas fue que después de la segunda dosis de esa solución nebulizadora podían respirar y sentían que estaban avanzando hacia la recuperación”, dijo el Dr. Brownstein.
El Dr. Brownstein llamaba a sus pacientes con COVID-19 diariamente hasta que ya no corrieran riesgo de contraer el virus y, a medida que continuaban los tratamientos, le llegaban informes de que los pacientes, incluso con problemas respiratorios graves, se sentían mejor.
El Dr. Brownstein describió sus tratamientos en un estudio revisado por pares, titulado «un nuevo enfoque para tratar la COVID-19 mediante terapias nutricionales y oxidativas», publicado en Science, Public Health Policy & the Law, en julio de 2020.
Su estudio informó sobre el tratamiento de 107 pacientes en ese momento diagnosticados con COVID-19. Tres fueron hospitalizados (3%), dos de los tres fueron hospitalizados antes de instituir su protocolo de tratamiento y solo uno requirió hospitalización después de comenzar su protocolo de tratamiento. No hubo muertes.
Según la tasa de letalidad en ese momento, se habrían esperado entre dos y diez muertes y al menos ocho hospitalizaciones.
Protocolo COVID-19 del Dr. Brownstein
El protocolo probado durante décadas del Dr. Brownstein para enfermedades bacterianas virales durante la temporada de gripe, que incluye dosis altas de vitaminas esenciales, suplementos de yodo, corticosteroides y terapia de nutrientes y ozono por vía intravenosa, se convirtió en su ancla durante la pandemia. Él lo detalla todo en su libro, «Un enfoque holístico de los virus».
“La medicina convencional tiene poco que ofrecer para prevenir o tratar la mayoría de las infecciones virales, incluidas las infecciones por coronavirus. Es hora de que todos tomemos la iniciativa y aprendamos qué otras terapias existen», dijo el Dr. Brownstein.
“Trabajar con un médico holístico que pueda brindarle este tipo de tratamientos puede ayudar a cualquier persona que padezca una infección o enfermedad”.
Vitaminas esenciales
Es importante mantener niveles óptimos de nutrientes, en particular de vitaminas A, C y D, especialmente durante una enfermedad.
Las vitaminas A y C tienen capacidades antivirales y pueden apoyar el sistema inmunológico cuando está bajo un ataque viral y la vitamina D es muy importante para combatir infecciones.
Debido a que la mayoría de las personas tienen niveles subóptimos de vitamina A y C, el Dr. Brownstein sugiere implementarlos diariamente también como medida preventiva. Las dosis de protocolo sugeridas son:
Vitamina A
Mantenimiento diario habitual: 5000 UI/día.
Al primer signo de enfermedad: 100,000 IU/día. Continuar durante cuatro días.
Precaución: Las mujeres embarazadas no deben tomar vitamina A.
Vitamina C
Mantenimiento diario habitual: 3-5000 mg/día.
Al primer signo de enfermedad: 1000 mg/hora hasta que se desarrolle diarrea, luego suspender y reanudar una vez que desaparezca. Continuar durante cuatro días.
Vitamina D
Al primer signo de enfermedad: 50,000 IU de vitamina D3/día. Continuar durante cuatro días.
El Dr. Brownstein sugiere trabajar con un médico holístico con experiencia antes de tomar estas dosis por su cuenta.
Suplemento de yodo/yoduro
El yodo es esencial para combatir una infección porque es antibacteriano, antiviral y antiparasitario, y es necesario para el funcionamiento inmunológico adecuado.
Según el Dr. Brownstein, los diferentes tejidos del cuerpo requieren distintas formas de yodo: algunos prefieren el yoduro, la forma reducida, que contiene un electrón adicional, y otros prefieren el yodo, la forma oxidada.
«Una combinación de yodo y yoduro, como la solución de yodo de Lugol [5 por ciento de yodo (I2) y 10 por ciento de yoduro de potasio (KI)], puede atacar eficazmente los receptores que requieren yodo en el cuerpo».
Para aquellos que no toman un suplemento de yodo con regularidad, el Dr. Brownstein sugiere 25 mg/día ante el primer signo de enfermedad.
«Quienes toman un suplemento diario de yodo deben duplicar su dosis durante cuatro días ante los primeros signos de enfermedad y luego volver a su dosis original», dijo el Dr. Brownstein.
