La estrella del cine y la televisión Michael J. Fox, que saltó a la fama en los años ochenta por sus papeles en la comedia de NBC «Lazos familiares» y el clásico de culto de viajes en el tiempo «Regreso al futuro», no cree que los actores tengan tanto talento hoy como entonces.
Reflexionando sobre su ilustre carrera para el número especial del 50 aniversario de People, el actor de 62 años compartió su punto de vista sobre la evolución de Hollywood en las últimas cuatro décadas.
«Hay una expresión a la que me referí cuando me dieron el Oscar honorífico, alguien me dijo el día anterior que estaba hablando de recibir este premio y de ser famoso, y me dijeron, ‘eres famoso en los 80’. Y yo pensé: ‘Vaya, qué guay. Es cierto, los famosos de los 80 éramos más duros, éramos más rudos'», recuerda.
«No teníamos redes sociales ni nada de eso. Éramos simplemente famosos, abandonados a nuestros propios recursos. Y fue una época increíble», dijo.
Cuando se le preguntó si creía que llegar al estrellato en los 80 era más difícil, el galardonado actor respondió: «Tenías que tener talento —eso ayudaba».
Y continuó: «Solíamos ejercitar… nuestros músculos interpretativos y ver a otros actores y sentarnos con otros actores y hablar de interpretación, hablábamos de ello.
“Y ahora tienes gente que simplemente dice: ‘¿Quién es tu suéter? ¿Qué suéter llevas puesto? ¿Y qué paso de baile es ese?’ Y ya eres la persona más famosa del mundo”.
Un ícono de los 80
Nacido el 9 de junio de 1961 en Edmonton, Alberta, Canadá, Fox debutó como actor de televisión a los 16 años, protagonizando la comedia canadiense «Leo and Me», estrenada en enero de 1971.
Tras mudarse a Los Ángeles en 1979, el actor, por aquel entonces en plena formación, consiguió una serie de papeles en películas y telefilmes como «Midnight Madness» (1980) y «Trouble in High Timber Country» (1980), así como en varios programas de televisión, como «Family», «Here’s Boomer» y «Palmerstown, U.S.A».
Fox consiguió su primer papel en 1982, interpretando al personaje de Alex P. Keaton en «Lazos familiares», que se emitió durante siete temporadas hasta su final en 1989.
El actor cosechó múltiples premios por su papel en la popular comedia de televisión, incluidos tres premios Emmy consecutivos al «Actor principal destacado en una serie de comedia» en 1986, 1987 y 1988, así como un Globo de Oro en 1989 a la «Mejor interpretación de un actor en una serie—de televisión musical o de comedia».
La primera gran oportunidad cinematográfica del Sr. Fox llegó en 1985, cuando interpretó al adolescente Marty McFly en «Regreso al futuro». Ese mismo año, protagonizó la comedia de madurez «Teen Wolf» antes de encarnar al protagonista de la comedia de 1987 «El secreto de mi éxito».
La estrella de cine repitió su papel de Marty McFly en dos secuelas de «Regreso al futuro», estrenadas en 1989 y 1990, respectivamente.
Diagnóstico de Parkinson
A la estrella de “Spin City” —que tiene cuatro hijos con su esposa por 35 años, la actriz Tracy Pollan—, le diagnosticaron la enfermedad de Parkinson en 1991, un diagnóstico que compartió públicamente siete años después.
Según la Clínica Mayo, esta enfermedad neurodegenerativa progresiva afecta al sistema nervioso central y provoca movimientos incontrolables, como sacudidas o temblores, problemas de coordinación y dificultades para hablar. La demencia suele aparecer en las últimas fases del trastorno cerebral, que actualmente es incurable.
La edad media de diagnóstico ronda los 60 años, aunque el Parkinson puede desarrollarse raramente también en personas menores de 40, según Johns Hopkins Medicine. El Sr. Fox tenía 29 años en el momento de su diagnóstico.
Para ayudar a encontrar una cura para la enfermedad, el actor lanzó la Fundación Michael J. Fox en otoño de 2000, recaudando hasta la fecha casi 2000 millones de dólares para programas de investigación sobre el Parkinson, según la organización. El año pasado, la fundación hizo un descubrimiento decisivo al hallar un biomarcador de la enfermedad, que permite a los médicos detectar el trastorno antes de que aparezcan los síntomas.
«Fue una de las pocas veces que lloré por lo que estábamos haciendo», dijo el Sr. Fox a People.
«Queríamos encontrar una forma de diagnosticar la enfermedad antes de que aparecieran los síntomas. Porque así podríamos tratarla y nunca la tendrías. Fue una gran oportunidad y un gran momento», añadió.
En 1998, cuando el actor reveló por primera vez su diagnóstico, su médico mantenía la «esperanza» de que el Sr. Fox fuera «funcional durante al menos otros 10 años y quizá hasta bien entrada la vejez».
Ahora, después de haber vivido con esta enfermedad debilitante durante más de tres décadas, el Sr. Fox declaró a la publicación en su número especial que cree que la vida de una persona puede ser estupenda independientemente de sus circunstancias, siempre que consiga mantener una actitud positiva.
«Lo que creía entonces y lo que creo ahora, puede que no lo exprese con las mismas palabras, pero puedes hacer cualquier cosa. Cualquier cosa», compartió.
«No tienes que seguir las predicciones de otras personas sobre cómo será la vida. Tu vida será lo que tú decidas que sea», declaró.
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