La fundadora de Moms for America (MFA) dice que los medios de comunicación tergiversaron las protestas en el edificio del Capitolio en Washington D.C. el 6 de enero, y que los manifestantes no «asaltaron» violentamente el edificio ni lo saquearon.
En un comunicado de prensa emitido el 7 de enero, Kimberly Fletcher, madre de ocho hijos y fundadora y presidenta de MFA, dijo que algunos medios de comunicación exageraban la supuesta violencia y el saqueo que ocurrió el miércoles, y afirmó que la mayoría de las acciones realizadas fueron pacíficas.
«Lo que se ve en los medios son mentiras», escribió Fletcher.
«Están tratando de hacer que todo esto sea sobre el Presidente Trump y millones de personas que aman la libertad y simplemente quieren elecciones honestas en las que podamos confiar. Estoy aquí en D.C. Estuve en todos estos eventos. Así que, permítanme compartir la verdad y los hechos».
Fletcher dijo que MFA había sido advertida por la Policía del Capitolio y por su propio equipo de seguridad, que Antifa y BLM se estaban «comunicando a través de sus redes—por correo electrónico y redes sociales— que iban a vestirse como partidarios de Trump, infiltrarse en nuestros eventos y causar problemas».
La fundadora de MFA añadió que para cuando la multitud de manifestantes llegó al Capitolio, las rejas de las bicicletas ya habían sido volteadas o se habían apartado, permitiendo que los manifestantes entraran de manera tranquila en lugar de «asaltar» el lugar.
«La mayoría de ellos simplemente subían las escaleras y se sentaban en los escalones o se paraban en los porches. La mayoría de la gente en el Capitolio simplemente rezaba, hablaba y cantaba ‘Dios bendiga a América’. No teníamos ni idea de lo que estaba pasando dentro del Capitolio», escribió.
«Había toda una plataforma de medios fuera del Capitolio que parecía aburrida porque no pasaba nada más que gente sentada, de pie, hablando, cantando y rezando».
Ella dijo que la multitud de manifestantes que se reunieron en y alrededor del edificio eran de todos los colores, y edades y «unidos en una sola raza humana».
Llevaban banderas, cantaban, mostraban su amor por Estados Unidos, amabilidad y respeto por los demás, escribió Fletcher.
«No asediamos el Capitolio, pero muchos partidarios de Trump siguieron una vez que los muros fueron derribados… ¿Hubo algunos que actuaron de manera indisciplinada?, sí. Y aunque no apruebo las acciones, ciertamente entiendo la frustración que hay detrás de ellas», dijo.
Fletcher continuó acusando a los medios de mentir y crear sensacionalismo con los eventos del miércoles, señalando que hubo un «disturbio de 30 minutos por unos pocos radicales entre miles de personas que se estaban reuniendo pacíficamente».
«El exvicepresidente Joe Biden introdujo la frase ‘bajo asedio’ que se convirtió en el tema de conversación habitual de los medios», continuó.
«Aún así, los que entraron, aunque no debieron hacerlo, no desfiguraron la propiedad ni derribaron las estatuas. No saquearon, quemaron o robaron nada», dijo Fletcher.
«Todos están frustrados, descorazonados y algunos incluso desesperados porque les están robando las elecciones, pero nadie se está amotinando o saqueando o quemando el Capitolio», añadió.
El miércoles, el periodista Andy Ngo, experto en Antifa, desestimó las afirmaciones de que el grupo estaba detrás de las protestas en el Capitolio.
«La gente que ocupa el edificio del Capitolio no parece gente de Antifa vestida con trajes de Trump o disfraces de Trump», dijo a The Washington Examiner. «No he visto ninguna evidencia de que sean capaces de coordinar una infiltración masiva a esta escala antes, así que soy muy escéptico de que hayan sido capaces de hacerlo aquí sin que se filtre nada de esa información».
Cinco personas murieron trágicamente durante los disturbios del miércoles, y los oficiales han hecho hasta ahora 68 arrestos.
Ashli Babbitt, de 35 años, de Huntington, Maryland, murió de una herida de bala después de recibir un disparo dentro del edificio del Capitolio. Rosanne Boyland, de 34 años, de Kennesaw (Georgia); Kevin Greeson, de 55 años, de Atenas (Alabama); y Benjamin Phillips, de 50 años, de Ringtown (Pensilvania), todos sufrieron emergencias médicas.
El oficial de policía Brian Sicknick murió alrededor de las 9:30 p.m. el jueves por la noche.
La Casa Blanca condenó el jueves la violencia que tuvo lugar en el Capitolio y aseguró al pueblo estadounidense que habrá una «transición ordenada del poder».
The Epoch Times contactó a la policía del Capitolio de EE.UU. para solicitar sus comentarios.
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