Mentiras constantes sobre la inyección de terapia génica

Por Joseph Mercola
18 de julio de 2023 2:33 PM Actualizado: 18 de julio de 2023 2:33 PM

Mientras investigaban el potencial de variaciones en los efectos secundarios de un lote de inyecciones a otro, estos autores hicieron un descubrimiento sorprendente: el 30 por ciento de las dosis totales administradas ese año en este país no tuvo efectos secundarios, algo que solo sucede cuando se usa un placebo. ¿Los reguladores lo sabían?

UN VISTAZO A LA HISTORIA

– Dado que las inyecciones de ARNm contienen varias tecnologías novedosas, deberían estar sujetas a más controles que las vacunas convencionales. Sin embargo, no lo son. De hecho, no están cubiertas por alguna normativa específica.

– Las inyecciones de mRNA contra COVID-19 son terapias génicas, pero no están reguladas como tales. Al colocar una etiqueta fraudulenta de «vacuna» en las terapias génicas, están siendo desarrolladas fuera del marco regulatorio que las rige.

– Un marco alternativo que podría regular las inyecciones de ARNm serían las regulaciones pro-drogas Tipo 1A, pero tampoco están siendo reguladas como tales.

– Según la definición de la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA), la terapia génica cubre dos modos de operación. O altera las propiedades biológicas de las células vivas y/o modifica sus genes. Esto significa que incluso si el producto no modifica sus genes, sigue siendo una terapia génica si modifica las propiedades de las células, que es lo que hacen las inyecciones de COVID-19.

– Los datos muestran que 1 de cada 3 inyecciones de Pfizer contra  COVID -19 administradas en Dinamarca fueron placebo, y los reguladores deben haberlo sabido.

Si bien las inyecciones contra COVID-19 se conocen como «vacunas», no cumplen con la definición clásica de vacuna. Las autoridades sanitarias necesitaban cambiar la definición(1) para dar cabida a las vacunas contra COVID -19 y acabar con la discusión de que, como terapias génicas experimentales, pueden ser más riesgosas que las vacunas tradicionales.

Mientras tanto, según la definición(2,3) de «terapia génica» de la Administración de Drogas y Alimentos de los EE.UU. (FDA), son claramente terapias génicas, y tanto Moderna(4) como BioNTech(5) reconocen esto en sus declaraciones de registro en la Comisión de Bolsa y Valores.

En un artículo(6) de 2014 el fundador de BioNTech, Ugur Sahin, también afirmó que «uno esperaría que la clasificación de un fármaco de ARNm fuera biológica, terapia génica o terapia de células somáticas».

Públicamente, sin embargo, los fabricantes de medicamentos, los reguladores y, por supuesto, los medios de comunicación han hecho todo lo posible para asegurarse de que la gente no piense en ellos de esa manera. Ahora, un artículo revisado por pares(7,8) ha intervenido en la controversia enfatizado que las inyecciones de ARNm de COVID -19 “deberían etiquetarse como terapia génica”.

Las inyecciones de ARNm son terapia génica, pero no están reguladas como tales

Como se señala en este artículo, publicado en International Journal of Molecular Science el 22 de junio de 2023:

“Las vacunas contra COVID-19 se desarrollaron y aprobaron rápidamente en respuesta a la urgencia creada por la pandemia. No existía una normativa específica en el momento de su comercialización. Por lo tanto, las agencias reguladoras las adaptaron con carácter de urgencia.

Ahora que ha pasado la emergencia pandémica es hora de considerar los problemas de seguridad asociados con esta rápida aprobación. El modo de acción de las vacunas de ARNm contra COVID-19 debería clasificarlas como productos de terapia génica (GTP), pero las agencias reguladoras las han excluido.(9)

“Algunas de las pruebas a las que han sido sometido como vacunas arrojaron resultados no satisfactorios en términos de pureza, calidad y homogeneidad de lotes. La biodistribución amplia y persistente de las ARNm y sus productos proteicos, incompletamente estudiada debido a su clasificación como vacunas, plantea problemas de seguridad.

