Moderna se ha unido a los principales fabricantes de vacunas contra la COVID-19 en la carrera por investigar la nueva variante ómicron para adaptar sus vacunas y así combatir la nueva cepa, que presenta un elevado número de mutaciones y parece propagarse rápidamente.
En su intervención el domingo en el programa «Andrew Marr Show» de la BBC, el director médico de Moderna, Paul Burton, afirmó que a principios del próximo año podrían estar disponibles grandes cantidades de una vacuna nueva y reformulada para combatir la variante recién identificada.
Burton señaló que varios científicos e investigadores aún están «tratando de descifrar» la nueva variante y establecer si es o no más transmisible, la gravedad de sus efectos secundarios y cómo pueden contenerla y controlarla con las vacunas actualmente disponibles; esto último lo deberían saber los investigadores en un par de semanas después de realizar experimentos de laboratorio.
«Deberíamos conocer la capacidad de la vacuna actual para proporcionar protección en las próximas dos semanas», dijo Burton. «Si tenemos que fabricar una vacuna totalmente nueva, creo que tendremos que esperar a principios de 2022 para que esté realmente disponible en grandes cantidades», continuó Burton.
Burton añadió que Moderna movilizó a «cientos de personas aquí en EE. UU. y en todo el mundo» a primera hora del jueves, después de que algunos investigadores identificaran una nueva variante en Sudáfrica, y señaló que Moderna es capaz de «moverse muy rápido» para hacer frente a estos problemas.
El director médico reconoció que la nueva variante contiene múltiples mutaciones, con «al menos 30 de ellas solo en la proteína de la espícula, nueve de las cuales se sabe que están asociadas con el escape inmunológico» y «otras 11 que se han predicho como asociadas con el escape inmunológico».
«Si se juntan todas ellas, creo que se trata de un virus muy preocupante», dijo, al tiempo que instó a la gente a vacunarse.
Moderna anunció el viernes que está probando una dosis más alta de su actual vacuna contra la variante ómicron.
«Desde el principio, hemos dicho que mientras buscamos derrotar la pandemia, es imperativo que seamos proactivos a medida que el virus evoluciona. Las mutaciones de la variante ómicron son preocupantes y, desde hace varios días, estamos trabajando lo más rápido posible para ejecutar nuestra estrategia para hacer frente a esta variante», dijo Stéphane Bancel, director general de Moderna.
«Tenemos tres líneas de defensa en las que estamos avanzando en paralelo: ya hemos evaluado una dosis más alta de refuerzo de ARNm-1273 (100 µg), en segundo lugar, ya estamos estudiando dos candidatos de refuerzo multivalentes en la clínica que fueron diseñados para anticiparse a mutaciones como las que han surgido en la variante ómicron y se esperan datos en las próximas semanas, y en tercer lugar, estamos avanzando rápidamente con un candidato de refuerzo específico para [la variante] ómicron (ARNm-1273.529)».
Mientras tanto, Pfizer y BioNTech dijeron que también han iniciado investigaciones sobre la variante ómicron, también conocida como B.1.1.529, y que podrían estar listos para enviar las vacunas reformuladas dentro de 100 días si es resistente a la vacuna actual.
«Entendemos la preocupación de algunos expertos y hemos iniciado inmediatamente las investigaciones sobre la variante B.1.1.529», dijo BioNTech en una declaración.
«Esperamos más datos de las pruebas de laboratorio en dos semanas como máximo», añadió. «Estos datos proporcionarán más información sobre si la B.1.1.529 podría ser una variante de escape que podría requerir un ajuste de nuestra vacuna si la variante se extiende globalmente».
Por otra parte, Johnson & Johnson dijo que ha comenzado a probar la eficacia de su actual vacuna contra la variante ómicron.
«Estamos vigilando de cerca las nuevas cepas emergentes del virus COVID-19 con variaciones en la proteína de la espícula del SARS-CoV-2 y ya estamos probando la eficacia de nuestra vacuna contra la nueva variante de rápida propagación detectada por primera vez en el sur de África», dijo J&J en una declaración a la CNBC.
AstraZeneca se ha unido a los demás fabricantes de vacunas en la investigación de la nueva variante y está «llevando a cabo investigaciones en lugares donde se ha identificado la variante, concretamente en Botsuana y Eswatini», ha dicho la empresa.
La nueva variante del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como nuevo coronavirus, fue anunciada por el ministro de Sanidad de Sudáfrica, Joe Phaahla, el pasado jueves.
Desde entonces se ha detectado en Botsuana, Hong Kong, Israel, Europa y el Reino Unido. Varios científicos afirman que tiene una combinación inusual de mutaciones y que puede ser capaz de evadir las respuestas inmunitarias o hacer que sea más transmisible.
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