Una nueva ronda de escalofriantes llamadas telefónicas revela que la sustracción forzada de órganos a practicantes de Falun Dafa con vida, continúa en China en múltiples centros de trasplante líderes de diferentes regiones del país.
Las conversaciones con médicos de 12 hospitales de trasplante en China también demuestran que este «negocio» se ha vuelto «normal» en dichos centros: Ninguno de los médicos –todos personajes líderes en trasplante de órganos en China– mostró sorpresa, consternación o enojo cuando se les preguntó si «los órganos son sustraídos de practicantes de Falun Dafa».
Las llamadas telefónicas forman parte de la última investigación que documenta la sustracción forzada de órganos en China, que se desarrolló como parte de la persecución a la práctica espiritual Falun Dafa, también conocida como Falun Gong.
Confesión inmediata
La transcripción de una llamada dice: «Tengo otra [pregunta]. ¿Están usando practicantes de Falun Dafa como donantes, es decir, esos donantes sanos, verdad?»
«Definitivamente sanos. ¡¿Cómo sería aceptable que no sean sanos?!».
La conversación referida arriba ocurrió entre el Dr. Wang Zhiyuan, presidente de la Organización Mundial para Investigar la Persecución a Falun Gong (WOIPFG, según sus siglas en inglés), quien se hizo pasar por un pariente de un paciente que necesitaba un trasplante de hígado; y Peng Zhihai, director del Centro de Trasplante de Órganos y vicepresidente del Hospital General de Shanghai, el 11 de noviembre.
Además de afirmar ser un pariente, Wang también se presentó como vice director de la Oficina de Mantenimiento de la Estabilidad de la Comisión de Asuntos Políticos y Legales de la provincia de Sichuan, lo que probablemente incentivó a que los médicos hablaran de manera más abierta, a que si lo hacían con un individuo común.
Lo que es más, los hospitales y médicos querrían mantener una buena relación con la Comisión para así seguir obteniendo órganos de practicantes de Falun Dafa.
En el informe publicado por la WOIPFG, se detalla que de los 16 médicos con los que habló Wang, 11 doctores de nueve hospitales admitieron inmediatamente que sus órganos provenían de practicantes de Falun Dafa, mientras que los otros cinco médicos no negaron que la fuente de los órganos fueran los practicantes de Falun Dafa, o evadieron responder la pregunta.
Pero ninguno de los médicos mostró sorpresa o enojo cuando se les preguntó si los órganos eran de practicantes de Falun Dafa, como si sustraer órganos de practicantes de Falun Dafa vivos fuera algo normal.
«Esta ronda de investigación fue realizada entre el 19 de octubre y el 2 de diciembre de 2018 e involucró a 16 médicos de 12 hospitales de China», dijo Wang, quien además de ser presidente de la WOIPFG, también fue jefe médico de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación e investigador especialista en histología en la Facultad de Medicina de Harvard.
«Los 12 hospitales van desde Beijing y Tianjin en el norte, hasta Shanghai, Nanjing y Guangzhou en el sur».
«Los médicos investigados son todos presidentes o directores de hospitales de trasplante de órganos de alto nivel en China. Muchos son responsables de proyectos a nivel estatal en el campo del trasplante de órganos», dijo Wang.
‘Trasplante hepático sin isquemia’
Siete de los médicos que fueron contactados confirmaron que en sus hospitales se llevan a cabo tanto la sustracción del órgano como los trasplantes.
En Estados Unidos, que tiene un sistema completamente desarrollado de donación de órganos, es raro que alguien muera en el mismo hospital en el que un receptor compatible está esperando por un órgano.
Esto parece ser explícito en el caso de un médico que presumió sobre un «trasplante hepático sin isquemia».
En la mayoría de las cirugías de trasplante alrededor del mundo, luego de que se obtienen los órganos, se los mantiene en una solución fría y hielo triturado para preservarlos. Durante este tiempo, no hay un flujo de sangre caliente y oxigenada al órgano. Esto se llama «tiempo de isquemia fría».
También hay otra medida del tiempo de isquemia, llamada «tiempo de isquemia caliente», que mide el tiempo en que el órgano permanece en el cuerpo pero no recibe sangre oxigenada fresca (normalmente porque el corazón se detuvo). El tiempo de isquemia caliente termina cuando el órgano es perfundido con una solución fría y luego es rápidamente extirpado y colocado en hielo, esperando el trasplante en el nuevo cuerpo.
Los hígados, y también el corazón y los pulmones, son particularmente sensibles al daño isquémico, y requieren de un tiempo de isquemia caliente mínimo para asegurar un injerto exitoso.
A continuación, se transcribe una conversación entre Wang y He Xiaoshun, vicepresidente del Hospital Afiliado N° 1 de la Universidad de Sun Yat-sen, en la ciudad de Guangzhou, al sudeste de China, el 16 de noviembre:
Wang: «Usted mencionó que tiene una nueva tecnología, es decir, que puede acortar el tiempo de isquemia caliente, ¿es correcto?»
