Análisis de noticias
Las bolsas de valores chinas de Shenzhen (SZSE) y de Shanghai (SSE) se desplomaron el 29 de junio tras un discurso del líder chino Xi Jinping en Wuhan. Xi hizo hincapié en la necesidad de hacer cumplir estrictamente la política de «cero COVID» y desaconsejó la estrategia de «inmunidad colectiva».
Xi pronunció el discurso en la tarde del martes en la ciudad de Wuhan, zona cero de la pandemia del COVID-19. Casi de inmediato, la confianza de los inversores pareció haber disminuido ya que SZSE y SSE reaccionaron en consecuencia a los comentarios de Xi sobre la aplicación de la estricta política anti-COVID. El SZSE perdió 286 puntos o un 2.2 por ciento. El SSE cayó un 1.4 por ciento. El índice Hang Seng de Hong Kong también se vio afectado, cayendo un 1.88 por ciento.
Xi pide apegarse a la política de “cero COVID”
La visita de Xi a Wuhan, en la provincia de Hubei, en el centro de China, tenía como objetivo promover la autosuficiencia tecnológica de China. Pero cabe destacar que Xi se centró principalmente en la política de “cero-COVID” del Partido Comunista Chino (PCCh).
Xi elogió el manejo a la pandemia por parte del PCCh y afirmó que su política anti-COVID es la estrategia “más barata y efectiva” en comparación con las medidas de otros países para contener la pandemia, según el medio estatal Xinhua.
Sin embargo, Xi admitió que las medidas actuales no han frenado el COVID en el país.
“En la actualidad, la epidemia no se ha detenido. Tenemos que trabajar duro para evitar que el virus se importe del extranjero y, al mismo tiempo, estar alerta de las recaídas dentro de China”, dijo Xi.
Desde mediados de 2020, el PCCh ha afirmado que los virus del extranjero causan infecciones por COVID. Por ejemplo, el 14 de abril de este año, las autoridades de la capital, Beijing, culparon a los productos importados por causar un brote.
Xi advierte contra la inmunidad colectiva
La agencia estatal Xinhua también informó que Xi les dijo el miércoles a los funcionarios del gobierno local, provincial y municipal: “China tiene una gran población. Si adoptamos la política de inmunidad colectiva para frenar la epidemia, las consecuencias serán desastrosas”.
Según datos oficiales, la población de China supera los 1400 millones de habitantes, aunque algunos académicos creen que el número debería estar entre los 1250 y 1280 millones.
En contraste con la política de «cero COVID» de China, muchos países utilizan el enfoque de inmunidad colectiva para frenar las infecciones.
La inmunidad colectiva, también llamada inmunidad comunitaria o inmunidad de rebaño es cuando una gran parte de la población es inmune al virus por vacunación o contacto limitado con el virus. Aunque no todos los individuos son inmunes, el grupo en su conjunto está protegido contra el virus.
La diferencia entre la política de «cero COVID» de China y el enfoque de inmunidad colectiva es clara. Desde enero de 2020, los bloqueos han continuado en varias ciudades chinas. Mientras tanto, muchos países han relajado gradualmente sus medidas contra la pandemia.
Las cuarentenas pueden haber causado que el virus se propague en comunidades y vecindarios cerrados. La escasez de alimentos y medicinas ha dificultado la situación de los residentes.
En abril, un residente hambriento de Shanghai quería que lo arrestaran por violar las reglas de cuarentena para poder alimentarse en prisión. Afirmó que no recibió comida durante cuatro días mientras estuvo encerrado en su apartamento. Este no fue un caso aislado, ya que, según los informes, muchas personas en Shanghai y otras ciudades padecieron hambre debido a los cierres.
Efectos perjudiciales de la política “cero COVID”
En su discurso en Wuhan, Xi le ordenó al régimen que aplicara estrictamente la política de “cero-COVID” a pesar de que “afecta el desarrollo económico”, según Xinhua.
Las estrictas medidas pandémicas incluyen lo siguiente.
Se imponen restricciones de envío y entrega en áreas muy afectadas por el COVID, como las provincias de Guangdong, Liaoning, Zhejiang y Shandong.
Si un ciudadano recibe un paquete internacional, sus actividades de viaje se monitorean dentro de los siete días y el color de su código de salud se cambia a amarillo.
Los visitantes extranjeros deben permanecer en cuarentena en las instalaciones designadas a su llegada.
Los productos importados, como los alimentos congelados, están sujetos a pruebas de COVID.
En los últimos meses, el régimen chino encerró a 25 millones de personas en Shanghai, afectando seriamente su economía. Según datos oficiales, la producción de las industrias de Shanghai, ubicadas en el corazón de la fabricación en el delta del río Yangtze, se contrajo un 61.5 por ciento en abril con respecto al año anterior.
Es posible que la ciudad haya perdido al menos 27,700 millones de yuanes (unos USD 4130 millones) en abril, según un internauta de Shanghai.
Los bloqueos han afectado la economía de China. El mercado inmobiliario, que aporta el 25 por ciento del PIB de China, ha tenido una tendencia a la baja en los últimos meses. Los inversionistas extranjeros continuaron reduciendo sus tenencias de bonos chinos en mayo por cuarto mes consecutivo.
Las medidas draconianas han provocado desastres humanitarios debido a la falta de apoyo médico. Por ejemplo, a las personas mayores y a las que necesitaban atención de emergencia se les negaron los servicios médicos. Además, se reportaron numerosos suicidios.
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