KEYSTONE, Dakota del Sur— Un suave viento recorrió la terraza Magnífica Vista del monte Rushmore National Memorial y un escalofrío me recorrió la columna vertebral.
Para millones de estadounidenses que lo visitan por primera vez, como yo, se trata de un terreno sagrado —la libertad y el sacrificio esculpidos en la imperecedera montaña.
«Esto le produce a uno un cosquilleo», dijo Doug Alford, de Texas, enorgulleciendose de la plataforma de observación a 150 pies por debajo del monumento.
«A mi me inspira lo que la gente solía hacer. Este [monumento] es tan impresionante como los rascacielos que construían en los años 20».
Mientras continuábamos contemplando la grandiosa escultura, maravillándonos del extraordinario talento y la ingeniería que se utilizaron para construirla, Alford lamentó que el país que una vez conoció ya no sea el mismo.
Hoy, la gente parece estar dispuesta a ir a la guerra por la cultura y la política. Nosotros vemos que el gran espíritu estadounidense se desvanece en el éter de la historia a través de una división nacional que crece día a día.
Los días de gloria de Estados Unidos, «esos días ya se han ido», dijo Alford.
Pero el Monte Rushmore permanece.
En la víspera del 21º aniversario de los ataques terroristas islamistas del 11 de septiembre, unas 2500 personas visitaron el Monte Rushmore para ver a los rostros de los cuatro presidentes más importantes de Estados Unidos: George Washington, Thomas Jefferson, Theodore Roosevelt y Abraham Lincoln, inmortalizados en el granito.
Las imponentes figuras se elevan sobre las puntas verdes de los pinos ponderosa y el paisaje árido y rocoso, donde vuelan los halcones y las águilas.
“Es increíble”, observó la esposa de Alford, Cindy. “Lo he visto en la televisión, pero es genial verlo de frente”.
El escultor, Gutzon Borglum, creador del Monte Rushmore, había imaginado un monumento duradero que hablaría a través de las edades.
“Vamos a colocar allí talladas en lo alto, tan cerca del cielo cómo podemos, las palabras de nuestros líderes, sus rostros, para mostrar a la posteridad qué clase de hombres eran. Luego soplemos una oración para que estos registros perduren hasta que el viento y la lluvia, solo ellos se los lleven”, proclamó Borglum.
Proyecto Monumental
El trabajo del monumento tomó 14 años, desde 1927 hasta 1941, cuando murió Borglum. Completar el proyecto costó alrededor de USD 1 millón más USD 56 millones para renovarlo en la década de 1990. Se necesitaron alrededor de 400 trabajadores para construir el monumento, quienes volaron 450,000 toneladas de roca de la montaña.
Borglum seleccionó a los cuatro presidentes para consagrar el Monte Rushmore por sus roles fundamentales en la historia estadounidense.
George Washington, el primer presidente de los Estados Unidos, fue el comandante del Ejército Continental para derrotar al Imperio Británico y ganar la libertad de Estados Unidos.
Thomas Jefferson, el tercer presidente, fue el autor principal de la Declaración de Independencia que ejemplifica los inspirados ideales humanos del sufragio.
Theodore Roosevelt, el vigésimo sexto presidente, impulsó la construcción del Canal de Panamá que une los océanos Atlántico y Pacífico. Luchó contra los grandes monopolios y apartó millones de acres de tierras de conservación a través del sistema de parques nacionales.
Abraham Lincoln, el decimosexto presidente, dirigió a la nación durante la Guerra Civil, el período más sangriento de la historia de Estados Unidos, preservando la unión.
Patriotismo por la esperanza y libertad
Cada año, casi 3 millones de personas visitan el Monte Rushmore —alrededor de 2000 todos los días— por curiosidad o patriotismo. Muchos ven el monumento como un ancla de esperanza y libertad en un mundo que está siendo vencido por la tiranía.
