Moderna podría saber si su vacuna candidata para el virus del PCCh es efectiva a fines de octubre, dijo el jueves su director ejecutivo Stéphane Bancel.
El momento de los resultados de un gran y crucial estudio sobre la vacuna del virus PCCh (Partido Comunista Chino) de la compañía está siendo condicionado a las tasas de infección en las áreas donde se están llevando a cabo los ensayos en Estados Unidos, dijo Bancel. Esto se debe a que el estudio está comparando el número de casos de virus sintomáticos entre los individuos no vacunados y los que han recibido una inyección.
«Si la tasa de infección en el país disminuye en las próximas semanas, podría ser desplazada en el peor de los casos a diciembre», declaró Bancel a la CNBC en una entrevista.
Además de la empresa de biotecnología Moderna, con sede en Massachusetts, la empresa farmacéutica estadounidense Pfizer y AstraZeneca también están llevando a cabo en Estados Unidos ensayos de fase final a gran escala para posibles vacunas contra el COVID-19.
Tanto Moderna como Pfizer reclutaron cerca de dos tercios de los participantes necesarios. Moderna dijo esta semana que alrededor del 28 por ciento de sus voluntarios provenían de diversas comunidades.
Al igual que Pfizer, la vacuna experimental de Moderna, el ARNm-1273, es un ARN mensajero, lo que significa que se basa en segmentos de material genético que se introducen en las células para ayudar a estimular una respuesta inmunitaria.
Si bien la tecnología puede utilizarse para acelerar el desarrollo de una vacuna con respecto a otros métodos, un inconveniente de las vacunas de ARNm es la necesidad de almacenarlas y distribuirlas a bajas temperaturas para evitar que se degraden.
La vacuna de ARNm de Pfizer necesita ser transportada a -94 grados Fahrenheit (-70°C), mientras que Moderna tiene una ventaja, pero aún requiere condiciones a -4 grados Fahrenheit (-20°C) para su transporte, según Biopharmadive.
Los funcionarios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades dijeron previamente al Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP) que estos requisitos «harán muy difícil que las clínicas comunitarias y las farmacias locales puedan almacenarlas y administrarlas».
Por otro lado, la vacuna de AstraZeneca basada en un vector adenoviral solo requiere refrigeración.
«El equipo de Moderna hizo un progreso significativo desde nuestro último Día de Investigación y Desarrollo hace 12 meses. El proyecto ha madurado con nuestra vacuna COVID-19 en un estudio de fase 3 y cuatro candidatos en estudios de fase 2. Nos estamos preparando activamente para un potencial lanzamiento comercial de mRNA-1273, nuestra vacuna de COVID-19, y continuamos expandiendo la amplitud de la plataforma de Moderna», dijo Bancel a través del comunicado el jueves.
El presidente Donald Trump invirtió unos USD 10,000 millones de los contribuyentes en el desarrollo de vacunas y en opciones terapéuticas en el marco del proyecto Operation Warp Speed. El mandatario instruyó al ejército que se prepare para la entrega de 150 a 200 millones de dosis de vacunas.
La administración espera que la Junta de Supervisión de Datos y Seguridad, que es independiente de la FDA, considere segura una vacuna para fines de año, pero posiblemente lo estará en octubre «para todos los que quieran obtenerla», dice Trump.
«No todo el mundo va a querer conseguirla».
La administración de Trump llegó a un acuerdo el mes pasado para asegurar 100 millones de dosis de la vacuna candidata de Moderna.
El gobierno pagará a la compañía USD 1525 millones.
El precio por dosis es de alrededor de 30,50 dólares por un régimen de dos dosis.
El número de estadounidenses fallecidos por COVID-19 es de casi 198,000, hasta el 18 de septiembre, según la Universidad Johns Hopkins.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos informaron que en el 94 por ciento de los casos fatales, los afectados sufrían de un promedio de 2.6 condiciones de salud adicionales y que el 80 por ciento de los fallecidos eran adultos de 65 años o más.
Incluye información de Zachary Stieber y Charlotte Cuthbertson
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