La discreta felicitación de Beijing al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, incluyó advertencias veladas que revelan las preocupaciones del líder del régimen chino, Xi Jinping, según explicó un experto en asuntos chinos a The Epoch Times.
«Xi Jinping ha felicitado al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump. El presidente Xi Jinping señaló que la historia demuestra que la cooperación entre China y Estados Unidos beneficia a ambas partes, mientras que el conflicto perjudica a ambos», declaró la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, durante una rueda de prensa en Beijing el 7 de noviembre.
El gesto de Xi de felicitar a Trump representa una mera cortesía diplomática, y el regreso del expresidente a la Casa Blanca es lo último que Xi desea, afirmó Chin Jin, experto en China y presidente mundial de la Federación para una China Democrática.
«Durante los cuatro años de mandato de Trump, la relación entre Estados Unidos y China fue muy tensa», explicó. «El objetivo de Trump consiste en equilibrar el déficit comercial con China, lo que causará un daño considerable a la economía china».
El déficit comercial de Estados Unidos con China, que aumentó con los años, alcanzó los 367,400 millones de dólares en 2022, según la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos.
Durante la campaña electoral, Trump propuso imponer aranceles de hasta el 60% a los productos chinos para reforzar el cumplimiento del acuerdo de Fase Uno que logró hacia el final de su primer mandato, el cual abordaba las exigencias estadounidenses sobre propiedad intelectual, transferencias forzosas de tecnología y acceso al mercado.
En su felicitación, Xi enfatizó que ambas naciones deben equilibrar sus intereses y pueden «ganar mediante la cooperación y perder con la confrontación».
Chin sostiene que esta afirmación es falsa.
«Si ambos países pudieran realmente cooperar, China podría haber ganado el doble», señaló, añadiendo que la confrontación no conduciría a una pérdida mutua, sino al colapso del PCCh.
«Trump no caerá en la trampa, por lo que las palabras de Xi no tendrán ningún efecto disuasorio sobre el presidente electo».
Conflicto en Taiwán
Beijing reafirmó su firme postura sobre la cuestión de Taiwán en la rueda de prensa del 7 de noviembre, cuando se le preguntó por los comentarios de Trump sobre que su reelección disuadiría una invasión china a Taiwán.
«La cuestión de Taiwán constituye el asunto más importante y sensible en las relaciones entre China y Estados Unidos. China se opone firmemente a cualquier intercambio oficial entre Estados Unidos y Taiwán. Esta posición es coherente y clara», afirmó Mao.
En una entrevista concedida en septiembre al Washington Post, cuando preguntaron a Trump si creía que China atacaría Taiwán si él fuera presidente, respondió: «No, no mientras yo sea presidente», aunque advirtió: «Con el tiempo, lo harán».
Mientras Mao advertía a Estados Unidos de que su postura sobre Taiwán podría dañar las relaciones entre China y Estados Unidos y la estabilidad regional, Chin señaló que la reelección de Trump haría imposible una guerra en el estrecho de Taiwán.
«Lo que Xi teme ahora son los aranceles y una guerra comercial, no el estrecho de Taiwán», explicó. «Con Trump en la presidencia, Xi no se atrevería a emprender acciones militares contra Taiwán».
«A Trump no le importa cruzar las líneas que [el PCCh] traza en la arena, siempre que se alinee con los intereses nacionales y fortalezca a Estados Unidos».
Citó como ejemplo cuando Trump cruzó una de esas líneas poco después de ganar las elecciones presidenciales de 2016. Trump violó el «principio de una sola China» del PCCh al aceptar una llamada de la entonces presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, quien lo felicitó por su victoria. Era la primera vez desde 1979 —cuando Washington cortó los lazos formales con Taipei y adoptó la política de «una sola China»— que un presidente o presidente electo estadounidense hablaba con un presidente taiwanés.
El «principio de una sola China» del PCCh establece que China continental y Taiwán son partes inalienables de una única «China».
Chin no cree que Xi inicie una guerra aunque Trump no hubiera ganado.
«Incluso sin Trump, Xi enfrentaría el aislamiento internacional [si el PCCh invadiera Taiwán]», señaló, mencionando la existencia de AUKUS —la alianza trilateral entre Estados Unidos, Reino Unido y Australia— y otros aliados del Indo-Pacífico, incluidos Japón y Filipinas.
«¿Cómo podría China ir a la guerra? Si Xi autoriza el ataque, Taiwán se convertirá en tierra arrasada y el PCCh en humo y cenizas… Creo que Xi puede ver este resultado; solo está fingiendo».
Chin, veterano defensor de una China poscomunista, señaló que el regreso de Trump a la Casa Blanca podría conducir a una nueva dirección política mundial y que Trump, los republicanos y los líderes excepcionales con «valentía y visión» podrían debilitar al PCCh y provocar un cambio político incluso en China.
«Creo que bajo el liderazgo de Trump, el mundo verá una nueva situación», afirmó.
«Estados Unidos volverá a ser grande, el mundo estará en paz y la amenaza de una guerra mundial se reducirá significativamente».
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