He Xiaoshun: «Correcto, la tenemos (…) de hecho, no es acortar el tiempo, es (inaudible)».
Wang: «Oh, ¿en serio? Eso significa que no hay tiempo de isquemia caliente en absoluto, ¿cierto?»
He Xiaoshun: «Cierto, cierto. Siempre realizamos los trasplantes [de órganos] cuando los hígados tienen circulación de sangre continua durante todo el proceso».
Wang: “Oh, realizarlos cuando siempre hay circulación de sangre. ¿Cómo se llama su tecnología?».
He Xiaoshun: “Así es. La llamamos ‘Sin isquemia’. No hay pérdida de sangre, así que se llama ‘trasplante hepático sin isquemia'».
Wang: “Oh, déjeme confirmar una vez más. Así que los órganos que actualmente utiliza son todos de [practicantes de] Falun Gong, que son sanos. Así que son órganos muy sanos, ¿cierto?».
He Xiaoshun: “Eh, cierto. No hay necesidad de enjuagar [los órganos] con agua helada o preservarlos en hielo. ¡Todos esos procedimientos pueden ser omitidos!».
Wang: “Oh, eso tiene sentido. Así que, de por sí, los órganos de [los practicantes] de Falun Gong son muy buenos, y además de eso, no está la cuestión de la isquemia caliente, sería incluso mejor».
He Xiaoshun: “Correcto, correcto”.
Wang dijo que un «trasplante hepático sin isquemia» solo puede suceder cuando los órganos son removidos de seres humanos vivos.
El hecho de que los médicos no tuvieran problema de confirmar que la sustracción de órganos ocurre en el hospital para asegurar la «calidad de los órganos», indica que la sustracción forzada de órganos, o el asesinato de personas por sus órganos, continúa sucediendo en los hospitales, dijo Wang.
‘Podríamos tenerlo de hoy para mañana’
Cuando se les preguntó qué tan rápido podrían hacerse los trasplantes, la mayoría de los médicos prometieron que dentro de una semana o dos, el tiempo de espera más largo que dijeron fue de dos meses, y el más corto «de hoy para mañana».
Wang también mantuvo una conversación con Liu Dongfu, director de trasplante renal en el Hospital Yantai Yuhuangding, provincia de Shandong, el 18 de noviembre:
Wang: “¿Cuánto tiempo se tiene que esperar, en caso pueda hacerse la cirugía?»
Liu Dongfu: “Déjeme decirle, puede ser tan rápido como dentro de una semana. Si no es tan rápido, puede hacérsela luego de esperar dos meses, en dos meses».
Wang: “Oh, bueno. Entonces si es rápida, una semana; si es lenta, uno o dos meses, ¿es correcto?».
Liu Dongfu: “Podríamos tener [la fuente del riñón] de hoy para mañana».
El tiempo de espera promedio por un riñón en Estados Unidos es de tres a cinco años, según la Fundación Nacional de Riñón. Wang dijo que un tiempo de espera tan corto es solo posible si un gran número de seres humanos vivos están disponibles para ser asesinados en cualquier momento, una vez efectuado el análisis de compatibilidad.
Los mismos órganos que los ‘Corredores de Órganos’
Un médico de guardia en el Departamento de Cirugía Urológica del Hospital Chaoyang de Beijing, no solo confirmó que los órganos provenían de practicantes de Falun Dafa, sino que también dijo que sus fuentes eran las mismas que las de los «Corredores de Órganos».
Wang mantuvo esta conversación con el médico de guardia, el Dr. Li, el 2 de diciembre:
Wang: “Escuché de unos amigos que, a veces, ustedes van directamente a la fuente de riñones para conseguir los órganos. A veces, [los órganos] son transferidos a través de un corredor desde fuera del hospital. Ahora ya no hay más corredores, ¿cierto?»
Dr. Li: “Puede que aún hayan corredores, pero normalmente las fuentes son…»
Wang: “Los órganos tomados por los corredores también son los órganos normales de [practicantes de] Falun Gong, y la fuente de los órganos es la misma, ¿cierto?».
Dr. Li: “Sí, todos son tomados por ellos”.
Wang: “Mi pregunta es, los que toman los corredores y los que toman ustedes son los mismos, ¿cierto?».
Dr. Li: “Cierto, cierto, cierto”.
Wang explicó que esto ofrece nueva e importante evidencia del crimen de sustracción forzada de órganos a personas vivas.
“Cuando La Gran Época publicó la noticia sobre la sustracción forzada de órganos en vida a practicantes de Falun Dafa en 2006, el Partido Comunista Chino [PCCh] buscó encubrirla afirmando que los órganos provenían de prisioneros condenados a pena de muerte», dijo Wang.
“Luego descubrieron que los prisioneros con pena de muerte eran demasiado pocos para los trasplantes que se hacen cada año, y que la sustracción de órganos de prisioneros condenados a muerte tampoco era aceptada por la comunidad médica internacional, así que intentaron decir que establecerían un sistema de donación de órganos y que en el futuro solamente usarían órganos donados».