Estudios posteriores a su comercialización han demostrado que el ARNm pasa a la leche materna y podría tener efectos adversos en los bebés amamantados. La expresión a largo plazo, la integración en el genoma, la transmisión a la línea germinal, el paso a los espermatozoides, la toxicidad embrio/fetal y perinatal, la genotoxicidad y la tumorigenicidad deben estudiarse a la luz de los eventos adversos informados en las bases de datos de farmacovigilancia.

La transmisión horizontal potencial (es decir, el desprendimiento) también debería haberse evaluado. Debe llevarse a cabo una vigilancia exhaustiva de vacunas. Esperamos que estos controles sean necesarios para futuras vacunas de ARNm desarrolladas fuera del contexto de una pandemia”.

Las inyecciones de ARNm no califican como vacunas

Banoun pasa a revisar las definiciones de vacuna y terapia génica enumeradas por la FDA, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), la Organización Mundial de la Salud y la Agencia Nacional Francesa de Seguridad del Medicamento(ANSM). Entre estos, la ANSM y la EMA especifican que una vacuna debe contener uno o más antígenos.

Según esa definición las inyecciones de ARNm no califican como vacunas en Francia y [en el resto de] Europa porque no contienen antígenos. El principio activo que provoca una respuesta inmunitaria contraria es el ARNm. El ARNm le indica a sus células que produzcan el antígeno. El ARNm no es un antígeno en sí mismo. En el caso de COVID-19, el antígeno que se produce es una proteína de espiga de SARS-CoV-2 modificada.

De acuerdo con la definición actualizada(10) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., una vacuna es una preparación que estimula una respuesta inmunitaria contra la enfermedad. La definición clásica especificaba que una vacuna daría como resultado inmunidad contra la enfermedad en cuestión, pero esta especificidad fue eliminada para dar entrada a las inyecciones de COVID -19.(11)

Sin embargo, las inyecciones de ARNm claramente entran dentro de la definición de terapia génica de la FDA, porque la terapia génica:(12)

“… busca modificar o manipular la expresión de un gen o alterar las propiedades biológicas de las células vivas para uso terapéutico. La terapia génica es una técnica que modifica los genes de una persona para tratar o curar enfermedades…”

Tenga en cuenta que la terapia génica cubre dos modos diferentes de operación. Una terapia génica es algo que altera las propiedades biológicas de las células vivas y/o modifica sus genes. Esto quiere decir que aunque el producto no modifique tus genes, sigue siendo una terapia génica si modifica las propiedades de las células, que es precisamente lo que hacen las vacunas contra el COVID- 19.

Las inyecciones de ARNm permanecen fuera de las definiciones reglamentarias

La autora de ese artículo del International Journal of Molecular Science, la investigadora independiente Hélène Banoun, compara los controles requeridos por las regulaciones para los productos de terapia génica con los que se aplican a las inyecciones de COVID-19 y los posibles problemas de seguridad que surgen debido a la ausencia de estos controles.

Es importante destacar que Banoun señala que, dado que las inyecciones de mRNA contra COVID-19 contienen varias tecnologías novedosas, «deberían estar sujetas a más controles que las vacunas convencionales». Sin embargo no lo están. Ni siquiera están cubiertas por ninguna normativa específica.

Como se señaló en un artículo de mayo de 2022 en Advanced Drug Delivery Reviews(13) «Las pautas actuales no se aplican, no mencionan las terapias de ARN o no tienen una definición ampliamente aceptada». Esto, a pesar de que existen varias diferencias muy relevantes entre las vacunas convencionales y las terapias de ARNm.

En otras palabras, hasta el día de hoy las inyecciones de ARNm están en una especie de limbo desde un punto de vista regulatorio. Las autoridades sanitarias las están utilizando, promoviéndolas y autorizando vacunas actualizadas a pesar de que no existe un marco normativo que garantice su seguridad.

Las inyecciones de ARNm se implementan sin pautas regulatorias

Claramente, no se puede permitir que esto continúe, viendo cómo los fabricantes de vacunas están ahora reemplazando una larga lista de vacunas clásicas con vacunas basadas en ARNm. También están desarrollando y probando las llamadas «vacunas» de ARNm contra enfermedades no infecciosas como el cáncer, y como lo señaló Banoun(14):

“Debemos estar muy atentos al término vacuna asociado a los medicamentos terapéuticos, particularmente en lo que se refiere a la normativa que les aplica. Estas terapias no son vacunas contra enfermedades infecciosas y, por lo tanto, deben seguir cumpliendo con las regulaciones de GTP [gene therapy product o producto de terapia génica]”.

