Los economistas están expresando su preocupación por el creciente número de inmigrantes ilegales en Estados Unidos, que en su opinión oscurece la situación real del mercado laboral y la economía estadounidense.
Durante los últimos años, las cifras de empleo han sido impresionantes. El país ha recuperado los empleos perdidos por los cierres impuestos por el gobierno durante la pandemia y agregó algunos millones más, a pesar de un clima de alta inflación y aumento de las tazas de interés.
En 2023, la economía añadió aproximadamente 3 millones de nuevos puestos. Para comenzar 2024, se han añadido más de 800,000 nuevos puestos de trabajo.
Los datos del mercado laboral son fundamentales, ya que ayudan a determinar la política de tipos de interés de la Reserva Federal.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo el 20 de marzo que el banco central está monitoreando el mercado laboral «muy cuidadosamente» y no observa ninguna «grieta».
«Seguimos todas las historias posibles sobre grietas pero el panorama general, en realidad, es un mercado laboral fuerte», señaló. «Las cosas están volviendo más al estado que había en 2019».
Sin embargo, un examen más detenido de la encuesta por hogares del informe del empleo revela un panorama más sombrío. El empleo para los estadounidenses nativos ha disminuido en los últimos cuatro años. Esto significa que todas las ganancias de empleo han ido a parar a los trabajadores nacidos en el extranjero, incluidos tanto los inmigrantes legales como los ilegales.
Según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), el número de inmigrantes —legales e ilegales— que trabajan en Estados Unidos aumentó en 3.4 millones entre febrero de 2020, poco antes del inicio del COVID-19, y marzo de 2024. Sin embargo, el número de trabajadores nacidos en Estados Unidos disminuyó en 78,000 durante el mismo periodo.
Además, durante la administración de Biden ha habido aproximadamente el doble de inmigrantes ilegales que de legales, ingresando al pais, según un estudio de Brookings Institution.»Ese es un gran problema», dice el economista Stephen Moore.
«Lo que nos interesa es saber cómo esta funcionando la economía para los ciudadanos estadounidenses. Entonces, estamos distorsionando el mercado laboral con todos los inmigrantes ilegales», declaró a The Epoch Times.
Moore, que fue asesor económico del expresidente Donald Trump, criticó a la administración Biden por poner el sistema de inmigración estadounidense «de cabeza».
Argumentó que la economía estadounidense «necesita desesperadamente» más inmigrantes legales, que poseen altos niveles de habilidad o talentos especiales, en lugar de inmigrantes ilegales, que tienden a ser menos educados.
«Muy preocupante»
La BLS incluye a los inmigrantes ilegales en las estadísticas laborales, identificándolos como «trabajadores indocumentados». Sin embargo, la agencia no revela los datos públicamente y, en su lugar, agrupa los datos de empleo de inmigrantes legales e ilegales.
Muchos economistas se han sorprendido por la creciente brecha de empleo entre los trabajadores nativos y los nacidos en el extranjero desde octubre de 2019.
El contraste en el último año es aún más sorprendente. Según la BLS, el empleo de los nacidos en el país cayó en 651,000 personas en marzo de 2024 respecto al mismo periodo del año anterior, mientras que el de los nacidos en el extranjero subió en casi 1.3 millones.
Según Steven Camarota, director de investigación del Centro de Estudios de Inmigración (CIS), es difícil saber el número exacto de inmigrantes ilegales que han entrado recientemente en el país y han encontrado empleo. 
Sin embargo, se calcula que aproximadamente la mitad de los puestos de trabajo ganados entre los trabajadores nacidos en el extranjero han ido a parar a inmigrantes ilegales en el último año.
El Sr. Camarota señala que el gobierno debería conocer toda la actividad económica y la creación de empleo en Estados Unidos, por lo que contar a los inmigrantes ilegales no es un problema.
«Lo que sí creo que es problemático es que se puede ver una tasa de desempleo baja y, lo que es más importante, mucho crecimiento del empleo, pero casi todo el crecimiento del empleo va a parar a los inmigrantes. Esa es la distorsión», declaró a The Epoch Times.
En marzo de 2024 había un total de 31 millones de trabajadores inmigrantes, que constituían casi el 20% de la población activa estadounidense. Camarota calcula que, a principios de este año, unos 9 millones de estos trabajadores estaban en situación ilegal.
La Oficina de Presupuesto del Congreso estimó que el número de «inmigrantes con un estatus no legal o pendiente» aumentaría en 2.4 millones en 2023.
En este grupo se incluyen las personas que han sido detenidas y liberadas en el país, las que han logrado eludir a la Patrulla Fronteriza, conocidas oficialmente como «fugados», y las que han quedado más tiempo de la duración de su visa. La cifra se modifica para tener en cuenta las muertes, legalizaciones y salidas.