“No obstante, pronto se descubrió que su sistema de donación de órganos era un fraude, dado que, primero, ninguno de los supuestos centros de donación de órganos tenía suficientes donantes para sostener el enorme número de trasplantes de órganos en China; y segundo, la gente nunca podía obtener información relativa a los donantes», dijo.
«Si los órganos son realmente de donantes legítimos, toda la información debería ser transparente. Pero en China, la transparencia no existe», agregó.
Wang dijo que cuando el sistema de donación de órganos no fue lo suficientemente bueno como para convencer al mundo exterior, el PCCh pasó a atribuir la fuente de los órganos al mercado negro.
«Entonces, si un médico admite que la fuente de los órganos de estos corredores y de los hospitales es la misma, ¿qué significa eso? Significa que los ‘corredores’ son solo un disfraz para un negocio manejado por el Estado», dijo Wang.
«¿Cuál es el precio?»
Cuando Wang Zhiyuan preguntó por el precio de un trasplante de órganos, Wang Jianli, jefe médico asociado del Instituto de Trasplante de Órganos del Hospital General de la Policía Armada de Beijing, dijo que el precio «no es alto», y que «de 200.000 a 300.000 yuanes [USD 28.000 a USD 43.000] sería suficiente» para un trasplante de hígado.
El Dr. Li del Departamento de Cirugía Urológica del Hospital Chaoyang de Beijing, mencionó que 100.000 yuanes (USD 14.000) sería un adelanto para un trasplante de riñón.
Wang dijo que un trasplante de hígado en China usualmente cuesta entre 700.000 yuanes y más de un millón de yuanes (entre USD 101.000 y USD 144.000). Él cree que se le dio un precio de «descuento» porque Wang Jianli creía que era un funcionario de alto rango de la Comisión de Asuntos Políticos y Legales.
Wang Zhiyuan dijo que la ganancia astronómica de la sustracción forzada de órganos es una de las razones por las que este crimen contra la humanidad aún ocurre a gran escala en China.
Genocidio
Luego de que el entonces dictador Jiang Zemin iniciara una campaña en 1999 para erradicar la práctica espiritual Falun Dafa, la sustracción forzada de órganos se desarrolló como un aspecto de la persecución a los practicantes. Falun Dafa implica vivir según enseñanzas morales basadas en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, y hacer ejercicios lentos y meditativos.
Jiang tenía miedo de Falun Dafa debido a su gran número de practicantes –un estimado de 100 millones en 1999 según la prensa occidental– y al atractivo de sus enseñanzas morales tradicionales para los chinos.
A partir de 1999, hubo un aumento inmediato en el número de trasplantes de órganos realizados en China, que se hizo más pronunciado en los años siguientes. Por ejemplo, en el Hospital Central N° 1 de Tianjin, mientras que en 1998 se realizaron nueve trasplantes de hígado, en 1999 fueron 33 y en 2000, 111. En 2004, el número había aumentado a 1.601.
La frialdad, documentada por la WOIPFG, con la que los altos administradores de trasplante consiguen los órganos de prisioneros de conciencia, contrasta agudamente con el relato de uno de los testigos entrevistados en marzo de 2006, cuando La Gran Época publicó la historia sobre la sustracción forzada de órganos a practicantes vivos de Falun Dafa.
“Annie» era la esposa de un cirujano ocular en el Hospital de Trombosis, Sujiatun, en la ciudad de Shenyang, provincia de Liaoning. Ella reportó que su esposo se había vuelto deprimido, y tenía insomnio y pesadillas. Finalmente, él le confesó que había estado sustrayendo córneas de practicantes de Falun Dafa vivos.
Seguido de los relatos iniciales sobre la sustracción forzada de órganos en Sujiatun, vino el informe de julio de 2006 llamado «Cosecha Sangrienta», por David Kilgour, un ex fiscal del gobierno y ex secretario de Estado para Asia – Pacífico canadiense; y el abogado de derechos humanos, David Matas, que confirmaba los alegatos sobre sustracción forzada de órganos a practicantes de Falun Dafa.
Entre la evidencia considerada para el informe, hubo llamadas telefónicas que se hicieron a médicos de trasplante chinos, en las que los médicos admitieron sustraer órganos a practicantes de Falun Dafa.
Kilgour y Matas se unieron a Ethan Gutmann (autor de «El Matadero: Asesinatos masivos, sustracción de órganos y la solución secreta de China a su problema con los disidentes») para escribir una actualización de «Cosecha Sangrienta». Publicada en junio de 2016, está basada en «un meticuloso examen de los programas de trasplante de cientos de hospitales en China, recurriendo a reportes de la prensa, propaganda oficial, publicaciones médicas, sitios web de los hospitales y una vasta cantidad de sitios web eliminados encontrados en los archivos», según el sitio web del informe.
El informe concluye que el número de trasplantes realizados en China excede por mucho las cifras oficiales y que la fuente principal de los órganos es el asesinato de inocentes, principalmente practicantes de Falun Dafa.
Algunos investigadores están describiendo los 19 años de asesinatos masivos como un «genocidio frío«.
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Cómo los médicos en China se convierten en asesinos
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