La glándula pineal del cerebro humano posee estructuras notablemente similares a las de nuestros ojos. También tiene facultades sorprendentemente similares. Esta glándula tiene células que actúan como receptores de luz, al igual que nuestra retina, y una estructura comparable al vítreo, la sustancia gelatinosa que se encuentra entre la retina y las lentes de nuestros ojos. En la glándula pineal también existe algo parecido a una lente.
Los científicos todavía están aprendiendo mucho sobre el cuerpo pineal. Tanto en los sistemas de creencias orientales como en los occidentales se le conoce como la sede de la conciencia humana. El espiritualismo oriental sostiene que los ojos existen en todo el cuerpo en forma de aberturas, puntos de acupuntura. La ciencia occidental también está llegando a comprender que el cuerpo pineal es una especie de «tercer ojo».
Durante años, los científicos reconocieron las similitudes entre el cuerpo pineal y nuestros ojos. En 1919, Frederick Tilney y Luther Fiske Warren escribieron que dichas similitudes demuestran que la glándula pineal se formó para ser sensible a la luz y posiblemente tener otras capacidades visuales.
Más recientemente, en 1995, la Dra. Cheryl Craft, directora del departamento de células y neurobiología de la Universidad del Sur de California, escribió sobre lo que llamó el «ojo de la mente».
«Bajo la piel del cráneo de una lagartija se encuentra un ‘tercer ojo’ que responde a la luz y que es el … equivalente a la glándula pineal del cerebro humano, que se encuentra en el hueso y segrega hormonas. La glándula pineal humana no tiene acceso a la luz directamente, pero al igual que el ‘tercer ojo’ de la lagartija, muestra una mayor liberación de su hormona, la melatonina, durante la noche», escribió. «La glándula pineal es el ‘ojo de la mente'».
Un haz de fibras nerviosas la conecta con la comisura posterior (otra parte del cerebro que no se conoce bien).
En la década de 1950, los investigadores descubrieron la capacidad del cuerpo pineal para percibir la luz y producir la melatonina correspondiente a los niveles de luz que detecta. De este modo, controla importantes ritmos del organismo y también afecta a los sistemas reproductivo e inmunitario. Anteriormente se pensaba que el cuerpo pineal era vestigial, es decir, que estaba inactivo; este hallazgo reveló que en realidad cumple funciones importantes.
En mayo de 2013, se hizo otro descubrimiento que también podría cambiar la forma de entender el cuerpo pineal.
Se descubrió que el cuerpo pineal de una rata produce N,N-Dimetiltriptamina (DMT), algo que los seres orgánicos producen pero que (de nuevo) no se entiende bien. Esto es interesante porque se sabe que la ingestión de DMT puede inducir experiencias psicodélicas caracterizadas por ser espiritualmente intensas.
El Dr. Rick Strassman, con la aprobación del gobierno de Estados Unidos, llevó a cabo una investigación en la Universidad de Nuevo México en los años 90 en la que inyectó DMT a voluntarios humanos. Fue Strassman quien denominó al DMT la «molécula del espíritu».
La presencia de DMT en las glándulas pineales de las ratas fue confirmada en la Universidad de Michigan por el Dr. Jimo Borjigin y en la Universidad Estatal de Luisiana por el Dr. Steven Barker. Su investigación fue parcialmente financiada por la Fundación de Investigación Cottonwood, dirigida por el Dr. Strassman, que apoya la investigación científica sobre la naturaleza de la conciencia. Su estudio se publicó en la revista Biomedical Chromatography.
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