Comentario
Al parecer, China no puede soportar otros cuatro años de Donald Trump en la Casa Blanca. Para asegurarse de que sea un presidente de un solo mandato, el Partido Comunista Chino (PCCh) está reclutando la ayuda de estadounidenses anti-Trump desde Washington hasta Wall Street y más allá.
¿Será que aquellos tan molestos por la supuesta “colusión con Rusia” del presidente Trump para ganar las elecciones de 2016 tolerarán en cambio la interferencia china en las próximas elecciones de Estados Unidos?
Si las elecciones de mitad de período de 2018 son un indicio, la respuesta es “sí”.
Interferencia electoral de China en Iowa en 2018
Sí, China se inmiscuyó en las elecciones de mitad de período de 2018. El China Daily, un periódico estatal, compró una inserción de cuatro páginas en el diario Des Moines Register para publicar propaganda a favor de China y en contra de la política comercial de Trump antes de las elecciones. El objetivo de la inserción fue influir en la opinión de los votantes sobre el comercio entre Estados Unidos y China y recordar a los votantes de Iowa las profundas e históricas conexiones del mandatario chino Xi Jinping con Iowa. El estado había apoyado firmemente la elección de Trump en 2016.
La pequeña estrategia propagandística de China tuvo poco o ningún impacto. Sin embargo, a nadie en la izquierda le importó. No hubo informes especiales en CNN, ni artículos en The New York Times advirtiendo sobre la influencia de los chinos en las elecciones estadounidenses, lo que lo dice todo.
China no puede ganar contra las políticas de Trump
Pero con la proximidad de las elecciones de 2020, China está decidida hacer todo lo posible para evitar que Trump sea reelegido. Es fácil entender por qué. Los enormes aranceles de Trump contra los productos chinos están dando a la economía china una fuerte paliza. La producción económica de China ha caído a su nivel más bajo desde 1992.
Además, no parece que la economía china vaya a mejorar mucho de aquí a las elecciones. El consumo interno de China continúa reduciéndose, el volumen de comercio con la Eurozona está cayendo y la suba de aranceles por parte de Trump sobre las importaciones restantes de China comienzan el 1 de octubre. Las perspectivas inmediatas para el crecimiento económico continuo de China son poco prometedoras.
Más concretamente, China descubrió que la mejor manera de ganar una negociación comercial con Trump es, en cambio, negociar con un presidente demócrata. Para lograrlo, Xi Jinping tiene un plan, y puedes estar seguro de que es mucho más grande que comprar páginas de inserción en la edición del domingo de Des Moines Register y mucho más allá de las falsas páginas de Facebook de Rusia. Y aparentemente, el plan fue puesto en marcha desde las elecciones de 2018.
Según una entrevista reciente con The Washington Free Beacon, el multimillonario chino exiliado Guo Wengui, un incondicional anticomunista dijo, “Para las elecciones presidenciales estadounidenses de 2020, el comité de seguridad [del PCCh] ha dado instrucciones muy claras de que no está permitido que Trump gane las elecciones de 2020”.
Guo dijo que el vicepresidente chino Wang Qishan le dio los detalles recientemente en Beijing. Más sobre eso en un momento. Pero igual de interesante es la persona que dirige el esfuerzo por detener la reelección de Trump: no es otro que Xi Jinping mismo, a través de la fuertemente controlada Comisión de Seguridad Nacional del PCCh. Se puede entender si alguien piensa que se trata de un asunto bastante personal para Xi.
El plan de cuatro puntos de China para derrotar a Trump
Según Guo, China tiene “cuatro armas” para frustrar la reelección de Trump y todas ellas implican recursos a favor de China dentro de Estados Unidos:
1. Líderes financieros de Wall Street: Los financieros más influyentes amasaron sus fortunas consiguiendo capital para alimentar el desarrollo económico de China a manos del PCCh, y no tienen ningún interés en perder el gigantesco flujo de dinero.
2. Lobbistas y líderes políticos corruptos en Washington: Han estado en el bolsillo del PCCh durante años, y serán llamados para ayudar a derrotar a Trump.
3. Los grandes medios de comunicación y las redes sociales: Estas fuerzas anti-Trump son ya bien conocidas y sirven servilmente el relato anti-Trump de China al pueblo estadounidense. Entre ellos se encuentran Google, Facebook, The New York Times y el Wall Street Journal.
4. Chinos y asiático-estadounidenses poderosos: Estos grupos tienen una importante influencia financiera y poder político en Estados Unidos.
¿Estamos absolutamente claros en esto? Xi Jinping y el PCCh han determinado que es “inadmisible” que un presidente en ejercicio de Estados Unidos gane un segundo mandato. Y los confabuladores estadounidenses de China acaban de ser nombrados.
China: La lentitud de las negociaciones
Eso sin duda explica por qué China no parece tener ninguna prisa por alcanzar un trato con Estados Unidos en un acuerdo comercial. Recordemos que a finales de julio, un acuerdo estaba casi cerrado, pero después de que China renegó de su acuerdo para comprar soja estadounidense, EE.UU. anunció aranceles más elevados sobre los 300.000 millones de dólares de importaciones restantes de China, aniquilando de hecho las negociaciones.
Trump puede ver claramente el plan y lo está utilizando para burlarse de los chinos, diciendo: “Sin embargo, el problema con ellos esperando es que si y cuando yo gane, el trato que ellos [China] obtendrán será mucho más duro que el que estamos negociando ahora (…) o no tendrán ningún trato en absoluto”.
Si la información de Guo es confiable, no parece que se vaya a llegar a un acuerdo comercial con China, o incluso que se deba llegar a un acuerdo.
El plan de China muestra cuán desesperado está realmente el PCCh
El plan de cuatro armas, tal como está diseñado, es tan impresionante como revelador. Sin duda, China puede aprovechar todos esos recursos mencionados y probablemente mucho más. ¿Pero será suficiente?
Consideremos, por un momento, que las cuatro llamadas “armas anti-Trump” del PCCh han sido utilizadas por lo menos desde que Trump ganó la nominación republicana a la presidencia, si no antes, cuando anunció su candidatura. Los financieros de Wall Street, los políticos corruptos, los grandes medios de comunicación y los tecnofascistas de las redes sociales en Facebook y Google eran anti-Trump todo el tiempo en 2016. Uno supondría que los grupos chino-estadounidenses también fueron utilizados en ese momento.
Y aún así, Trump ganó.
Además, China se enfrenta a una creciente escasez de alimentos y al aumento de los precios. La peste porcina africana redujo el suministro de carne de cerdo, un alimento básico de China, en un 20 por ciento en las 31 regiones autónomas y provincias. Y lo que es peor, las cosechas están siendo devastadas por una creciente plaga de gusanos cogollero que se espera que se extienda por todo el país a mediados de 2020. China necesita del corazón de la agricultura estadounidense –los mismos estados que apoyaron a Trump en 2016– para alimentar a su población.
El panorama general es que ahora sabemos cuán devastadoras fueron y siguen siendo las políticas de Trump para con China. Como lo discutimos el año pasado, están empujando a China cada día más cerca del borde de la inestabilidad interna. Es por eso que el PCCh está tratando de romper el apoyo político de Trump, para detener sus políticas anti-PCCh, sin importar las dificultades que eso imponga sobre el pueblo chino. La supervivencia del Partido puede depender de ello.
Para China, este es el contexto real de las elecciones de 2020. Para los estadounidenses, es un complot internacional para dictaminar el resultado de nuestras próximas elecciones.
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James Gorrie es un escritor radicado en Texas. Es el autor de “La crisis de China”.
Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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