En otras palabras, al colocar una etiqueta fraudulenta de «vacuna» en las terapias génicas para enfermedades no infecciosas, pueden desarrollarse y se están desarrollando por fuera del marco regulatorio que las rige. Un marco alternativo que podría regular las inyecciones de ARNm serían las regulaciones pro-drogas Tipo 1A, pero tampoco están siendo reguladas como tales. Como señaló Banoun(15):

“Según la FDA las vacunas de ARNm corresponden al Tipo IA de profármacos(16), que son sustancias que las células convierten en fármacos activos. Esta propiedad pro-fármaco podría implicar controles adicionales a los aplicados a las vacunas. Sin embargo, ni la FDA ni la EMA hacen ninguna referencia a estas calificaciones para las vacunas anti-COVID-19 de ARNm”.

Por lo tanto, estas inyecciones no están siendo reguladas como terapias génicas, ni como prodrogas, aunque estas son las dos únicas definiciones que las describen correctamente. Como explicó el científico investigador Dr. David Wiseman en una entrevista con The Epoch Times(17):

“Con una vacuna convencional tienes el antígeno y lo inyectas en una persona y eso es lo que tu sistema inmunitario observa y dice, ‘ah, ajá’, necesitamos producir anticuerpos, células T y otros componentes del sistema inmunitario a lo que se inyecta.

La reacción principal de una vacuna de ARNm es que le indica al cuerpo cómo producir el antígeno de interés. Por lo tanto, es similar a una prodroga, que se convierte dentro del cuerpo a través del metabolismo y de las enzimas en el efecto deseado de la droga.

La sustancia que estás inyectando no está haciendo la acción final; lleva a la cosa que hace la acción final. Con un profármaco, la molécula que inyectas no se transforma en la molécula final del antígeno, simplemente proporciona instrucciones, porque es terapia génica”.

El Dr. Wiseman también señaló que, si bien la FDA puede «cambiar o excluir lo que quiera de la guía reglamentaria… no cambia la definición biológica del producto». Y, «dado que las vacunas Pfizer y Moderna contra COVID-19 cumplen con la definición de terapia génica, deben manejarse de acuerdo con las pautas de terapia génica».

Las inyecciones de COVID pasaron por alto los estudios esenciales

Debido a que las inyecciones de COVID-19 no se clasificaron como terapia génica, no se realizaron las pruebas requeridas para esta clase de medicamentos, incluidas las pruebas para evaluar:

– Genotoxicidad.

– Integración del genoma.

– Transmisión por línea germinal.

– Mutagénesis por inserción.

– Tumorigenicidad.

– Toxicidad embrionaria, fetal y perinatal.

– Expresión a largo plazo.

– Biodistribución.

– Excreción ambiental, como la eliminación a través del líquido seminal, el sudor o la leche materna.

Además de eso, las inyecciones de mRNA contra COVID-19 tampoco cumplieron con los estándares básicos requeridos para las vacunas, como los estándares de pureza del producto. Las investigaciones han revelado problemas de contaminación masiva, así como variaciones salvajes en la concentración y pureza de los lotes.

Al comentar sobre la falta de pruebas realizadas en las vacunas contra COVID-19, el Dr. Wiseman le dijo a The Epoch Times(18):

“Se deberían haber hecho varios estudios, pero no se hicieron porque estaban bajo los auspicios de las vacunas. Pero al leer las pautas no dicen que estos estudios sean innecesarios, solo que las circunstancias pueden considerarlos innecesarios.

Necesitamos leyes para los productos que digan que no se pueden excluir de las reglamentaciones simplemente porque se tiene la gana, porque siguen siendo terapias génicas. Estamos secuestrando las máquinas de nuestros cuerpos para producir proteínas de espiga de una manera incontrolada e indefinida; hay demasiadas cosas que no conocemos”.

Las inyecciones de ARNm no reguladas son una caja de Pandora

Banoun escribe(19):

“El monitoreo de seguridad a largo plazo de las GTP se requiere durante varios años, mientras que, para las vacunas, generalmente solo se lleva a cabo durante unas pocas semanas. Esto no debería ser aceptable, dada la persistencia del medicamento y la proteína expresada.

