Las personas que trabajaron para la campaña presidencial de Hillary Clinton en 2016 podrían ser llamadas a testificar en casos judiciales derivados de una investigación a la investigación de contrainteligencia sobre la presunta colusión entre Trump y Rusia, según un documento judicial reciente.
La revelación del equipo del fiscal especial John Durham se produjo cuando intentaron convencer a un juez de que explorara posibles conflictos de intereses que involucren a los abogados Danny Onorato y Stuart Sears, que representan a Igor Danchenko.
Danchenko, un analista ruso, fue acusado formalmente por un gran jurado el mes pasado de cinco cargos por declaraciones falsas.
Danchenko supuestamente mintió a los agentes del FBI cuando se le preguntó sobre la información que proporcionó al exespía británico Christopher Steele, mejor conocido por compilar el expediente plagado de errores que los funcionarios estadounidenses utilizaron para investigar al expresidente Donald Trump y a sus asociados.
El problema, dijo el equipo de Durham, es que Onorato y Sears trabajan en un bufete de abogados que también emplea a un abogado que representa la campaña de Clinton de 2016 y a exempleados de esa campaña en asuntos ante el fiscal especial.
Eso podría plantear un conflicto de intereses.
Investigaciones anteriores descubrieron cómo la campaña de Clinton contrató a la firma Fusion GPS para realizar una investigación de la oposición sobre Trump y sus afiliados; Fusion GPS luego contrató a Steele y a su empresa para investigar los supuestos vínculos de Trump con Rusia.
“Por lo tanto, los intereses de la campaña de Clinton y el acusado podrían potencialmente divergir en relación con discusiones de culpabilidad, procedimientos previos al juicio, audiencias, juicios y procedimientos de sentencia”, dice el documento.
Las áreas de investigación que pueden convertirse en cuestiones en el juicio o en la sentencia de Danchenko incluyen el conocimiento o la falta de conocimiento de la campaña de Clinton con respecto a la veracidad de la información en el expediente y las reuniones o comunicaciones entre la campaña de Clinton, Fusion GPS, y/o Steele que involucran a Danchenko.
“Además, en el caso de que uno o más exrepresentantes de la campaña de Clinton (que están representados por la firma del abogado defensor) sean llamados a testificar en cualquier juicio u otro procedimiento judicial, el acusado y cualquier testigo de ese tipo estarían representados por el mismo bufete de abogados, lo que resulta en un posible conflicto”, dijo el equipo de Durham.
Onorato y Sears le han dicho al equipo que su colega que representa la campaña no ha estado involucrado en el caso que involucra a Danchenko y se «aislará» de una participación futura, mientras que se asignará a cada caso personal de apoyo separado dentro del bufete, Schertler Onorato Mead & Sears.
“A pesar de los conflictos potenciales involucrados, el gobierno cree que este conflicto potencial es renunciable, si el acusado así lo elige, asumiendo que se ejecuta una renuncia consciente, inteligente y voluntaria”, dijo el equipo de Durham.
Schertler Onorato Mead & Sears no respondió a una solicitud de comentarios.
Onorato y Sears reemplazaron a principios de este mes a los abogados Christopher Schafbuch y Mark Schamel, a petición de Danchenko.
El juez federal de distrito Anthony Trenga, un nominado por George W. Bush que supervisa el caso, aún no ha respondido a la presentación.
La próxima comparecencia de Danchenko en la corte está programada para el 12 de enero de 2022. Está en libertad bajo fianza. El juicio con jurado que solicitó empezará en abril de 2022, según lo programado.
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