Un grupo de miembros de la Fuerza Aérea que se niegan a vacunarse contra el COVID-19 le pidieron a un tribunal federal que impida que el ejército les castigue, afirmando que la orden de vacunación es inconstitucional.
Cada demandante tiene creencias religiosas sinceras que les prohíben vacunarse, según la denuncia presentada recientemente.
“Las creencias religiosas de los demandantes generalmente caen en las siguientes categorías: (1) oposición al aborto y el uso de líneas celulares fetales en el desarrollo de la vacuna; (2) la creencia de que la tecnología de ARNm utilizada en algunas vacunas contra el COVID-19 usurpa la creación del genoma humano por parte de Dios; y (3) que el cuerpo es un templo, y tomar la vacuna contaminaría ese templo”, afirma.
Pero todas sus solicitudes de adaptaciones religiosas ante la orden de vacunación del secretario de Defensa Lloyd Austin fueron denegadas.
El grupo, que incluye a Bryan Spence, un piloto instructor de F-16; Alan Sosebee, jefe de entrenamiento de la Academia de la Fuerza Aérea de EE.UU.; y Christopher Wu, abogado de la Base Conjunta Andrews; quiere que el tribunal ordene a los militares que no castiguen ni expulsen a los miembros que no cumplan con la orden, incluso si sus solicitudes de exención fueron rechazadas.
“Como muchos miembros del servicio, quiero continuar sirviendo fielmente a mi país como lo he hecho con orgullo durante los últimos 10 años. Como ya reconoció la Corte Suprema, ‘incluso en una pandemia, la Constitución no se puede guardar y olvidar’”, dijo Danielle Runyan, miembro de la Reserva de la Fuerza Aérea, abogada del First Liberty Institute y una de las demandantes una declaración.
First Liberty y el bufete de abogados Schaerr Jaffe representan al grupo, que presentó la demanda en un tribunal federal en el norte de Texas.
El Departamento de Defensa y la Fuerza Aérea se negaron a hacer comentarios.
Aproximadamente el 1.5 por ciento de la Fuerza Aérea no se había vacunado al 17 de mayo.
Se han concedido unas 2000 solicitudes de exenciones administrativas y médicas. Solo 66 exenciones religiosas han sido otorgadas, mientras que más de 6000 han sido rechazadas.
La Fuerza Aérea ha separado a aproximadamente 383 miembros por rechazar la vacuna.
Según la demanda, a Spence, un teniente coronel radicado en Aledo, Texas, se le informó días después de presentar su solicitud de exención que el incumplimiento a la orden de vacunación podría impedir su despliegue y podría generar castigos como cartas de amonestación. Su solicitud fue denegada el 1 de diciembre de 2021 y aún está pendiente una apelación presentada siete días después.
El teniente Tyler Stef, otro demandante, no puede completar la capacitación de instructor de pilotos debido a que no está vacunado. Se encuentra sin título de trabajo y realizando tareas de rutina.
Stef tiene evidencia de que se recuperó de COVID-19, lo que significa que tiene cierto nivel de protección contra la reinfección, más protección que la que brindan las vacunas, según los estudios, pero no puede obtener una exención basada en la inmunidad natural. La solicitud de exención religiosa de Stef fue denegada el 9 de febrero y su apelación fue denegada el 21 de marzo.
Stef presentó pruebas de alergia que muestran que reacciona a los ingredientes de las vacunas, pero fue acusado de fingir alergias, dice la demanda. Un médico militar descubrió que podía recibir una vacuna, pero Stef “decidió mantenerse fiel a sus convicciones religiosas” y, como resultado, se enfrenta a un castigo si el tribunal no interviene.
Mientras tanto, a Ryan Corcoran, un mayor de la Fuerza Aérea con sede en Texas, se le negó una exención religiosa el 2 de marzo. Su comandante ha indicado que la Fuerza Aérea está preparando un amonestación.
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