Un reciente incidente en Bolivia demostró las repercusiones de la influencia de China.
El 14 de febrero, el periódico boliviano Los Tiempos informó que una investigación de las autoridades forestales bolivianas reveló que cuatro aserraderos locales estuvieron exportando ilegalmente especies de madera de alto valor a China. Los antiguos y actuales empleados de la agencia llamada Autoridad de Auditoría y Control Social de los Bosques y Tierras, participaron en la operación.
Ahora se encuentran bajo investigación.
Dadas las trascendentales implicaciones políticas y sociales para el país sudamericano, las inversiones chinas en Bolivia se encuentran actualmente bajo escrutinio.
Inversiones chinas
El actual líder boliviano Evo Morales, quien es presidente desde 2006, se alineó con Beijing desde el comienzo, justo después de ganar las elecciones y convertirse en presidente electo.
En enero de 2006, durante su visita a China, Morales calificó a Beijing de «aliado ideológico» y expresó su admiración por el régimen comunista chino, según el diario español El Mundo.
Otro diario español, El Periódico de Aragón, informó que Morales se declaró un gran admirador del exlíder del Partido Comunista Mao Zedong y de su «revolución proletaria», señalando que había leído la biografía de Mao «desde muy joven». La campaña de la Revolución Cultural de Mao en 1966 -que duró hasta su muerte en 1976- provocó la muerte de millones de personas.
Las relaciones con China despegaron tras la visita de Morales. El comercio bilateral entre Bolivia y China creció significativamente en 2008, según un documento de trabajo de 2018 publicado por la Unidad Global del Sur de la London School of Economics. Las exportaciones de Bolivia a China pasaron de 16.000 dólares en 1992 a 434 millones de dólares en 2014, mientras que las importaciones de China aumentaron de 7,5 millones de dólares a 1800 millones de dólares en el mismo período.
En 2018, China se convirtió en el cuarto socio comercial de Bolivia, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de China.
Las empresas chinas comenzaron a hacer negocios en Bolivia, incluyendo los sectores del petróleo, construcción, manufactura y telecomunicaciones. Por ejemplo, Bolivia obtuvo un préstamo de 251 millones de dólares del Banco de Desarrollo de China en 2013 para lanzar su satélite de telecomunicaciones Túpac Katari 1, según el diario Página Siete.
En 2015, el banco estatal de políticas de China, el Banco de Exportaciones e Importaciones de China, acordó proporcionar 7000 millones de dólares en préstamos para financiar inversiones en proyectos en Bolivia, incluyendo energía hidroeléctrica e infraestructura ferroviaria, según Reuters.
Mientras tanto, el gigante chino de telecomunicaciones Huawei también ha trabajado con el proveedor nacional de telecomunicaciones de Bolivia, Entel, y con proveedores privados como Tigo y Viva, según el periódico boliviano Los Tiempos. Huawei informó en su sitio web en junio de 2018 que Entel ha completado el despliegue de sus nuevas estaciones base para celulares -con comunicaciones 4G y 5G- denominadas TubeStar.
Y más recientemente, el 7 de febrero, la empresa de construcción e ingeniería eléctrica Xinjiang TBEA Group, que cotiza en bolsa en China, fue seleccionada por el gobierno boliviano para participar en proyectos de litio por valor de 2300 millones de dólares, según Reuters. El Grupo TBEA tendría una participación del 49 por ciento en una empresa conjunta con la empresa boliviana de litio YLB.
Beijing busca el acceso mundial al litio -uno de los principales componentes de las baterías de los coches eléctricos- para abastecer el agresivo desarrollo de su industria nacional de vehículos eléctricos.
Influencia china
Después de años de inversión china, hay indicios de que Beijing tiene cierta influencia en Bolivia.
En 2016, la exnovia de Morales, Gabriela Zapata, estuvo involucrada en un caso de corrupción que resultó ser un gran escándalo para el líder.
Zapata fue gerente comercial de la sucursal boliviana de China CAMC Engineering, una sucursal del conglomerado de construcción y fabricación de maquinarias estatales de China, China National Machinery Industry.
Ella fue arrestada en febrero de 2016 como parte de una investigación de corrupción. Aunque los cargos relacionados con su arresto no se hicieron públicos en ese momento, a CAMC se le habían adjudicado contratos por valor de millones de dólares en Bolivia, incluyendo un proyecto ferroviario y una planta de extracción de sal y refinería.
En mayo de 2017, Zapata fue sentenciada a 10 años de prisión por lavado de dinero, contribuciones ilegítimas y uso inapropiado de bienes y servicios públicos.
Según el diario boliviano El Deber, un documento judicial demostró que Zapata carecía de las calificaciones y experiencia laboral necesarias para su puesto en CAMC.
Los opositores políticos de Morales lo acusaron de tráfico de influencias, según AP, un cargo que Morales negó.
Otro incidente en el que participaron las Naciones Unidas también reveló la influencia de China en Bolivia.
El 13 de abril de 2018, las fuerzas estadounidenses, británicas y francesas habían lanzado ataques aéreos contra Siria en respuesta a un ataque con gas venenoso una semana antes, presuntamente por el ejército sirio, que mató al menos a 70 personas en la ciudad siria de Douma.
En respuesta a los ataques aéreos, Rusia convocó a una reunión de emergencia, proponiendo una resolución para condenar la «agresión» de los tres países, según AP.
Tras la votación de los 15 miembros del Consejo de Seguridad, ocho países votaron en contra del proyecto de resolución de Rusia y cuatro se abstuvieron.
Rusia solo recibió votos de dos países: China y Bolivia.
Crisis política de Bolivia
El país se enfrenta actualmente a una crisis, ya que Morales se prepara para otro mandato.
La Constitución de Bolivia estipula que los presidentes solo pueden servir un máximo de dos períodos de cinco años.
Pero en abril de 2013, un fallo judicial permitió a Morales postularse para un tercer mandato en octubre de 2014. El fallo de la corte estableció que el primer mandato de Morales no contaba para la limitación de dos períodos bajo la constitución porque fue aprobada en diciembre de 2009, después de que Morales ya había comenzado a cumplir su primer mandato.
En noviembre de 2017, otro fallo judicial suprimió los límites del mandato presidencial. Esta decisión del tribunal preparó el camino para que Morales se presente a su cuarto mandato en las elecciones generales que se celebrarán en octubre de 2019.
Los senadores Bob Menéndez (D-N.J.), Dick Durbin (D-Ill.) y Ted Cruz (R-Texas) presentaron recientemente una resolución bipartidista que plantea preocupaciones sobre el futuro del país. «Es importante que todas las partes respeten la Constitución de Bolivia, que incluye límites a los mandatos que sirven como un importante freno institucional contra la corrupción y los abusos de poder», dijo Cruz en un comunicado de prensa emitido el 1 de febrero por la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, de la que son miembros los senadores.
Hicieron un llamado a los principios democráticos y apoyaron «el deseo del pueblo boliviano de mantener los límites de su mandato presidencial».
Los senadores también señalaron que Bolivia se había alineado con «regímenes deshonestos e ilegítimos, incluyendo el de Maduro en Venezuela».
En el caos político actual reinante en Venezuela, la legitimidad del dictador venezolano Nicolás Maduro ha sido cuestionada por el líder de la oposición, Juan Guaidó.
Varios países anunciaron su apoyo a este último, entre ellos Estados Unidos, Canadá, Argentina y Brasil.
Pero Beijing ha defendido incondicionalmente a Maduro.
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Mira a continuación:
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