Los resultados conocidos de las terapias contra el cáncer y las vacunas de ARNm podrían llevarnos a anticipar problemas de seguridad y eficacia. En el caso de los ARNm contra el cáncer, la gran mayoría de los ensayos clínicos abiertos se han llevado a cabo en un número muy pequeño de pacientes, con resultados no publicados o negativos.

Los estudios aleatorizados también mostraron resultados negativos, informando eventos adversos más frecuentes en el grupo de tratamiento. En cuanto a las enfermedades infecciosas, dos ensayos de vacunas de ARNm encapsuladas en LNP [nanopartículas lipídicas] mostraron efectos adversos notables.

Un ensayo de una vacuna de ARNm contra la rabia mostró numerosos efectos adversos superiores a los de la vacuna clásica, que ya es muy reactogénica, en particular la linfopenia (este efecto también se encontró para las vacunas de ARNm anti-COVID-19).

Un ensayo de vacuna contra la influenza mostró efectos adversos graves en humanos (se observaron 31 sujetos durante solo 43 días y se encontraron al menos 4 efectos adversos graves)… Según otro ensayo de VIH de 15 participantes contra un placebo, las respuestas inmunitarias fueron insatisfactorias y de duración limitada.

El propio fundador de BioNTech, Uğur Şahin, advirtió(20) contra el uso de la optimización de codon, que puede alterar la velocidad de traslado y provocar un plegamiento incorrecto. También subrayó la toxicidad potencial de los nucleótidos no naturales. Asimismo mencionó la amplia biodistribución del ARNm inyectado por vía intramuscular. Nos recordó que debemos temer la propia aparición de anticuerpos anti-ARNm en pacientes que padecen enfermedades autoinmunes…

La OMS [Organización Mundial de la Salud] declaró el final de la fase de emergencia de la pandemia de COVID-19 a principios de mayo de 2023, pero continuará autorizando el uso del procedimiento EUL (Emergency Use Listed).

La autorización de emergencia de vacunas debe transformarse en precalificación a través de una transición fluida. Sin embargo, se debe abrir una discusión pública amplia sobre esta transición al uso rutinario de vacunas de ARNm, sin que estas estén sujetas a los controles requeridos para las GTP”.

Un tercio de las inyecciones de Pfizer fueron placebo

En noticias relacionadas, Kim Iversen reveló recientemente la nota explosiva de que 1 de cada 3 inyecciones de Pfizer contra COVID-19 administradas en Dinamarca eran placebo, y los reguladores deben haberlo sabido. Los datos de esta afirmación provienen de una carta al editor publicada en el European Journal of Clinical Investigation a finales de marzo de 2023.(21)

Los tres autores decidieron investigar el potencial de variaciones en los efectos secundarios dependientes del lote. Para ello, examinaron las tasas de presuntos efectos adversos (SAE) entre diferentes lotes de BNT162b2 administrados en Dinamarca, que tiene una población de 5.8 millones de personas, entre el 27 de diciembre del 2020 y el 11 de enero del 2022. Lo que descubrieron fue impactante. Como explican los autores:

“Los SAE se contaron a nivel de lote al vincular los SAE individuales a la(s) etiqueta(s) del lote de la(s) dosis de BNT162b que el sujeto había recibido. El número total de SAE asociados con cada lote se dividió por el número de dosis del lote para obtener la tasa de SAE por 1000 dosis…

[La h]eterogeneidad en la relación entre el número de SAE y las dosis por lote de vacunas se evaluó mediante una transformación logarítmica seguida de un análisis de conglomerados no jerárquico y una prueba de modelo lineal general (GLM) para las diferencias en las tasas de SAE entre lotes…

Se administraron un total de 10,793,766 dosis a 4,026,575 personas con el uso de 52 lotes diferentes de vacuna BNT162b2 (2340–814 320 dosis por lote) y se registraron 43,496 SAE en 13,635 personas, lo que equivale a 3.19 ± 0.03 (media ± SEM) SAE por persona…

Las etiquetas de los lotes se registraron de forma incompleta o faltaban para el 7.11 por ciento de los SAE, lo que dejó 61,847 SAE identificables por lotes para un análisis posterior, de los cuales 14,509 (23.5 por ciento) se clasificaron como SAE graves y 579 (0.9 por ciento) fueron muertes relacionadas con SAE.