Según Camarota, el aumento del empleo ilegal oculta la verdadera situación del mercado laboral estadounidense. Desde la década de 1960 hasta la actualidad se ha producido un preocupante descenso de la participación en la población activa de los hombres nacidos en Estados Unidos en edad laboral. Y este descenso es más pronunciado entre los menos educados.
La globalización, la subcontratación de puestos de trabajo al extranjero, las generosas políticas de asistencia social y discapacidad y el estancamiento salarial son algunos de los factores que han contribuido a este descenso a lo largo de los años, según Camarota.
«Ese descenso de la participación en la población activa, sobre todo entre los hombres nacidos en Estados Unidos, está relacionado con muchos problemas sociales, desde las muertes por sobredosis hasta la delincuencia», afirmó.
Por ello, afirmó que el gobierno no tiene una visión de conjunto al centrarse en los datos principales e informar sobre el fuerte crecimiento del empleo, y no decir que está alimentado principalmente por los inmigrantes ilegales con bajos salarios.
«Eso es muy preocupante», dijo.
Otro problema de la inmigración ilegal es que reduce los salarios de los trabajadores estadounidenses.
Según EJ Antoni, economista e investigador de la Heritage Foundation, una de las principales razones por las que el presidente Joe Biden obtiene tan malos resultados entre los votantes es «porque no son ellos los que consiguen los empleos».
Como consecuencia de la avalancha de mano de obra barata, los trabajadores estadounidenses también ganan menos de lo que ganarían de otro modo, declaró a The Epoch Times.
El Instituto de Política Económica, un think tank con sede en Washington, rechaza la idea de que los inmigrantes ilegales estén perjudicando a los trabajadores nacidos en Estados Unidos.
Los expertos Heidi Shierholz y Daniel Costa del Instituto escribieron en un informe reciente que «la idea de que los inmigrantes están empeorando las cosas para los trabajadores nacidos en Estados Unidos es errónea».
«La realidad es que el mercado laboral está absorbiendo inmigrantes a un ritmo rápido, al mismo tiempo que mantiene un desempleo récord para los trabajadores nacidos en Estados Unidos», afirmaron.
Efecto sorpresa en el crecimiento económico
Muchos economistas se han mostrado perplejos ante el fuerte crecimiento del empleo de los últimos años. Creen que el mercado laboral estaba demasiado ajustado y que necesitaba flexibilizarse drásticamente para controlar la inflación. Muchos han pasado por alto el impacto de la inmigración ilegal.
El estudio de Brookings Institution afirma que el fuerte crecimiento del empleo está alineado con los grandes flujos de inmigración y por eso el actual crecimiento del empleo no está ejerciendo una presión al alza de los salarios y la inflación de los precios. En otras palabras, como la mayoría de los puestos los ocupan inmigrantes ilegales que ganan salarios bajos, el efecto sobre la inflación es pequeño.
«El nivel inesperadamente alto de inmigración también explica parte de la sorprendente fortaleza del gasto de los consumidores y del crecimiento económico general desde 2022», afirma el estudio.
Según sus estimaciones aproximadas, el aumento de la inmigración impulsó el crecimiento real del gasto de los consumidores en 0.1 puntos porcentuales en 2022, 0.2 en 2023 y 0.2 en 2024. Además, el aumento de la inmigración impulsó el crecimiento real del producto interior bruto (PIB) en 0.1 puntos porcentuales anuales, según el estudio.
Los inmigrantes ilegales impulsan el PIB porque hay más personas en la fuerza laboral, que es uno de los insumos clave de la economía.
El aumento del número de inmigrantes en la población activa desde que Joe Biden asumió el cargo ha añadido más de 300,000 millones de dólares al PIB, según las estimaciones del Sr. Camarota. La economía creció aproximadamente un 1% en un par de años gracias a los inmigrantes. Y el Sr. Camarota calcula que aproximadamente la mitad de eso es generado por inmigrantes ilegales.
Sin embargo, una economía más grande no implica necesariamente una economía mejor y más riqueza para la población existente, argumentó Camarota. La inmigración reduce el PIB per cápita al hacer que la población crezca más deprisa que la economía, añadió.
Muchos economistas creen que los inmigrantes ilegales se diferencian de los legales en que tienden a ejercer una presión a la baja sobre los salarios y la productividad económica a corto plazo.
Revisiones de los datos laborales
Otro acontecimiento que ha captado la atención es una serie de inusuales revisiones a la baja del informe mensual de empleo del gobierno federal.
