Miles de personas abarrotaron el National Mall en el centro de Washington el sábado para rezar y mostrar su apoyo al presidente Donald Trump.
La marcha, que se extendió desde el Lincoln Memorial hasta el Capitolio de Estados Unidos, se celebró pocas horas antes de que Trump anunciara la nominación de la jueza Amy Coney Barrett a la Corte Suprema.
Pocos en la multitud usaban mascarillas. Algunos llevaban gorras rojas con las palabras «Let’s Make America Godly Again” (Hagamos a EE. UU. religioso de nuevo), un juego de palabras del eslogan de Trump MAGA, o «Make America Great Again» (Hagamos a EE. UU. grande de nuevo).
El vicepresidente Mike Pence, hablando desde las escaleras del monumento a Lincoln, dijo que asistió para presentar los «saludos y gratitud» de Trump y les pidió que rezaran por la nueva nominada a la Corte Suprema.
«Abraham Lincoln, ante cuyo monumento estamos hoy, dijo durante su estancia en la Casa Blanca, ‘muchas veces me ha puesto de rodillas la abrumadora convicción de que no tenía ningún otro lugar a dónde ir’. Y el presidente Donald Trump ha observado muchas veces que Estados Unidos es una nación de creyentes», dijo Pence. «Así que, en nombre del presidente, quiero agradecerles sus oraciones».
«Cuando el presidente y yo viajamos por el país, las palabras más dulces que escuchamos, y las escuchamos mucho, es cuando la gente se acerca y simplemente dice: ‘Estoy rezando por ti'», añadió. «Y por eso queremos animarlos: recen por todos aquellos con responsabilidades públicas en el poder ejecutivo. Recen por todos los miembros del Congreso de Estados Unidos. Recen por todos los jueces de la Corte Suprema, incluyendo a la notable mujer que el presidente nombrará para ocupar el puesto».
Pence también señaló que tiene un hijo sirviendo en el Cuerpo de Marines de Estados Unidos y pidió que se rezara por los miembros del ejército así como por los agentes del orden público.
Los asistentes dijeron a Breitbart News que viajaron a Washington desde otros estados, incluyendo Florida y Ohio, para participar en la marcha.
«Es genial para el país. Estamos en un punto del país en el que la división está destrozando la nación, y sentimos que es hora de que Dios ayude a unir a la nación», dijo uno.
Muchos en la multitud parecían ser estudiantes de Liberty University en Virginia.
La marcha fue organizada por el reverendo Franklin Graham, un prominente evangélico conservador y partidario de Trump.
Graham dijo que la gente rezó por las personas que trabajan en el Capitolio de Estados Unidos, por la libertad religiosa en Estados Unidos y en el extranjero, y «por la reconciliación racial en nuestro país, y por la sanación de la división que estamos experimentando», entre otros temas.
Con información de The Associated Press.
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