«Mi hijo no se quería morir», dicen padres hispanos que perdieron a su hijo a causa del fentanilo

Por Alicia Márquez y Elina Villafañe
01 de noviembre de 2022 10:46 AM Actualizado: 01 de noviembre de 2022 11:11 AM

Padres hispanos de California de un joven de 20 años que murió a causa del fentanilo dijeron a The Epoch Times que los jóvenes que la consumen no mueren por sobredosis, mueren envenenados, en una entrevista reciente.

El fentanilo es un potente opioide sintético que es 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina, tan solo en 2021 con 71,238 decesos atribuidos, fue la droga que más muertes por sobredosis provocó, según el informe de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

A medida que el aumento de las muertes por fentanilo se agrava en Estados Unidos, legisladores y familias de víctimas del fentanilo emiten alarmas para evitar que estas cifras continúen incrementándose.

Perla y Aldo Mendoza padres de Daniel Figueroa, quien murió a causa del fentanilo el 16 de septiembre del 2020, dijeron que tras la muerte de su hijo comenzaron a trabajar con otros padres que, al igual que ellos, perdieron a sus hijos por sobredosis en una entrevista con el programa «Al Descubierto» de EpochTV.

«Nosotros le decimos que se envenenaron con fentanilo porque muchos de nuestros hijos murieron después de tomar algo que era una pastilla falsa o contaminada con fentanilo», dijo Perla.

La muerte accidental causada por fentanilo es la principal causa de muerte de personas entre 18 y 45 años en San Francisco, según datos de los CDC recabados hasta el 11 de octubre del 2022.

Los padres dijeron que Daniel sufría de depresión y ansiedad, y a causa de un trauma psicológico que sufrió de pequeño no le gustaba dormir con las luces apagadas.

“Yo nomás quería decir que mi hijo no se quería morir. Él no ordenó fentanilo. El ordenó oxicodona, porque necesitaba dormir y eso lo ayudaba a dormir. Y cuando [se lo] trajeron se tomó la pastilla”, señaló Aldo, padrastro de Daniel.

En los últimos años, ha sido frecuente encontrarse con casos de falsificación de pastillas de oxicodona o incluso con la apariencia de dulces con colores llamativos, pero que en realidad contienen fentanilo.

Ambos padres dijeron que a raíz del fallecimiento de Daniel, su único hijo, se dedicaron a educarse para poder ayudar a educar sobre los peligros del fentanilo a más familias hispanas en California.

Aldo, alertó que los traficantes están vendiendo pastillas a los jóvenes y ellos, como en el caso de su hijo creen que se trata de la pastilla que pidieron pero señaló, no es así, «es fentanilo o es puro veneno y cuando se lo toman muchas veces se mueren».

Perla señaló que los jóvenes acceden de manera muy fácil a estos opiáceos sintéticos, a través de redes sociales como Snapchat, Instagram, Facebook, e incluso en Craigslist, un sitio web de anuncios clasificados.

«Nuestros hijos tienen teléfonos y tienen acceso directo a estos vendedores de fentanilo», dijo Perla, señalando que con su teléfono móvil, los jóvenes pueden ordenar drogas, pueden escogerlas y hacer el trato con los traficantes.

«Es más fácil ordenar el fentanilo por Snapchat, que ordenar una pizza», aseguró Aldo, sobre el fácil alcance de los jóvenes al fentanilo.

Aldo señaló que el fentanilo es tan letal que la cantidad que pueda concentrarse en la punta de un lápiz sería suficiente para matar a cinco personas. «Solamente se necesitan dos miligramos de fentanilo para causar la muerte. Eso se compara con unos gránulos de azúcar», agregó Perla.

Ambos señalan que es difícil detectar el fentanilo en alguna pastilla u otro medicamento. Aldo señaló que esto se debe a que “no lo están haciendo en un laboratorio o en una oficina. Lo están haciendo en su casa”.

“Es muy difícil porque no se puede oler. No se puede ver. No se puede probar el fentanilo. Uno no sabe si lo que están comprando tiene fentanilo”, agregó Perla.

Perla y Aldo ahora buscan concientizar a los padres de familia y a los jóvenes del peligro que representa el fentanilo. Para ello, Perla creó una la organización llamada Project Eli, una organización sin fines de lucro enfocada a crear conciencia sobre las drogas falsas y mortales hechas de fentanilo ilícito, según su página web. 

“Nosotros queremos educar a los padres para que siempre vean lo que están mirando sus hijos en la computadora y vean sus redes sociales, para saber qué están haciendo ahí y qué ven”, dijo Aldo.

“El fentanilo ha cambiado todo, ninguna droga es segura. Un padre necesita hablar con sus hijos y con los padres de los amigos de sus hijos”, agregó Perla, señalando que no hay suficientes charlas y estamos perdiendo a una persona cada siete minutos en Estados Unidos.

Perla recomendó a los jóvenes que no compren ninguna pastilla por redes sociales.

“Ninguna de estas pastillas que están vendiendo por redes sociales son seguras. Si no te los está dando tu doctor, no estás seguro. Estás jugando con tu vida. Las personas que están vendiendo estas drogas no les importa si algo te pasa o qué le va a pasar a tu mamá cuando esté solita o deprimida”, dijo.

Perla también recomendó a los jóvenes que sean honestos, y que se cuiden entre ellos.

“Tienen que cuidarse. Si ves que alguien está vendiendo drogas por redes sociales, repórtalo. Tú puedes salvarle la vida a alguien”, señaló, al tiempo que dijo que por reportar en redes sociales no tienen por qué sentir temor, ya que es algo anónimo.

Siga a Alicia Márquez en Twitter: @AliceMqzM


Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí


Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando

¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.