Misterios de las cardiopatías: 7 formas de reducir el riesgo

Contrariamente a la afirmación aceptada de que las grasas saturadas son las principales responsables de las enfermedades cardíacas —los misterios son muchos y empiezan a desvelarse cuando nos fijamos en los cuidados naturales

Por Emma Tekstra
15 de abril de 2024 11:13 AM Actualizado: 15 de abril de 2024 11:13 AM

¿Le han dicho que tiene el «colesterol malo» demasiado alto? Tal vez le hayan recetado una clase de fármacos llamados estatinas, diseñados para reducir su LDL —lipoproteína de baja densidad— también conocido como «colesterol malo».

Las estatinas cumplen su función, pero presentan dos problemas importantes. En primer lugar, su mecanismo de acción provoca multitud de efectos secundarios que pueden empeorar la salud. En segundo lugar, ahora hay pruebas sustanciales que ponen en duda que bajar el LDL prevenga los ataques al corazón y que las tasas más altas de muerte y demencia se den en las personas con los niveles más bajos de LDL.

La afirmación de que consumir demasiadas grasas saturadas aumenta el nivel de LDL y, por tanto, el riesgo de padecer enfermedades cardíacas también está siendo refutada por cada vez más pruebas. Las investigaciones sugieren que el azúcar y los hidratos de carbono simples (como el pan, la pasta y los alimentos procesados) son un factor mucho más importante en las cardiopatías. Las grasas naturales saludables procedentes de animales criados en pastos (así como el pescado, los aguacates y los frutos secos) se asocian a un menor riesgo de cardiopatías.

Parte de la confusión sobre las cardiopatías parece derivarse de la falta de un candidato que sustituya al colesterol como antagonista o villano, por así decirlo. La intervención farmacéutica requiere un proceso específico sobre el cual actuar. Un fármaco es investigado por su capacidad para afectar a un único síntoma y luego se promociona por ese efecto. Las cardiopatías son más multidimensionales de lo que permite este modelo de negocio.

Cabe destacar que las ventas de estatinas son uno de los mayores generadores de dinero para la industria farmacéutica, con más de 15 mil millones de dólares en 2023. Las marcas comerciales incluyen Lipitor, Crestor y Zocor, con nombres genéricos como lovastatina y simvastatina. Sin un culpable alternativo que tratar con una píldora, es más rentable para la industria seguir vendiendo estatinas.

Por qué el colesterol es un señuelo

El colesterol es una sustancia de enorme importancia en el cuerpo humano, se encuentra en todas las células y es necesario para mantener la integridad de las membranas celulares. Las hormonas más importantes se sintetizan a partir del colesterol.

Es esencial para el buen funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso, y es la sustancia reparadora de la naturaleza—se utiliza para reparar cualquier microdesgarro en los vasos sanguíneos, incluidas las arterias.

Un análisis bien documentado publicado en el British Medical Journal proporciona información sobre algunos de los principios clave del mito del colesterol. El análisis examinó las directrices dietéticas para las personas con hipercolesterolemia familiar (HF). Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades definen la HF como individuos con niveles de LDL superiores a 190 miligramos por decilitro.

No obstante, el análisis es relevante a niveles más bajos y pone de relieve que las puntuaciones de LDL están más influidas por la genética que por la dieta. También destaca el papel mucho más importante de los niveles de (Lp(a)) lipoproteína (a) en el riesgo de sufrir infartos al miocardio y accidentes cerebrovasculares que el LDL. No existen fármacos aprobados para reducir la Lp(a).

Sin embargo, el suplemento de niacina (vitamina B3), barato y fácil de conseguir, parece cumplir su función y se presenta como una alternativa más segura a las estatinas.

Dos de las principales conclusiones a las que llegó el análisis del BMJ fueron: «No hay pruebas que respalden la recomendación de que los individuos con HF consuman una dieta baja en grasas saturadas y colesterol», y «Una dieta baja en carbohidratos (LCD) mejora significativamente los biomarcadores de enfermedad cardiovascular, en comparación con una dieta baja en grasas».

El Dr. Aseem Malhotra, cardiólogo de renombre mundial y uno de los autores del análisis del BMJ, escribió un libro muy accesible titulado «Una vida sin estatinas». En él, guía al lector paso a paso a través de la ciencia en un inglés sencillo, incluyendo cómo las estatinas consiguen su objetivo, los inconvenientes de tomar estatinas, una comprensión más amplia de las enfermedades cardíacas y un plan claro para reducir sus riesgos que incluye recomendaciones de ejercicio y recetas.

Los verdaderos culpables de las cardiopatías

Aunque el azúcar y los hidratos de carbono simples que provocan resistencia a la insulina son sin duda parte del problema, no son los únicos responsables de las cardiopatías. Es la propia complejidad del cuerpo humano lo que parece haber provocado una especie de parálisis entre médicos y científicos, que no pueden dar con la causa exacta y la progresión de las cardiopatías —la mayor causa de muerte en el mundo. En lugar de admitir que no se conocen todos los mecanismos y que lo que realmente se necesita para reducir los riesgos es llevar un estilo de vida saludable, es más fácil centrarse en el colesterol.