Inesperadamente, las tasas de SAE por 1000 dosis variaron considerablemente entre lotes de vacunas, con 2.32 (0.09–3.59) (mediana [rango intercuartílico]) SAE por 1000 dosis, y se observó una heterogeneidad significativa en la relación entre el número de SAE por 1000 dosis y el número de dosis en los lotes individuales.

Se discernieron tres líneas de tendencia predominantes, con tasas de SAE notablemente más bajas en lotes de vacunas más grandes y una heterogeneidad adicional dependiente del lote en la distribución de la gravedad de SAE entre los lotes que representan las tres líneas de tendencia.

En comparación con las tasas de todos los SAE, los SAE graves y las muertes relacionadas con SAE por cada 1000 dosis fueron mucho menos frecuentes y la cantidad de estos SAE por cada 1000 dosis mostró una variabilidad considerablemente mayor entre lotes, con una separación menor entre las tres líneas de tendencia».

En el video anterior, la Sra. Iversen muestra los gráficos lineales a los que se hace referencia aquí, lo que facilita la comprensión de las implicaciones de estos datos. Para resumir, los datos mostraron que en los lotes más peligrosos (marcados en azul), la tasa de efectos secundarios fue de 1 en 10 y 1 en 6. En los lotes moderadamente peligrosos (verde), la tasa de efectos secundarios fue de aproximadamente 1 en 400.

Curiosamente, algunos lotes (amarillos) no tenían ningún efecto secundario asociado con ellos. Estos lotes representaron alrededor del 30 por ciento de las dosis totales administradas ese año. ¿Cómo es posible? La única vez que esto sucede es cuando se tiene un grupo de control que se administra como un placebo inerte.

El regulador no probó las inyecciones de placebo

La trama se complica a partir de ahí, porque los datos también revelan que los reguladores daneses deben haber sabido que ciertos lotes eran placebo. ¿Cómo? Como lo explicó la Sra. Iversen, los reguladores deben realizar pruebas de rutina de los lotes en varios momentos, y cuando otro grupo de investigadores comparó los hallazgos anteriores con los lotes probados, descubrieron(22) que:

– Todos los lotes más tóxicos se sometieron a pruebas de muestra por parte de los reguladores.

– Se probaron todos menos dos de los lotes moderadamente tóxicos.

– Solo se analizó uno de los lotes de placebo.

Estaban experimentando con personas… La única otra cosa que es posible es que estuvieran encubriendo la gran cantidad de efectos secundarios… y la única forma de mitigarlo, de mantener la calma pública y de seguir inyectándose, es dar a una parte de ellos un placebo.

—Kim Iversen

Como señaló la Sra. Iversen en su programa:

“¿Cuáles son las posibilidades de que el grupo que no tuvo ningún efecto secundario, que parece un placebo, que parece una solución salina… que ninguno de ellos haya sido probado excepto uno, cuando todos los demás fueron probados? Los reguladores sabían que no necesitaban probar la solución salina. Habría sido una pérdida de tiempo, así que no lo hicieron… Eso [es lo que] parece”.

Los lotes peligrosos contenían menos dosis

Otro factor que sugiere que se estaba experimentando con el público es el hecho de que los lotes más peligrosos tenían muchas menos dosis por lote, en comparación con los lotes moderadamente peligrosos y los lotes de placebo.

“Estaban experimentando con personas. No hay otra manera de dividirlo”, dice la Sra. Iversen. “La única otra cosa que es posible es que estuvieran encubriendo la gran cantidad de efectos secundarios… y la única forma de mitigarlo, de mantener al público tranquilo y de seguir inyectando, es administrar a una parte de ellos un placebo… Esto es criminal”.

Al principio, muchos otros y yo advertimos que, de hecho, todos participaban en un estudio experimental, no solo los que se inscribían en los ensayos clínicos. Esta evidencia sugiere que eso es exactamente lo que sucedió. Algunos recibieron un placebo y otros recibieron el McCoy verdadero, pero no la misma fórmula.

