Mientras el presidente ucraniano Volodímir Zelenski reiteraba que quiere conversar en directo con el presidente ruso, Vladimir Putin, las fuerzas armadas ucranianas anunciaron el martes que recuperaron el control de un suburbio de la región de Kiev que estaba en manos de las fuerzas rusas.
El ministerio de Defensa dijo que los militares ucranianos expulsaron a los rusos de Makariv lo que permitió a los ucranianos retomar el control de una carretera clave y bloquear a las tropas rusas que pretendían rodear Kiev.
El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania dijo al diario Kyiv Independent que «la bandera ucraniana fue izada sobre la ciudad de Makariv», situada a 30 millas de la capital Kiev y las fuerzas rusas fueron desplazadas hacia atrás.
Sin embargo, según el ministerio, las fuerzas armadas rusas tienen el control de otros poblados de la región, como Bucha, Hostomel e Irpin, según The Associated Press.
Estas afirmaciones no han sido confirmadas por los funcionarios estadounidenses o por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Los funcionarios rusos tampoco hicieron algún comentario público sobre las afirmaciones de Ucrania.
Zelenski dijo a las cadenas de televisión públicas europeas que en la reunión que propone con Putin podría discutir el futuro del territorio ucraniano ocupado pero que necesitaría más tiempo para resolver el asunto. También repitió su reconocimiento hecho a principios de este mes de que Ucrania no puede asegurar ahora su ingreso en la OTAN.
«Creo que hasta que no tengamos una reunión con el presidente de la Federación Rusa (…) no se puede entender realmente lo que ellos están dispuestos a hacer para detener la guerra y lo que están dispuestos a hacer si no estamos dispuestos a este o aquel compromiso», dijo Zelenski.
Zelenski también sugirió que su Gobierno estaría abierto a futuras conversaciones sobre el estatus de Crimea, que Rusia se anexó en 2014, así como de las zonas de la región de Donbás en manos de los separatistas respaldados por Rusia.
«Si la gente intenta detener una guerra, se produce un alto el fuego y se retiran las tropas. Los presidentes se reúnen, llegan a un acuerdo sobre la retirada de las tropas y hay garantías de seguridad de un tipo u otro», añadió Zelenski. «Hay que encontrar compromisos, de una forma u otra de garantizar nuestra seguridad».
Una evaluación facilitada el lunes por el ministerio de Defensa del Reino Unido indica que, mientras continúan los intensos combates al norte de Kiev, «las fuerzas armadas rusas que avanzan sobre la ciudad desde el noreste se han estancado».
Las tropas rusas que avanzan desde Hostomel hacia el noroeste fueron «repelidas por una feroz resistencia ucraniana» y señaló que «el grueso» de las fuerzas armadas rusas está a más de 16 millas del centro de la ciudad.
La ciudad de Kiev está ahora bajo un toque de queda anunciado el lunes por el alcalde de la ciudad, el excampeón de boxeo de peso pesado Vitali Klitschko. El toque de queda comenzó el lunes a las 20:00, hora local, y dura hasta las 7:00 horas del miércoles, escribió Klitschko en Telegram.
«Las tiendas, las farmacias, las gasolineras y las instituciones no trabajarán mañana», dijo el alcalde. «Por lo tanto, pido a todo el mundo que al sonar la alarma se quede en casa o en los refugios. Sólo los que tengan permisos especiales podrán moverse por la ciudad».
Desde el inicio del conflicto el 24 de febrero, Ucrania acusa a Rusia de cometer crímenes de guerra al atacar a los civiles. Rusia afirma que sus fuerzas armadas sólo atacan a las infraestructuras militares y a los soldados a la vez acusa a las tropas ucranianas de esconderse en el interior de las zonas residenciales y comerciales.
Con información de Reuters
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