Tratamiento con nebulizador: peróxido de hidrógeno y yodo en solución salina
Como se mencionó anteriormente, el Dr. Brownstein trató a personas que experimentaban problemas respiratorios con una mezcla altamente diluida de peróxido de hidrógeno y yodo en solución salina mediante un nebulizador administrado cada hora hasta que experimentaron alivio.
El Dr. Brownstein aprendió sobre el peróxido de hidrógeno mientras asistía a un curso de medicina oxidativa y ha estado usando clínicamente peróxido de hidrógeno nebulizado y peróxido de hidrógeno intravenoso (IV) durante más de 25 años.
En su opinión, esta solución nebulizada es una de las mejores terapias para infecciones virales como el SARS-CoV-2 u otros virus respiratorios que podamos enfrentar en el futuro. «Es increíblemente económico y se puede utilizar en casa», señaló el médico.
Un estudio de 2020 publicado en la Colección Elsevier PMC COVID-19 destaca que el peróxido de hidrógeno (H2O2) es un agente antimicrobiano importante y eficaz contra muchos virus, incluidos la gripe porcina, la rubéola y la rabia.
El estudio también señaló que existe una interacción significativa entre la inmunidad innata y el estrés oxidativo, y que el H2O2 ocupa potencialmente una posición central en esta interacción.
La inmunidad innata juega un papel crucial porque su objetivo principal es prevenir inmediatamente la propagación y el movimiento de patógenos extraños por todo el cuerpo.
Los autores recomiendan encarecidamente el rápido desarrollo de ensayos controlados aleatorios en sujetos positivos y negativos al SARS-CoV-2 para estudiar los efectos del H2O2 contra las infecciones virales.
Un estudio de 1982 publicado en Molecular and Cellular Biochemistry analiza el papel del H2O2 en la destrucción de bacterias. El estudio encontró que casi todos los sistemas del cuerpo disponibles para matar las bacterias ingeridas incorporan H2O2, lo que significa la importancia fundamental de este compuesto reactivo de oxígeno en la actividad microbicida.
Para preparar la solución, el Dr. Brownstein utiliza hidrógeno peróxido de grado alimenticio al 3 por ciento. Él indica a sus pacientes que coloquen una gota de peróxido de hidrógeno junto con una gota de solución de Lugol al 5 por ciento junto con 5 cc de solución salina normal estéril en el nebulizador.
La concentración final es una solución altamente diluida de peróxido de hidrógeno al 0,03 por ciento según el Dr. Brownstein.
Terapia de ozono
Aunque el Dr. Brownstein normalmente administraba ozono por vía intravenosa, debido a que no podía llevar el generador de ozono al estacionamiento para los tratamientos al principio de la pandemia, recurrió al uso de inyecciones intramusculares de ozono en las nalgas de los pacientes.
La investigación ha descubierto que la ozonoterapia disminuye los marcadores inflamatorios relacionados con la gravedad del COVID-19 y se asoció con un período de tiempo significativamente más corto hasta la mejora clínica.
Terapia de nutrientes intravenosos
«La gente no comía ni respiraba bien y perdía mucho líquido», dijo el Dr. Brownstein. Esto puso a sus pacientes en riesgo de deshidratación y otras complicaciones graves que amenazaban sus vidas. “Si las personas pueden mantener la hidratación y los electrolitos tienen muchas menos posibilidades de terminar en el hospital”, subrayó el médico.
Ha habido múltiples estudios que sugieren que los niveles bajos de electrolitos están directamente relacionados con la mortalidad, la gravedad de la enfermedad y una recuperación debilitada. Se ha demostrado que el sodio, el magnesio, el calcio y el potasio son los cuatro electrolitos esenciales en la lucha contra el COVID-19 grave.
Medrol (metilprednisolona)
Medrol es un esteroide glucocorticoide. «Nosotros utilizamos inyecciones de Medrol para las dosis iniciales y luego hacemos la transición de los pacientes a una forma de dosificación oral», dijo el Dr. Brownstein.
Las pautas gubernamentales en ese momento decían a los médicos que no usaran esteroides en pacientes con COVID-19, indicando que usarlos inhibiría el sistema inmunológico.
El Dr. Brownstein no estuvo de acuerdo con esta hipótesis. “Nosotros usamos esteroides desde el principio a pesar de las directrices gubernamentales. Hemos usado esteroides para la neumonía, para estimular los glóbulos blancos y eliminar la inflamación. Vi resultados en mis pacientes de inmediato y no iba a negar una terapia que vi que funcionaba para ellos”, dijo el médico.
