La ciudad de Nueva York (NYC) está lista para despedir a casi 4000 trabajadores municipales no vacunados que no cumplieron con las estrictas reglas de vacunación contra el COVID-19 de la ciudad. Dichas reglas requerían que los empleados fueran vacunados antes del 11 de febrero, de no hacerlo así podrían perder sus empleos.
Eric Adams, quien asumió el cargo en enero, confirmó esta semana que seguirá adelante con el mandato del entonces alcalde Bill de Blasio que ordenaba a todos los trabajadores del sector público y privado de la ciudad recibir la vacuna o perder sus trabajos. La orden es una de las políticas relacionadas al virus del PCCh (Partido Comunista Chino) con más alcance en la nación.
“Tenemos que ser muy claros: Las personas deben vacunarse si son empleados de la ciudad de Nueva York. Todos entendieron eso”, dijo Adams. “No queremos despedir a nadie. Queremos que las personas estén vacunadas y empleadas para que nuestra economía continúe abriéndose”.
Adams, un demócrata, enfrentó una oleada de protestas de trabajadores que expresaron su frustración por la orden con grandes manifestaciones donde daban a conocer sus preocupaciones. Se planea una marcha al Ayuntamiento para el viernes, informó The New York Post.
A finales de enero había hasta 4000 trabajadores que no habían cumplido la orden del alcalde, según el Ayuntamiento, pero ese número podría haber disminuido después de que los funcionarios municipales dijeran la semana pasada que se enfrentarían a un despido si no cumplían con la orden de vacunación.
La ciudad de Nueva York tiene un total aproximado de 370,000 empleados municipales, que incluye maestros, bomberos y policías. Bomberos, médicos y técnicos de emergencias médicas formaron un grupo de base a favor del derecho a decidir sobre las vacunas. El grupo se llama Bravest for Choice e intenta que la ciudad desmonte los mandatos.
Matt Connor, miembro del grupo, dijo anteriormente a The Epoch Times que la organización “cree que cada persona tiene derecho a tomar su propia decisión informada” en relación con las decisiones médicas.
Los representantes sindicales del grupo dijeron anteriormente durante una conferencia de prensa, a principios de noviembre, que han estado faltos de personal durante mucho tiempo y que muchos ya estaban sobrecargados de trabajo.
Connor le dijo a The Epoch Times que el grupo está “gravemente preocupado” por la situación y que, si la ciudad niega las “miles de solicitudes y apelaciones de adaptaciones razonables” y despide a los solicitantes, es probable que haya “graves impactos en la salud y la seguridad públicas”.
“Por ejemplo, en el caso del FDNY, ‘Los más valientes de Nueva York’, los despidos exacerbarán la escasez de personal existente que ha sido afectada aún más por un aumento sostenido de las licencias médicas debido a enfermedades y lesiones durante los meses posteriores a la vacunación obligatoria».
Señaló que la falta de mano de obra significará una mayor necesidad de personal en horas extra, y el mandato de la vacuna anti-COVID “tiene un potencial desastroso para sobrecargar a una fuerza laboral que ya está estresada”.
Los funcionarios de la ciudad dijeron que no sabrán exactamente cuántos trabajadores serán despedidos hasta después de que pase la fecha límite del 11 de febrero.
La Federación Unida de Maestros, que representa a los maestros de las escuelas públicas de la ciudad de Nueva York, había negociado con el distrito escolar de la ciudad para permitir que sus miembros optaran por quedarse con una licencia sin goce de sueldo hasta el 5 de septiembre, pero el sindicato dijo que 700 de sus miembros, que han estado meses con una licencia sin goce de sueldo, optaron por no extender su licencia o proporcionar una prueba de vacuna y se les avisó que serían despedidos.
Enrico Trigoso contribuyó a este artículo.
Con información de The Associated Press.
De NTD News
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