Todos los meses, los mercados financieros se preparan para el informe de empleo del BLS, una idea general de la información para determinar cómo está funcionando el mercado laboral estadounidense.
Sin embargo, los economistas y analistas del mercado han observado una tendencia durante el último año: se han realizado discretamente considerables revisiones a la baja de los datos mensuales del BLS después de la publicación inicial de los datos.
Por ejemplo, el 13 de febrero el BLS informó de que la economía estadounidense había creado 353,000 puestos de trabajo en enero, mucho mejor de lo esperado. El 5 de abril, sin embargo, la agencia dijo que los datos de enero habían sido revisados a la baja en 97,000, hasta 256,000.
Esto también fue omnipresente a lo largo del año pasado. Las revisiones a la baja del BLS, que se han producido en 12 de los 14 meses anteriores, han sumado casi 585,000 puestos de trabajo.
Muchos expertos del mercado consideraron que los cambios mostraban que el mercado laboral estadounidense se estaba normalizando. Un coro de críticos en las redes sociales se apresuró a cuestionar los motivos del BLS. Algunos también llegarón a la conclusión de que el elevado número de correcciones se debía a la inmigración ilegal.
Y otros dudaron de la exactitud de la metodología de recopilación de datos de la agencia federal, teniendo en cuenta la frecuencia con la que se han exagerado los informes de empleo.
«No quiero criticar la recopilación de datos», dijo a The Epoch Times Lauren Saidel-Baker, economista de ITR Economics. «Tienen un trabajo muy duro, están haciendo lo mejor que pueden. Pero siempre habrá algunas revisiones a medida que obtengamos mejores datos y datos adicionales».
La agencia informa que sus «economistas de campo» recopilan datos de los encuestados mediante diversos métodos, como visitas personales, correo postal, teléfono, correo electrónico y videollamadas.
El Sr. Moore dice que habrá errores en la recopilación de datos «pero uno espera que esos errores sean aleatorios».
«Pero no han sido aleatorios. Todos han sido en la misma dirección», dijo el Sr. Moore. «No creo que haya nada siniestro. No creo que estén intentando manipular los datos. Hay algo que no funciona en la forma de medir el crecimiento del empleo. Ahora tenemos muchos pluriempleados y los cuentan».
Según las últimas cifras, aproximadamente 8.4 millones de personas tienen dos o más empleos.
Los economistas también señalan la creciente disparidad entre las dos encuestas. Cada mes, el BLS realiza dos encuestas: la «encuesta de establecimientos», que proporciona estadísticas sobre nóminas, y la «encuesta de hogares», que calcula la tasa de desempleo. La primera incluye todos los puestos de trabajo que ocupa una persona, mientras que la segunda evita duplicaciones en las estadísticas.
Han pasado varios meses, desde principios de 2022, en los que la disparidad entre ambas encuestas ha sido significativa. De hecho, desde enero de 2022, la encuesta de establecimientos informa de 8.1 millones de empleos generados, frente a los 4.4 millones de la encuesta de hogares. Por lo tanto, algunos analistas sostienen que la encuesta de hogares tiende a dar una imagen más precisa de la salud del mercado laboral.
En febrero, por ejemplo, la parte correspondiente a los establecimientos del informe sobre el empleo puso de relieve 275,000 nuevos puestos de trabajo. Sin embargo, la parte correspondiente a los hogares reveló que la economía perdió 184,000 puestos de trabajo.
Si las revisiones se realizan periódicamente durante un periodo prolongado, podría ser el momento de introducir algunos cambios en el proceso de recopilación de datos, según el Sr. Antoni.
«Son claramente indicativas de que algo anda mal con la metodología de la Oficina de Estadísticas Laborales», dijo.
Comparó la situación actual con la de 2008, cuando las condiciones económicas básicas se estaban deteriorando tan rápidamente «que era difícil para la BLS mantenerse al día con esas condiciones cambiantes».
Durante la crisis financiera mundial de 2008, el BLS emitió revisiones a la baja en 11 de los 12 meses, por un total de más de medio millón.
«Podríamos enfrentarnos a algo parecido», dijo Antoni. «Hay muchos efectos residuales de la pandemia, más concretamente de la respuesta del gobierno a la pandemia. Y aún estamos lidiando con ello y tratando de encontrarle sentido».
En última instancia, dice el Sr. Antoni, el gobierno de EE.UU. tiene que cambiar sus metodologías porque las cifras que comunican estos organismos no son comparables con los datos del mundo real.
Del mismo modo, si persistiera la actual afluencia de inmigración ilegal, los economistas podrían exigir al gobierno una mayor transparencia en cuanto al número de inmigrantes ilegales que se incorporan a la fuerza laboral.
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