Millones de personas en todo el sur de California estaban bajo alerta de bandera roja, lo que significa que la humedad es baja y se esperan fuertes vientos el miércoles, en medio de los incendios forestales que han carbonizado miles de acres en Los Ángeles y han dejado más de dos docenas de muertos.
Según un mapa del Servicio Meteorológico Nacional (NWS), se emitieron avisos de bandera roja desde la costa central hasta justo por encima de la frontera de California con México. Eso incluye el condado de Los Ángeles.
«Las condiciones meteorológicas críticas para los incendios continuarán hoy en toda la costa sur de California, pero se espera una mejora hacia el final de la semana», dijo el NWS en un boletín, añadiendo que hay un «peligro extremo de incendio» para partes de los condados de Los Ángeles y Ventura hasta al menos el miércoles por la tarde.
Se espera que los vientos alcancen de 30 a 50 mph, con ráfagas aisladas de 60 mph, a través de las zonas montañosas, dijo.
En toda la región, dijo, «las ráfagas de viento pueden no ser tan fuertes en comparación con los condados de Ventura y Los Ángeles», pero advirtió que el «potencial de rápido crecimiento del fuego y árboles derribados localizados y cortes de energía todavía permanecerá».
Es probable que las condiciones mejoren el jueves durante el día, señaló.
El incendio de Eaton, que arde justo al norte de Los Ángeles, y el incendio de Palisades, que destruyó gran parte del barrio costero de Pacific Palisades, en Los Ángeles, estallaron el 7 de enero en condiciones similares a las que se esperan para el miércoles. Los fuertes vientos de la semana pasada empujaron las llamas a una velocidad notable y en ocasiones arrastraron las brasas encendidas a kilómetros de distancia.
Más de 90,000 hogares se quedaron sin electricidad el miércoles por la mañana, ya que las compañías eléctricas cortaron el suministro para evitar que sus líneas desataran nuevas llamas, según las autoridades.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, y otros funcionarios que fueron criticados por su respuesta inicial expresaron su confianza en que la región está preparada para hacer frente a la nueva amenaza. La alcaldesa dijo que pudo sobrevolar las zonas afectadas, que describió como similares a las secuelas de un «huracán seco».
Los incendios forestales en la zona de Los Ángeles han quemado aproximadamente 63 millas cuadradas y han dañado o destruido más de 12,000 estructuras, según las autoridades.
El incendio Eaton, que devastó Altadena y sus alrededores, estaba contenido en un 45% en la mañana del miércoles. El Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire) informó que los bomberos también han realizado algunos progresos en la lucha contra el incendio de Palisades, de mayores dimensiones, que se encuentra contenido en un 19%.
El incendio Hurst, más pequeño, está ahora contenido en un 97% tras quemar poco más de una milla cuadrada, dijo el Cal Fire. El incendio más reciente, conocido como incendio Auto, en el condado de Ventura, está contenido en un 47 por ciento.
Alrededor de 40,000 personas han solicitado ayuda a la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA), que ya ha desembolsado más de 8 millones de dólares para necesidades inmediatas como agua, alimentos, leche de fórmula para bebés y gasolina, dijo un funcionario. El dinero inicial va directamente a las cuentas bancarias, dijo el martes el administrador regional de la FEMA, Robert J. Fenton, Jr.
El presidente Joe Biden dijo esta semana que las personas afectadas por los incendios de California son elegibles para un pago único de 770 dólares «para que puedan comprar rápidamente cosas como agua, fórmula para bebés y recetas».
Dijo que «casi 6000 supervivientes se han registrado para hacer precisamente eso y se han entregado 5.1 millones de dólares».
Con información de The Associated Press
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