Las directrices gubernamentales ahora permiten el uso de esteroides en los tratamientos convencionales contra COVID-19.
«En comparación con la ausencia de glucocorticoides, el tratamiento con metilprednisolona en pacientes con COVID-19 se asocia con una reducción de la mortalidad a corto plazo y mejores resultados clínicos, sin aumentar las infecciones secundarias, pero podría prolongar ligeramente la duración de diseminación viral”, dice un estudio de 2022 publicado en la Colección Elsevier PMC COVID-19.
Los autores señalaron que los pacientes con COVID-19 grave tienen más probabilidades de beneficiarse del tratamiento a corto plazo con metilprednisolona en dosis bajas y sugirieron 1 a 2 mg/kg por día durante un máximo de siete días.
El tratamiento temprano puede mitigar la COVID de larga duración
No ha habido ningún mensaje de las agencias de salud gubernamentales sobre las estrategias de tratamiento temprano contra COVID-19 y cómo la implementación de tratamientos tempranos o preventivos puede afectar la mortalidad y el porcentaje de quienes terminan con COVID de larga duración, lo que ahora se conoce como secuelas post agudas del SARS-CoV-2 (PASC).
“Yo ni siquiera puedo enfatizar lo importante que es el tratamiento temprano”, dijo el Dr. Brownstein. “En mi opinión, la falta de tratamiento temprano fue responsable de una proporción significativa de muertes. Recordaremos el año 2020 como la era oscura de la medicina. La historia no será amable con la profesión médica”, señaló el Dr. Brownstein.
Un estudio de 2020 publicado en Infectious Disease And Therapy señala que los estudios históricos sobre el VIH y la hepatitis C sugieren que comenzar el tratamiento temprano puede reducir las enfermedades, la muerte y la propagación de los virus. Los autores subrayan que esto respalda la idea de priorizar también el tratamiento temprano de COVID-19.
La encuesta de Household Pulse estima que alrededor del 10 por ciento de la población adulta en Estados Unidos sufre de secuelas post agudas del SARS-CoV-2 (PASC).
Menos del 3 por ciento de los pacientes con COVID-19 del Dr. Brownstein padecían PASC y cree que esto se atribuyó al tratamiento temprano.
Consejos para la prevención de COVID-19
El Dr. Brownstein también destaca la importancia de mantener lo que él llama los “conceptos básicos de salud” como estrategia de prevención y mitigación.
La dieta, el ejercicio, la hidratación y el mantenimiento de niveles adecuados de electrolitos y nutrientes son de gran ayuda.
Sus consejos preventivos incluyen:
Mantener una dieta saludable
Mantenga bajos los carbohidratos refinados y elimine el azúcar refinada. El azúcar refinada tiene graves efectos directos sobre nuestro sistema inmunológico. Las investigaciones muestran que comer 100 gramos de azúcar reducirá la reactividad de los glóbulos blancos en un 40 por ciento y puede desactivar nuestro sistema inmunológico por hasta 4 a 5 horas.
Mantener la hidratación, los electrolitos y los niveles adecuados de sal
Debido a que el cuerpo de cada persona es diferente, hacerse una prueba de electrolitos séricos sería un excelente primer paso para ver dónde se encuentra y si necesita intervención terapéutica para los electrolitos vitales. La sal juega un papel clave en la desintoxicación y en su libro «Salt Your Way to Health(Sal, tu camino hacia la salud)», el Dr. Brownstein sugiere agregar sal sin refinar a la dieta diaria, ya que no se le quitan sus oligoelementos.
Ejercicio
Aunque no se comprende completamente, algunos expertos dicen que el ejercicio beneficia directamente al sistema inmunológico al ayudar a que los glóbulos blancos, que son células inmunitarias que combaten las enfermedades, circulen más rápidamente, lo que les permite detectar enfermedades antes de lo que lo harían en alguien que no hace ejercicio.
El ejercicio también puede ayudar a eliminar las bacterias de los pulmones y las vías respiratorias y a elevar la temperatura corporal brevemente, lo que ayuda al cuerpo a combatir mejor las infecciones. Además, algunas hormonas del estrés aumentan la probabilidad de sufrir enfermedades y el ejercicio ayuda a ralentizar la liberación de hormonas del estrés.