Los Alford dijeron que manejaron desde Texas hasta Black Hills de Dakota del Sur para ver el Monte Rushmore y sentirse inspirados.
Fue un viaje largo.
“Es increíble lo que uno podía hacer en ese entonces cuando estabas detrás de algo”, dijo Doug Alford a The Epoch Times, citando la visión artística de Borglum. “Esto ocurrió cuando la gente se preocupaba por el país”.
“Recuerdo cuánto orgullo tenía el país. Ahora, no hay orgullo nacional —totalmente destruido”.
Durante los disturbios del verano de 2020, luego de la muerte de George Floyd, los partidarios de la nueva cultura de cancelación corrieron desfigurando y derribando estatuas de figuras estadounidenses que consideraban «racistas».
La cultura de la cancelación pronto comenzó a centrarse en las estatuas de los padres fundadores de Estados Unidos, alegando que ellos también eran símbolos de la esclavitud y las derribaron.
Iconoclasia de izquierda
En medio de la agitación social, Mount Rushmore también se convertiría en el objetivo de los pedidos de remoción. Debido a preocupaciones ambientales, las exhibiciones anuales de fuegos artificiales no se llevan a cabo aquí desde 2009.
Jim Denker y su esposa Kate dijeron que ahora que ambos están jubilados vinieron de Nueva Jersey para ver el Monte Rushmore por primera vez.
“Este trae de vuelta la gloria de Estados Unidos. Es muy especial, espectacular”, dijo Jim Denker.
“La gente en ese entonces tenía respeto por eso. Esto está cambiando ahora. Aquí uno ve personas en que sus ojos se iluminan debido a esta loca situación”.
La pareja admite que se han “perdido muchas cosas en Estados Unidos” durante sus años de trabajo. Ellos querían presentar sus respetos al Monte Rushmore en 2022 porque “se trata de la gloria de Estados Unidos”, dijo Jim Denker a The Epoch Times.
“Ha sido un sueño venir aquí. Estaba esperando hacer el vuelo durante 30 años y nunca llegué hasta aquí”, dijo Kate Denker. “Nunca llegué aquí hasta hoy. Voy a cumplir 70 en un par de meses y por fin. He estado alrededor del mundo pero no había estado aquí. Me avergüenza”.
Alan y Karen Patrick de Washington dijeron que han estado visitando el monumento regularmente desde 1999.
Cada vez que lo ven les da escalofríos.
“Es muy impresionante, hermoso”, dijo Alan Patrick. “Creo que es un buen momento para verlo. No quiero verlo caer”.
“Siempre quise verlo”
“Es la obra de arte de alguien. Es historia”, destacó Karen Patrick.
“Simplemente lo estoy absorbiendo todo”, dijo un hombre de Luisiana. “Es enorme. Es increíble que construyeran eso y cómo lo construyeron”.
Jeff Dohrman, de Kansas, de visita por primera vez, dijo que no podía evitar sentirse patriótico al ver a los cuatro presidentes tallados en granito.
“Lo hace pensar en la Historia y en lo que está pasando en Estados Unidos. Siempre he querido verlo. Esta era una de las cosas más importantes”.
Su esposa, Denise, dijo que Mount Rushmore estaba en su «lista de deseos» de cosas para ver.
“Es bastante sorprendente”, dijo Denise sobre el Monte Rushmore a The Epoch Times. “Todo el ‘wokeismo’ que está pasando (…) Creo que más gente necesita comprender al país.
“Esto es solo amor por su país”, agregó la esposa. “Nosotros tenemos demasiadas personas mayores ahora dirigiendo nuestro país. Necesitamos sangre nueva, sangre joven”.
De visita por primera vez, Peter Libby de Maine instaló su cámara digital y su trípode en la Avenida de las Banderas para obtener la mejor toma posible del Monte Rushmore bajo la luz del Sol.
“Ellos fueron los verdaderos pioneros y los cuatro están ahora aquí”, dijo Libby a The Epoch Times.
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