El cáncer puede prevenirse, tratarse y recuperarse si se consigue enriquecer la «energía vital» y mejorar la capacidad de autocuración. Esto es lo que dijo Xu Zhonghua, experto en medicina tradicional china y occidental integrada y profesor del Instituto de Medicina Tradicional de la Universidad Yang-Ming Chiao Tung de Taiwán, durante una entrevista reciente en el programa «Salud 1+1» de NTDTV.
Xu creció en una familia de practicantes de medicina tradicional china (MTC). Tras completar su formación en medicina occidental, también empleó sus conocimientos de MTC para tratar enfermedades difíciles y complicadas, especialmente el cáncer. Lleva más de 30 años ejerciendo la medicina y atiende a muchos pacientes de cáncer.
Historias de curación
Xu citó un caso que le acompaña durante años. El paciente era un sacerdote francés, Jacques Leroux, que llevaba más de 40 años viviendo en Taiwán. Un día vino a ver a Xu por un cáncer de sangre. Empezó a tomar la medicina china prescrita por Xu, y el tumor inflamado de la nuca mejoró gradualmente durante unos años.
Pasaron otros cuatro o cinco años y el tumor reapareció. Volvió a ver a Xu, diciéndole que estaba demasiado ocupado en el trabajo y que aún había muchas cosas que Dios le había pedido que hiciera, por lo que no había recibido quimioterapia. Siguió trabajando y tomando el tratamiento de MTC durante dos o tres años y, finalmente, todos sus tumores desaparecieron sin quimioterapia.
Inspirado por este caso, Xu publicó un libro, «El poder de fomentar la energía positiva», que exploraba las fuerzas desconocidas que pueden hacer desaparecer tumores milagrosamente. Entrevistó a Leroux en su iglesia para conocer a fondo la trayectoria de superación del cáncer de este sacerdote, especialmente el papel de la fe en ella.
Otro caso que Xu relató fue el de la boxeadora taiwanesa Chen Nien-chin, que ganó la medalla de bronce en la categoría femenina de 66 kilos en los Juegos Olímpicos de París en agosto de 2024. Chen padecía un linfoma de Hodgkin y se había sometido a ocho sesiones de quimioterapia a lo largo de los años. Aun así, Xu estaba convencido de que fue su fuerza de voluntad lo que la ayudó no sólo a vencer al cáncer, sino también a recuperar su cuerpo en mejor forma para la competición.
2 tipos de energía vital
El tratamiento al que debe someterse un paciente con cáncer es realmente doloroso, afirma Xu. Suele haber rondas de cirugía, quimioterapia, radiación o terapia dirigida, todas ellas perjudiciales para el qi, la energía vital del cuerpo. Desde la perspectiva de la MTC, el qi es la energía vital que constituye la vida. Es una sustancia crucial pero delicada que circula sin cesar por el cuerpo humano para mantener todas las funcionalidades fisiológicas.
Xu explicó que hay dos tipos de energía vital. Una es innata en el cuerpo y está vinculada a los órganos internos y a la circulación del qi y la sangre; la otra reside en la mente, que dirige los pensamientos y las ideas. Para cultivar la energía positiva del cuerpo, la mente debe ser lo más amable, tolerante, positiva y optimista posible. La energía positiva favorece la buena salud.
Xu dijo que, tras pasar por una serie traumática de tratamientos, la energía vital innata de un paciente de cáncer se verá inevitablemente dañada. Para recuperarse, se puede empezar caminando 20 minutos al día e ir aumentando el tiempo poco a poco. No se presione demasiado. A medida que se mejore, es fundamental pensar de forma más positiva. Cuando se dispone de ambos tipos de energía, la persona puede recuperar su capacidad de autocuración.
3 elementos cruciales para combatir el cáncer
Xu hizo las siguientes recomendaciones para cada elemento que compone a una persona:
– Cuerpo: Manténgase activo. Elija ejercicios adecuados y moderados y cúmplalos con constancia.
– Mente: Encuentre la calma. Centre su mente, participe en la autorreflexión y el diálogo, y despeje los pensamientos negativos.
– Espíritu: Encuentra la paz. Deja de pensar en exceso y confía tu espíritu a una presencia superior.
