Más de 300 militares llegaron este martes a Baja California para enfrentar la oleada de violencia al centro y norte de México, mientras que los empresarios piden al gobierno replantear la estrategia de seguridad por el impacto económico que ha generado dichos eventos en el país.
Desde el 9 de agosto, México registró un recrudecimiento de la violencia en Guanajuato y Jalisco, con enfrentamientos armados e incendios que habrían sido ocasionados luego del arresto de un jefe de plaza del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), uno de los más dominantes en México.
En la misma semana, se reportaron más hechos violentos en Chihuahua, Michoacán y en al menos cinco municipios de Baja California—estado que comparte frontera con California. Asimismo, las amenazas por parte del CJNG generó que la Embajada de EE. UU. en México emitiera advertencias a sus ciudadanos.
Ante esto, la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, recibió este martes a más de 300 elementos de Fuerzas Especiales y Paracaidistas del Ejército Mexicano.
“Dichos elementos castrenses se sumarán a las acciones operativas que ya tienen lugar en el Estado, por lo que los resultados se fortalecerán con miras a continuar con la construcción de la paz en la entidad”, dice el comunicado de prensa del gobierno del estado publicado el 16 de agosto.
Hoy arribaron a nuestro estado 300 elementos adicionales de las Fuerzas Especiales y Paracaidistas del Ejército Mexicano.
Con el apoyo de nuestro Presidente @lopezobrador_, las tareas de construcción de paz se consolidan y fortalecen. Gratitud y reconocimiento al Presidente. pic.twitter.com/Uq6wo2HKbh
— Marina del Pilar (@MarinadelPilar) August 16, 2022
La Guardia Nacional de México también presentó el martes a su Fuerza Especial de Reacción e Intervención (FERI) para participar en operaciones de alto impacto en contra de la delincuencia organizada, con el fin de realizar “garantizar, mantener y restablecer el orden y la paz en el país”, señaló la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
No obstante, el sector empresarial del país no dejó pasar desapercibidas sus preocupaciones debido al fuerte impacto que han sufrido los comercios ante esta oleada violenta.
La Comisión Nacional de Seguridad de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), condenó este miércoles los recientes hechos delictivos, y exigió al gobierno mexicano “replantear la estrategia de seguridad”.
“[Es] una escalada de violencia que no estamos acostumbrados y definitivamente no queremos que se repita”, dijo Jose Medina Mora, presidente de COPARMEX. “Esa es la petición que hacemos a las autoridades; que nos regresen ese México en paz, [y] que haya la coordinación entre las autoridades federal, estatales y municipales para impedir que se den estos actos de violencia”, añadió Mora en Twitter, señalando que la incertidumbre que genera estos hechos inhibe a la inversión nacional e internacional.
Por su parte, el líder de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Tijuana (CANACO), Julián Palombo, dijo que el 40 % de los comercios en la ciudad fronteriza “decidieron no abrir sus negocios por miedo” a vivir una situación similar a la que sufrieron los habitantes de Guanajuato, Guadalajara, Jalisco, Juárez. y Chihuahua.
Señaló que tales hechos “tendrán un impacto económico millonario” para el sector empresarial ya que se tenían altas expectativas en ventas en eventos que se celebrarían el fin de semana en Rosarito y Ensenada Baja California.
Las autoridades mexicanas reportaron este lunes la detención de 3630 personas durante los hechos violentos del fin de semana, aunque negaron que existan actos de terrorismo en el país.
Mientras tanto, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador señaló que la oposición está “exagerando” la situación de violencia y afirmó que “no hay ningún problema mayor”.
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