Y aunque esta investigación solo incluyó a personas en Dinamarca, es muy posible que el mismo tipo de prueba de multidosis o multiformulación también se estuviera realizando en otros países. Por ejemplo HowBad.info(23) también ha demostrado que algunos lotes están asociados con tasas mucho más altas de efectos secundarios graves y letales que otros, y que algunos lotes parecen completamente inofensivos.

«Aumento inexorable del exceso de mortalidad»

Para cerrar, The Daily Skeptic(24) revisó recientemente los datos que muestran que el exceso de mortalidad sigue aumentando, después de la implementación de las inyecciones de COVID-19, sin señales de detenerse:

“… las tendencias básicas de mortalidad no respiratoria (NRM), que han sido muy estables durante los últimos 10 años, pueden proporcionar un criterio útil para medir cualquier tipo de cambio extraordinario que pueda ocurrir.

Desde el lanzamiento de la vacuna, de hecho, ha habido cambios radicales en esta métrica… Desafortunadamente, todavía no hay evidencia de una desaceleración real de este desarrollo alarmante.

Aquí hay un gráfico que muestra lo que ha estado sucediendo con los datos brutos de mortalidad no respiratoria durante los cuatro años de COVID. Los años se muestran cada uno con 13 puntos de datos de cifras agregadas de cuatro semanas (mensuales).

Cada año parece ser peor que el anterior y, de no haber sido por el aumento aún inexplicable de muertes no respiratorias al comienzo de la pandemia, 2020 habría sido muy similar al promedio de 2015-2019. Por lo tanto, algo sucedió en 2021 que cambió radicalmente el panorama.

“Como los cuatro años de COVID muestran un exceso de muertes no respiratorias en relación con el promedio de 2015-2019, el exceso acumulativo de NRM se puede mostrar así”.

Recursos para las personas lesionadas por inyecciones de COVID

Si recibió una o más inyecciones y sufrió una lesión, ante todo, nunca vuelva a tomar otro refuerzo de COVID-19, otra inyección de terapia génica de ARNm o una vacuna regular. Necesita poner fin al asalto a su cuerpo.

Lo mismo ocurre con cualquiera que haya recibido una o más inyecciones de COVID-19 y haya tenido la suerte de no experimentar efectos secundarios debilitantes. Su salud aún puede verse afectada a largo plazo, así que no tome más inyecciones. Si tiene suerte, tal vez tenga solución salina, pero yo no contaría con eso. Además, si juega a la ruleta rusa el tiempo suficiente, seguro encontrará una bala de verdad.

En lo que respecta al tratamiento, parece que muchos de los tratamientos que funcionaron contra la infección grave por COVID-19 también ayudan a mejorar los efectos adversos de la inyección. Esto tiene sentido, ya que la parte tóxica y más dañina del virus es la proteína de espiga, y eso es lo que produce todo tu cuerpo si recibes la inyección.

Por lo tanto, eliminar la proteína de espiga que su cuerpo produce continuamente es una tarea principal para prevenir y/o tratar las lesiones posteriores a la inyección. Los dos remedios preferidos para esto son la hidroxicloroquina y la ivermectina. Ambos fármacos se unen y, por lo tanto, facilitan la eliminación de la proteína de espiga. La restricción temporal de la alimentación y/o la terapia de sauna también pueden ayudar a eliminar las proteínas tóxicas al estimular la autofagia.

La Alianza de Cuidados Críticos de Primera Línea de COVID-19 (FLCCC) ha desarrollado un protocolo de tratamiento posterior a la vacuna llamado I-RECOVER. Dado que el protocolo se actualiza continuamente a medida que hay más datos disponibles, su mejor opción es descargar la última versión directamente desde el sitio web de FLCCC en covid19criticalcare.com(25) (el hipervínculo a la página correcta se proporciona arriba). Puede encontrar remedios de desintoxicación adicionales en “El Consejo Mundial de la Salud revela la desintoxicación de proteínas de espiga”.

Publicado originalmente el 12 de julio de 2023 en Mercola.com

◇ Referencias:

Las opiniones expresadas en este artículo son las opiniones del autor y no reflejan necesariamente las opiniones de The Epoch Times. 


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