Mi experiencia con discapacidad a corto plazo por cáncer y un hospital fuera de la red de cobertura

La etapa final del tratamiento del cáncer incluye el papeleo y la espera de la factura médica

Por MICHELE GONCALVES
06 de enero de 2020 12:13 PM Actualizado: 06 de enero de 2020 12:13 PM

El cáncer es una de las enfermedades más comunes de nuestra época y, sin embargo, aquellos que lo enfrentan rara vez saben lo que está a punto de sucederles más allá de los términos generales. «El cáncer de cerca» es un recuento abierto del viaje de Michele Gonçalves desde el pre-diagnóstico hasta la vida luego del tratamiento.

Cuando me diagnosticaron cáncer rectal en etapa 3 hace dos años (hasta la fecha), realmente no pensé en las consecuencias que una enfermedad tan grave podría tener en mi trabajo, mis finanzas, o cuáles eran mis beneficios por incapacidad.

Lo único que me importaba en ese momento era encontrar un equipo de médicos con los que me sintiera cómoda y que pudieran ayudarme en el difícil camino que tenía por delante. Aunque este enfoque terminó resultando favorable para mí, en retrospectiva, desearía haber estado más informada de los beneficios y la cobertura de seguro a los que tenía derecho.

Recuerdo haber llorado mientras escribía el devastador correo electrónico a mi jefe diciéndole que tenía cáncer en etapa avanzada y que iba a solicitar una licencia médica. Estaba totalmente indefensa y ni siquiera sabía qué hacer. Él fue amable y me dio el número de teléfono para iniciar la solicitud de incapacidad a corto plazo con la tercera parte a la que mi empresa había subcontratado esto.

El proceso fue un poco abrumador. Lloré mientras hablaba con los representantes de atención al cliente, tratando de contestar sus preguntas detalladas sobre mi situación, tras haber sido diagnosticada solamente una semana antes. Recuerdo que llené muchos formularios diferentes, y había un documento que debía ser enviado por fax dentro de las 24 horas. A pesar de que fue un poco de presión, logré terminar todo a tiempo. En una semana me asignaron un administrador de casos que me siguió durante todo el tiempo que estuve fuera por incapacidad.

Algo que no sabía era que mi trabajo solamente estaría protegido legalmente por 12 semanas bajo la ley Family Medical Leave Act (FMLA), aunque sería elegible para una incapacidad a corto plazo por 26 semanas. Después de 12 semanas, cualquier empleador técnicamente tiene el derecho por ley de anunciar su trabajo si lo desea. Eso me hizo sentir un poco inquieta. Así que, durante mis meses de tratamiento, envié correos electrónicos periódicos a mi jefe preguntándole si mi trabajo era seguro. Afortunadamente, había trabajado con él durante 20 años, y me aseguró que no había planes de que mi trabajo fuera dado a otra persona.

En una nota más positiva, otra cosa de la que no me di cuenta es que se puede presentar una solicitud de incapacidad a corto plazo más de una vez en un año. En mi situación, mi tratamiento contra el cáncer se hacía por fases, con algunos períodos de descanso entre ellas. Mi administrador de casos me explicó que si volvía a trabajar por lo menos 31 días calendarios después de que mi primer permiso expirara, podría solicitar otras 26 semanas de incapacidad a corto plazo cuando comenzara el siguiente conjunto de tratamientos, así que eso fue lo que hice. Las primeras 26 semanas cubrieron mi radiación y mi primera cirugía, mientras que las segundas 26 semanas cubrieron la quimioterapia y mi segunda cirugía. Mi jefe fue muy generoso y me permitió trabajar desde casa durante unos tres meses hasta que estuve lista para volver a presentarme.

El último punto sobre la incapacidad a corto plazo del que no me di cuenta es que su cobertura de ingresos durante este período puede variar, y depende del trato que su empleador tenga con la compañía de seguros. En mi caso, nuevamente tuve mucha suerte y recibí mi cheque de pago completo durante todo mi permiso. Por lo que he escuchado, la mayoría de los planes de incapacidad a corto plazo ofrecen solamente una porción del salario. Eso es algo muy importante que hay que tener en cuenta.

Hablando de dinero, recuerdo haber tenido una conversación con mi compañía de seguros después que tomé la decisión de recibir tratamiento en un hospital fuera de la red. Trataba de entender el impacto de esta decisión y le pregunté a la representante de atención al cliente: «¿Voy a recibir una factura de USD 200.000 después de que termine mis tratamientos?».

Su consejo fue simple. Ella dijo: «Necesitas tener una conversación con tu hospital y averiguar cómo te van a facturar. No tiene nada que ver con nosotros. Si se trata de una factura de saldo automático, es decir, lo que nosotros como compañía de seguros no cubrimos, le facturarán la diferencia, y podría sumarse».

Ese consejo se me quedó grabado en la memoria y me llevó a solicitar una reunión con el centro oncológico sobre sus prácticas de facturación cuando asistí a una orientación de tres días, aunque eso no formaba parte de mi itinerario original. Me sentí más tranquila cuando me explicaron que me ofrecerían «apoyo financiero» eliminando ciertos porcentajes de los costos no cubiertos antes de facturarme, y también me ofrecieron planes de cuotas mensuales para ayudarme a pagar las facturas si lo necesitaba.

Hasta ahora, siento que la cantidad de dinero que he pagado de mi bolsillo para mi tratamiento ha sido razonable. Solo espero que esto continúe, ya que la facturación médica tiene un año de atraso.

Esto concluye mi serie de cáncer. Ha sido un honor compartir mis experiencias en estos últimos 24 artículos. Espero haber podido ayudar a informar y preparar mejor a aquellos que se embarcan en el largo y difícil viaje del tratamiento del cáncer. Aunque el camino parezca abrumador, recuerde que Dios está con usted y que puede llegar al otro lado.

Hasta entonces, respire profundo, sea amable, y tómelo un día a la vez.

Michele Goncalves es una auditora de cumplimiento financiero y fraude para la compañía Fortune 500 durante el día y un apasionada seguidora del conocimiento de la medicina holística y funcional durante la noche. También es autora de la columna El viajero consumado.

*****

A continuación:

El lupus la tenía al borde del suicidio, pero tres palabras cambiaron su vida para siempre

Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.