Corregir carencias nutricionales
El Dr. Brownstein enfatiza que no se debería padecer una enfermedad por deficiencia de yodo, vitamina A, C o D. En su investigación, encontró que la gran mayoría de sus pacientes tenían más del 90 por ciento de deficiencia de vitamina D, además de tener niveles subóptimos de vitamina A y C.
Qué hacer ante la aparición de los síntomas.
El Dr. Brownstein recomienda comenzar con las dosis altas mencionadas anteriormente de vitaminas A, C, D y yodo. También recomienda recibir una vía intravenosa de peróxido de hidrógeno y vitamina C, y nebulizar también la solución salina/yodo/peróxido de hidrógeno mencionada anteriormente.
Advertencias de la Comisión Federal de Comercio
Mientras la pandemia avanzaba, el Dr. Brownstein observó cómo aumentaba el número de muertos en todo el mundo. “Las noticias eran todas negativas. No salía nada positivo de los medios. Ellos nos asustaron a todos. Sin embargo, estábamos viendo el éxito en el tratamiento de nuestros pacientes. Yo sentí que era mi deber informar lo que estábamos haciendo para ayudar”, dijo el médico.
Cuando sus pacientes comenzaron a mostrar signos de mejoría, el Dr. Brownstein decidió realizar entrevistas con ellos, permitiéndoles compartir sus experiencias personales. Las historias se publicaron posteriormente en un blog en línea titulado «Todavía hay esperanza ahí fuera».
“En mi formación me enseñaron a informar de sus éxitos y fracasos para que otros médicos puedan aprender de ellos. De hecho, mi decano cuando me gradué en la facultad de medicina nos dijo a todos que hiciéramos precisamente eso”, dijo el Dr. Brownstein.
Después de publicar alrededor de 20 posteos en el blog, de pacientes que relataban su experiencia de recuperación, el 13 de mayo de 2020, el Dr. Brownstein recibió una carta de advertencia (pdf) de Dama J. Brown, directora regional de la región suroeste de la Comisión Federal de Comercio (FTC).
La FTC no solo le exigió que dejara de publicar en el blog, sino que también eliminara todos los vídeos publicados hasta la fecha.
La carta informaba que la FTC había determinado que estaba anunciando ilegalmente que ciertos productos o servicios que vendía en línea o en su clínica trataban o prevenían el COVID-19.
La carta continuaba diciendo que debido a que no existe prevención, tratamiento o cura para COVID-19, y a menos que existan estudios clínicos en humanos bien controlados, cualquier mención al mismo infringe la ley de la FTC y, por lo tanto, tenía 48 horas para eliminar todas las publicaciones.
El Dr. Brownstein cumplió y eliminó todas las publicaciones. Luego, en julio de 2020, publicó su estudio revisado por pares sobre su protocolo COVID-19 y se puso en contacto con la FTC pidiendo permiso para publicar el estudio en su sitio web.
Según el Dr. Brownstein, la FTC le negó su solicitud diciendo que debido a que no era un estudio controlado aleatoriamente no podía publicarlo. «La razón por la que no hice un estudio aleatorio fue porque no era ético, por mi parte negar ese tratamiento a mis pacientes», dijo el Dr. Brownstein.
Lecciones para el futuro
El mensaje durante toda la pandemia fue quedarse en casa a menos que uno sintiera que no podía respirar y necesitara ir a la sala de emergencias.
“Lo que deberíamos haber estado haciendo era investigar e informar lo que funcionó y lo que no funcionó. Pero en ese momento se nos prohibió hacerlo. Entonces es ahí donde el gobierno se confabuló con las grandes empresas de tecnología para cerrar todo”, dijo el Dr. Brownstein.
En los primeros días de la pandemia, no había terapias convencionales disponibles y el mundo simplemente esperaba una vacuna. En marzo de 2021, el Proyecto de Seguimiento de COVID estimó que se habían confirmado más de 500,000 muertes por COVID-19.
“No recuerdo nunca que en la facultad de medicina me enseñaran a esperar hasta que los pacientes empeoraran y no tratarlos desde el principio. Me pregunto si los hubiésemos tratado temprano y apoyado con tratamientos holísticos, vitaminas y protocolos oxidativos si el resultado hubiera sido muy diferente”, dijo el médico.
«Creo que lamentablemente todavía estamos pagando el precio por ello en este momento y espero que hayamos aprendido de ello», concluyó el Dr. Brownstein.
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