El Dr. Malcolm Kendrick, médico generalista que, al igual que el Dr. Malhotra, procede de las Islas Británicas, habla abiertamente de «La gran estafa del colesterol», título de uno de sus libros. En su último libro, «The Clot Thickens: The Enduring Mystery of Heart Disease», el Dr. Kendrick expone con todo lujo de detalles la explicación más plausible de las cardiopatías, con útiles ilustraciones, amplias referencias científicas y una gran dosis de humor.

Una de las referencias del Dr. Kendrick es el algoritmo muy utilizado en el Reino Unido conocido como QRISK, que los médicos utilizan para calcular el riesgo de sufrir un infarto en los próximos 10 años basándose en 20 factores. Usted mismo puede jugar con él —introduzca sus propios datos y verá fácilmente que reducir el colesterol LDL en 50 puntos, por ejemplo, no cambia el riesgo en absoluto.

En cambio, fumar y padecer diabetes suponen una gran diferencia. Otros factores que aumentan el riesgo son las enfermedades renales, la artritis reumatoide o el lupus (enfermedades autoinmunes), los antecedentes de migrañas, las enfermedades mentales graves y la toma de esteroides. El núcleo del relato es la investigación del Dr. Kendrick sobre por qué todos estos factores, aparentemente inconexos, causan enfermedades cardíacas.

Aunque el libro está escrito como una gran novela policíaca, no se estropea la trama revelando que el remate son los coágulos de sangre. A pesar de la complejidad de los elementos y mecanismos implicados, la respuesta resulta ser bastante sencilla.

Como dice el Dr. Kendrick, «no es la estructura ni la función, sino el «proceso» lo que las relaciona [los riesgos de cardiopatía]». Sabemos que un infarto de miocardio está causado por un coágulo de sangre en la arteria coronaria, y que un ictus es un coágulo de sangre en las arterias que conducen al cerebro.

El misterio consiste en comprender qué causa los coágulos sanguíneos —para lo cual el Dr. Kendrick nos presenta el endotelio (el revestimiento de los vasos sanguíneos) explicando que «un endotelio sano y sin daños es todo lo que se necesita para evitar que sustancias nocivas… penetren en la pared arterial», así como el glicocálix (la sustancia resbaladiza que recubre y protege el endotelio) o, como lo llama el Dr. Kendrick, «el superteflón del mundo natural».

Cuando el glicocálix se daña, el endotelio queda expuesto. Si el endotelio está dañado, el organismo se apresura a formar un tapón temporal —un coágulo sanguíneo — hasta que las células progenitoras endoteliales puedan venir a repararlo.

Entonces, el coágulo puede disolverse y el glicocálix volver a formarse. Los problemas surgen si el daño se produce más rápidamente de lo que puede completarse el proceso de reparación.

A continuación, el Dr. Kendrick analiza cada uno de los riesgos conocidos de enfermedad cardiaca y cómo encajan en este escenario, utilizando casi 300 referencias científicas para apoyar la hipótesis de los mecanismos individuales. Un ejemplo es un estudio de 2002 sobre la composición de la placa publicado en Heart que afirma: «El material tromboembólico [es decir, los coágulos sanguíneos] es, por tanto, suficiente por sí solo para inducir la formación de placa».

Una de las explicaciones más interesantes del libro es el papel de los medicamentos esteroideos (como la prednisona), que se utilizan mucho para amortiguar el sistema inmunitario en diversas enfermedades autoinmunitarias. El Dr. Kendrick explica: «Es importante comprender la conexión extremadamente química entre todos los esteroides y el cortisol. Como resultado de ello, tienen efectos adversos casi idénticos en el cuerpo humano».

Así pues, existe una relación entre el estrés emocional o físico, que eleva los niveles de cortisol, y los daños causados en el revestimiento de los vasos sanguíneos. En ambos casos, el esteroide hace que el hígado libere glucosa (para garantizar la energía necesaria para hacer frente a la emergencia esperada), pero esto hace que circule demasiada azúcar en la sangre, lo que provoca resistencia a la insulina.

Se sabe que el azúcar daña el delicado glicocálix, lo que vincula aún más los esteroides y la diabetes como factores de riesgo. El Dr. Kendrick destaca los resultados clave de un estudio publicado en la revista de la Asociación Americana de Diabetes que explica: «Cuando el nivel de azúcar en sangre aumenta, el glicocálix se desprende».

Se sabe que las infecciones bacterianas segregan toxinas que también dañan el endotelio y, según el Dr. Kendrick, «… las exotoxinas bacterianas provocan ECV [enfermedades cardiovasculares] de forma muy parecida al tabaquismo o al aumento de los niveles de azúcar en sangre». Esto explica por qué la enfermedad periodontal (infecciones en los dientes o las encías) es también un factor de riesgo de cardiopatía. La situación puede agravarse aún más por el estrés o el uso de medicamentos esteroideos, que tienen un efecto amortiguador sobre el sistema inmunitario y frustran el intento de combatir la infección.

