México se ha convertido en un estado de partido único, dice analista

México se ha convertido ahora en un estado de partido único tras las elecciones del 2 de junio, según dijo en una entrevista con The Epoch Times el profesor y director del Área de Entorno Económico de IPADE Business School, Rafael Ramírez de Alba López.

«Yo creo que vivimos en una época en la que las formas serán respetadas. Es decir, ya lo decía Vargas Llosa, el PRI era la dictadura perfecta porque no era en principio la dictadura de una sola persona que se mantuviera eternamente en el poder, sino que las reglas del juego lo que establecían es que tenía que haber un cambio sexenal. Pero el PRI se mantenía, fuera quien fuera el presidente».

Ramírez de Alba es maestro en Administración de Empresas por Columbia Business School de Nueva York, y tiene amplia experiencia en la industria de servicios financieros, ya que trabajó para el Banco de México, Goldman Sachs y GE Capital. También es columnista en grandes periódicos de circulación nacional.

El pasado 2 de junio, Claudia Sheinbaum Pardo abanderada de Morena-PT-PVEM, fue electa presidenta con cerca de 35 millones de votos, lo que la convirtió en la mandataria más votada en la historia de México, incluso superando al actual presidente, Andrés Manuel López Obrador.

Para Ramírez de Alba la situación actual en México, desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder en 2018, ha sido el regresar a ese modelo «hiperpresidencialista» que fue el que dominó la política mexicana durante los más de 70 años que estuvo el PRI en el poder.

Un modelo hiperpresidencialista es un sistema en el cual el poder judicial y legislativo se subordinan a la figura del jefe del ejecutivo, según explica el abogado y Maestro en Derecho Constitucional, Pablo Sergio Ospina Molina, en su publicación Del presidencialismo al hiperpresidencialismo: una realidad innegable en América Latina.

«Tú tienes el poder ejecutivo, el poder legislativo y el poder judicial, como resultado de estas últimas elecciones en donde hubo un mandato claro de los votantes para darle en primer lugar un mandato muy fuerte a Sheinbaum a través de lograr prácticamente el 60% de la votación. Al mismo tiempo, también se le dio un respaldo muy fuerte al partido de Morena y a sus partidos aliados en el Congreso, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado», señaló Ramírez de Alba.

Sheinbaum gobernará con una mayoría de más de dos tercios en la Cámara de Diputados y hasta este momento se encuentra a dos escaños de obtener la mayoría calificada en el Senado, según el Instituto Nacional Electoral.

Ramírez de Alba también dijo que la nueva configuración del Congreso muestra «un dominio muy fuerte de Morena» y una «mucho menor influencia de otros partidos políticos».

«A esto me parece que también hay que añadirle, lo que vemos muchas veces, y en México se repite con mucha frecuencia. No solamente es esta percepción de que Morena tiene estas mayorías y este poder, sino que inclusive, pues al verlo legisladores o políticos de la oposición oportunistas, se pasen ahora a lo que ellos perciben que es el partido en el poder y donde tendrán más oportunidades. Entonces eso todavía centralizará mucho más el poder en Morena, específicamente en la figura de la presidenta».

El analista además explicó que la mayoría del Congreso le permitirá a la presidenta electa aprobar leyes e incluso cambiar la Constitución sin la necesidad de negociar con la oposición.

«Ya lo vimos desde la presidencia de López Obrador, que sus legisladores prácticamente hacían todo lo que les les pedía el presidente, como digo, es una frase que inclusive se repitió aquí en México. Ese tema de que López Obrador les pedía a sus legisladores que no le cambiaran ni una coma a las leyes que él enviaba y que les pedía que pasaran. Entonces si eso era cuando no tenían esa mayoría calificada, pues ahora que la tengan pues me parece que va a ser todavía mayor».

En cuanto al futuro de la democracia en el país, el economista espera que se lleven a cabo elecciones de estado, donde el presidente tome un rol muy importante en la organización de las elecciones.

«No son buenas noticias para la democracia en México. En los siguientes años será realmente muy difícil ver una transición hacia otras opciones políticas, por lo menos en las siguientes elecciones presidenciales, si no es que en varias elecciones hacia el futuro», destacó.

Ante las preocupaciones del sector privado sobre la eliminación de los contrapesos al poder ejecutivo, Sheinbaum ha negado que busque la concentración de poder y dijo que a pesar de que la mayoría de los mexicanos votó a favor de su proyecto, ella respetará el diálogo.

“Imagínense tantos años, en mi caso, que luché por la democracia en México, que llegando a presidenta lo que quisiera es concentrar el poder… No, no se trata de eso. México es plural, es diverso. Sí hay una mayoría evidentemente que se mostró en esta elección y que tiene que respetarse esa voluntad, pero eso no quiere decir que no haya diálogo y tampoco quiere decir que eso signifique concentración del poder, ni mucho menos, no es de ninguna manera el objetivo”, expresó Sheinbaum durante una Reunión de Consejo Nacional del Consejo Coordinador Empresarial.

Respecto a los recientes nombramientos que hizo la presidenta electa para su gabinete, el analista dice que el nombramiento más relevante fue el de Marcelo Ebrard como ministro de Economía, ya que seguramente él coordinará las negociaciones del Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá (USMCA).

«Es un buen nombramiento por su experiencia anterior como Secretario de Relaciones Exteriores y la buena relación que mantuvo en su gestión con los Estados Unidos. Por otro lado, como encargado de promover el desarrollo económico y la inversión en México, también es positivo porque tiene una buena reputación en general con los empresarios, que lo ven como un funcionario relativamente capaz y pragmático».

Sin embargo, Ramírez de Alba cree que apesar de estos nombramientos, la administración de Sheinbaum continuará con la agenda que ha definido el actual gobierno que es una política industrial activa, con fuerte intervención y dirigismo estatal, la cual ya le ha hecho daño en el pasado al país.

Vea el video de esta nota aquí:

Siga a Eduardo Tzompa en X: @JEduardoTzompa

Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo clic aquí