El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, acusó este lunes a Nicolás Maduro de reprimir a los periodistas y trabajadores de la salud que intentar revelar la verdadera situación del virus del PCCh en Venezuela.
Durante una llamada con el presidente encargado Juan Guaidó, Pompeo condenó enérgicamente al régimen chavista por bloquear “la asistencia médica y alimentaria internacional”, durante la crisis sanitaria provocada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), informó un comunicado.
“Es bueno hablar con el presidente interino Juan Guaidó sobre el Marco de Transición Democrática de #Venezuela y sus esfuerzos para proteger a los venezolanos de #COVID19. Reiteré el apoyo de EE.UU. a la Asamblea Nacional de Venezuela en la búsqueda del pueblo venezolano de un futuro democrático y próspero”, escribió Pompeo en su cuenta de Twitter.
La noche del 21 de marzo el periodista Darvinson Rojas denunció en Twitter que fue arrestado en su casa por agentes de la Fuerza de Acciones Especiales de la Policía venezolana alegando que habían recibido una llamada por un caso sospechoso de COVID-19.
“A los chavistas les molesta que publiquemos cifras que ellos intentan ocultar”, escribió Darvinson en una publicación de Twitter.
Darvinson fue liberado después de 12 días de arresto y ahora enfrenta cargos, que podrían hacerlo pasar años en prisión, debido a que divulgó cifras que arrojaban un mayor número de casos positivos de los informados por Nicolás Maduro, informó el Colegio Nacional de Periodistas.
Un ranking de Reporteros sin Fronteras señaló a Venezuela, Nicaragua y Cuba entre los países con mayor censura en la región latinoamericana.
El principal caso de censura durante la pandemia del virus del PCCh es la del propio régimen chino quien suprimió información vital sobre el brote de la enfermedad en Wuhan y silenció a los médicos que intentaron advertir sobre la situación.
Como resultado del encubrimiento inicial del régimen chino, el virus del PCCh, conocido comúnmente como el nuevo coronavirus, se propagó a casi 200 países, infectando a más de tres millones de personas en todo el mundo según un recuento de la Universidad Johns Hopkings.
Benedict Rogers, activista de derechos humanos del Reino Unido y fundador de la organización sin fines de lucro Hong Kong Watch, dijo a The Epoch Times que la crisis debería impulsar a los países a revisar sus relaciones con el régimen chino, “porque no tendríamos una pandemia mundial si las autoridades chinas hubieran escuchado a los médicos en Wuhan en lugar de silenciarlos, reprimirlos y castigarlos”.
“La pandemia mundial de coronavirus debería ser una llamada de atención para el mundo y especialmente para los gobiernos occidentales y las organizaciones multilaterales como la OMS (Organización Mundial de la Salud), que se han doblegado ingenuamente ante el régimen chino y han confiado ciegamente en este régimen, que se basa evidentemente en las mentiras y la represión”, escribió Rogers en un correo electrónico.
El virus del PCCh, que causa la enfermedad COVID-19, la neumonía de Wuhan, se originó en la ciudad central china de Wuhan y se dio a conocer en diciembre de 2019.
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El virus del PCCh sigue los vínculos con la China comunista
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