En las cardiopatías hay muchas interdependencias y es necesario desentrañar muchas cosas. Sin embargo, incluso este resumen excesivamente simplificado pone de relieve el asombroso diseño del cuerpo humano y por qué es tan difícil diseñar un estudio científico que proporcione una respuesta definitiva a las cardiopatías. Mientras la industria médica sigue promoviendo soluciones que pueden vender, debería ser evidente que sólo un enfoque de estilo de vida que aborde los mecanismos subyacentes le ayudará a prevenir y revertir las enfermedades cardíacas.

Cómo reducir los riesgos

1. Cuide su dieta

Como probablemente haya oído una y otra vez, somos lo que comemos. La comida es medicina. Céntrese en alimentos integrales y limpios, hechos por Dios y no por el hombre. Reduzca los azúcares —incluidos los carbohidratos simples como el pan y los productos horneados. Elimine los alimentos procesados que están llenos de aceites vegetales y de semillas no naturales, así como azúcares añadidos. Las grasas naturales saludables, como las que se encuentran en nueces y aguacates, además de los productos de animales criados en pastizales y alimentados con su dieta natural en lugar de maíz, promueven la salud cardíaca.

2. Controle su estrés

Encontrar formas de relajarse, como la lectura, la meditación, dedicarse a un nuevo hobby, pasar tiempo con los amigos, implicarse más en tareas de servicio o prácticas religiosas que de un solo punto o de uno mismo hacia algo más grande, son buenas soluciones. Dormir entre siete y ocho horas por noche también es importante.

3. Ocúpese de las infecciones crónicas

Muchas personas andan por ahí con infecciones no diagnosticadas como la enfermedad de Lyme, parásitos, esporas de moho o cualquier número de virus escondidos en sus células. Su boca es la mayor culpable, de la enfermedad periodontal de bajo grado demasiado común de la descomposición de los dientes y las encías. Visita al dentista con regularidad.

4. Haga movimiento y ejercicio a diario

Más allá del aliviar del estrés, el ejercicio puede ayudar a controlar el azúcar en sangre y reforzar la inmunidad. También ayuda a que la sangre fluya y reduce el riesgo de coágulos.

5. Tome el sol

Además de sintetizar vitamina D en la piel (que refuerza la inmunidad, entre otros muchos factores positivos), se ha demostrado que la luz solar ayuda al cuerpo a sintetizar óxido nítrico, que reduce la presión arterial y ayuda a prevenir los coágulos sanguíneos. También se ha demostrado que mejora la resistencia a la insulina que protege el endotelio.

6. Beba mucha agua pura

El agua es fundamental para el funcionamiento óptimo de todas las células del cuerpo. Ayuda a eliminar toxinas, lubrica las articulaciones, transporta oxígeno a las células y facilita toda la actividad eléctrica, incluidos los latidos del corazón y el sistema nervioso. La deshidratación puede provocar la coagulación de la sangre y la formación de coágulos. Además de cualquier otra cosa que estés bebiendo asegúrate de incluir aproximadamente 2 litros de agua al día.

7. Utilice suplementos naturales siempre que sea posible

He aquí sólo una muestra de suplementos baratos que han demostrado reducir el riesgo de enfermedades del corazón a través de diversos mecanismos.

  • Como ya se ha mencionado, la niacina ayuda a reducir la Lp(a) y tiene otros beneficios para la salud.
  • La berberina es tan eficaz o más que la metformina para reducir la glucosa en sangre.
  • La glucosamina, junto con el sulfato de condroitina, suele tomarse para mejorar los síntomas de la artritis gracias a su acción sobre el cartílago. También hay pruebas sólidas de que ejerce una acción beneficiosa similar al reparar el endotelio y, por tanto, reduce el riesgo de cardiopatías.
  • El magnesio es un mineral crítico para el correcto funcionamiento de nuestro corazón y una deficiencia común en el mundo occidental. Esto se ha puesto de manifiesto en Israel, donde se consume mucha agua desalinizada. Un estudio descubrió un mayor riesgo de cardiopatía isquémica para quienes dependían del agua potable desalinizada, con su ausencia de magnesio y otros minerales. Otro estudio descubrió que el riesgo de morir de un ataque al corazón era mayor en las zonas del país que utilizaban agua desalinizada.
  • Se ha descubierto que la nattocinasa, una enzima natural presente en el natto, un alimento similar al queso elaborado a partir de soja fermentada, tiene una importante actividad fibrinolítica, es decir, descompone los coágulos sanguíneos y mejora el flujo sanguíneo.

Como es lógico, estos remedios favorecen todos los aspectos de la salud. En resumen, el asombroso cuerpo humano puede curarse a sí mismo de los daños si recibe el apoyo y la nutrición adecuados. No existe una solución rápida ni un remedio milagroso, ni mucho menos una píldora que pueda reparar lo que está roto. Cada persona es única y sólo usted puede conocer la confluencia de factores que pueden estar dañando su organismo. Esperemos que ahora tenga una idea más clara de cuáles pueden ser y comprenda que ningún médico tiene todas las respuestas.


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