Además de hacer ejercicio con regularidad, sugirió a los pacientes que se permitieran algún tiempo de tranquilidad. Por ejemplo, dedicar media hora al día a sentarse a reflexionar.
Un artículo publicado en Cancer, una revista de la Sociedad Americana contra el Cáncer, ahondaba en diversas terapias cuerpo-mente especialmente relevantes para los supervivientes de cáncer, mostrando que la meditación basada en la atención plena puede contribuir a mejorar la autorregulación de los pacientes y ayudarles a elegir estrategias de afrontamiento más saludables.
Otro estudio genómico a gran escala descubrió que los retiros de meditación pueden mejorar la función inmunitaria sin activar señales inflamatorias, lo que convierte a la meditación en una intervención conductual eficaz para diversas enfermedades relacionadas con sistemas inmunitarios debilitados, incluidos ciertos tipos de cáncer.
Xu cree que es importante contar con el apoyo de la religión o la fe. Ha descubierto que quienes tienen fe suelen tener una fuente de apoyo durante las grandes dificultades y contratiempos, lo que les ayuda a mantener una mentalidad positiva.
Xu se ha topado con muchos pacientes de cáncer que se enfrentaban a situaciones de vida o muerte y descubrió que muchos de los que vencen al cáncer tienen fe. Para ellos, no se trata sólo de tratar el cáncer; mantener la salud física y alcanzar la paz interior también son muy importantes.
Según Xu, no importa si estás sano o no, si eres mayor o estás gravemente enfermo, siempre que pongas en práctica estas tres formas de fomentar la energía positiva en tu vida diaria, puedes confiar en ti mismo para mejorar tu inmunidad y tu poder de autocuración para alejar nuevas enfermedades, evitar que reaparezcan las antiguas y lograr una vida más sana.
Un estudio publicado en CA: A Cancer Journal for Clinicians, la revista más influyente de la Sociedad Americana del Cáncer, muestra que, aunque la espiritualidad es difícil de definir con claridad y de medir con precisión en la ciencia moderna, cada vez hay más bibliografía que describe su importancia en oncología y supervivencia. Las creencias espirituales influyen en la toma de decisiones de los pacientes con cáncer en relación con las terapias medicinales complementarias y alternativas, que incluyen la meditación de atención plena, el qigong, etc.
2 Puntos clave en la prevención del cáncer
Siempre es mejor prevenir que curar, y la prevención del cáncer sigue siendo un tema importante. Xu aportó dos sugerencias al respecto.
En primer lugar, observe regularmente cualquier cambio en su cuerpo y consulte las experiencias de familiares o amigos que hayan padecido cáncer para comprender los cambios que notaron durante su enfermedad, incluidos los síntomas detectables.
Cuanto antes se detecte y trate el cáncer, mayores serán las posibilidades de curación. Si se detecta un problema durante un análisis de sangre u otros exámenes, esperar hasta entonces para acudir al médico puede ser a veces demasiado tarde.
En segundo lugar, absorber conocimientos precisos, para luego interiorizarlos y aplicarlos en la vida diaria, es esencial para proteger la salud mental y física. Por ejemplo, leer más libros y ver programas relacionados con la salud y el bienestar puede ser beneficioso.
Además, Xu dijo que también se puede pedir ayuda a los practicantes de MTC cuando se sienta que algo no va bien.
Un médico experto en MTC puede detectar problemas mediante el diagnóstico del pulso antes de que aparezcan los síntomas. Esto forma parte del proceso de diagnóstico de la MTC conocido como «observación, escucha, indagación y pulso». «Observación» se refiere al modo en que el médico evalúa los signos de enfermedad observando el aspecto del paciente, la lengua, los labios, el color de la piel y la complexión general.
Combinación de medicina tradicional china y occidental
Xu aconsejó un enfoque integral de las opciones de tratamiento del cáncer en lugar de basarse en un único método de tratamiento. Dijo que la medicina occidental se dirige principalmente a las células cancerosas, mientras que la MTC refuerza la inmunidad y mejora la eficacia del tratamiento, trabajando para eliminar las células cancerosas de forma holística. Esta combinación contribuye significativamente tanto a la tasa de curación como a la supervivencia de los pacientes. La integración de la medicina occidental y la china permite un enfoque complementario, aprovechando los puntos fuertes de ambas para lograr un efecto terapéutico superior a la suma de sus partes.
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