La Fiscalía General de la República (FGR) mexicana informó este lunes de la incineración de más de 64 kilos de fentanilo que confiscó en Nuevo León, estado del norte de México, en medio de la creciente presión de Estados Unidos para controlar esta droga sintética.
La dependencia federal detalló en un comunicado que quemó la droga en Culiacán, capital del norteño estado de Sinaloa, en una empresa especializada en la destrucción de este tipo de sustancias.
«La Fiscalía General de la República (FGR), a través de su Fiscalía Federal de Nuevo León, dio cumplimiento al Programa de Destrucción de Narcóticos y a lo dispuesto en el Código Nacional de Procedimientos Penales, al incinerar 64 kilos 300 miligramos de fentanilo, relacionado con siete carpetas de investigación», expuso.
Las acciones se realizaron el 27 de septiembre, cuando el Ministerio Público Federal, con el apoyo de peritos en química y fotografía forense en coordinación con la Policía Federal Ministerial (PFM) de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y de la Guardia Nacional, trasladó el narcótico para su destrucción.
La diligencia se realizó en la ciudad de Culiacán, Sinaloa en presencia del personal del Órgano Interno de Control de la FGR, quien supervisó el proceso.
En los últimos años, Estados Unidos ha presionado a México para controlar el tráfico de fentanilo, aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador ha afirmado que la droga y sus precursores químicos llegan desde Asia.
En su último informe de seguridad, el Gobierno de López Obrador reportó el 17 de septiembre una confiscación récord de 8000 kilogramos de fentanilo y la destrucción de 2593 laboratorios clandestinos para la producción de drogas sintéticas durante los últimos seis años.
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