Si está buscando controlar su nivel de azúcar en la sangre, es posible que haya oído hablar de un «nuevo» superalimento llamado moringa, un suplemento saludable para tomar solo o agregar a batidos y sopas. Conocida como una «planta maravillosa» por algunos, la moringa está disponible en forma de polvo, en cápsulas y gomitas, y en té.
Rica en vitaminas, proteínas y aminoácidos, la moringa es una planta antigua y un poderoso suplemento dietético, por lo que los investigadores están estudiando su potencial para prevenir la desnutrición.
En el mundo occidental, la moringa (Moringa oleifera) a menudo se promociona como un suplemento para ayudar a los pacientes con diabetes tipo 2.
“También reduce el azúcar en la sangre y la presión arterial, ya que tiene un alto contenido de fibra y proteínas”, le dijo a The Epoch Times el Dr. Ahmet Ergin, endocrinólogo y fundador de Sugarmds.com.
Dijo que las vitaminas, proteínas y aminoácidos naturales de la planta son la fuente de sus beneficios. Como una de las plantas más densas en nutrientes que existen, la moringa es rica en vitaminas A, B, C, D, E y K, así como en calcio, hierro, potasio, magnesio, manganeso y zinc.
Para las personas que no están familiarizadas con la moringa, la forma más fácil de usarla es en forma de polvo, para agregarla a batidos, ensaladas o sopas, dijo el Dr. Ergin.
“La comida puede ser medicina si la come correctamente”, dijo.
“También usamos medicamentos, pero creo que usar fuentes naturales les ayuda mucho en términos de la cantidad de medicamentos que necesitan. Con el entrenamiento adecuado, los alimentos y los suplementos adecuados, les va muy bien”.
Si bien la moringa puede ser nueva para muchos occidentales, la gente ha confiado en sus propiedades curativas durante siglos en zonas tropicales y en desarrollo. Las personas en Asia y otros lugares donde crece la moringa suelen usar sus hojas amargas en guisos, estofados, sopas y ensaladas.
Algunos expertos en nutrición creen que la moringa tiene el potencial de ayudar a aliviar la desnutrición a nivel mundial y también ser una gran ayuda para la salud y el bienestar de las naciones más pobres.
¿Qué es la moringa?
Originario de la India, al árbol de hoja caduca de la moringa también se conoce como árbol de rábano picante, árbol de baquetas y árbol del rábano, entre otros nombres. La planta ahora también prospera en zonas tropicales de África occidental, Asia, Australia, América del Sur y de Centroamérica.
Según una revisión realizada por un grupo internacional de investigadores que analizó una colección de estudios sobre la moringa, esta planta contiene:
- – Mayor cantidad de vitamina C que las naranjas.
- – Mayor concentración de vitamina A que las zanahorias.
- – Mayor contenido de calcio que la leche.
- – Más potasio que los plátanos.
- – Nueve veces más hierro que las espinacas.
- – Cuatro veces más fibra que la avena.
Su densidad de nutrientes es la razón por la cual a la moringa se le llama “cuerno de la abundancia viviente” en un libro sobre cultivos africanos producido por las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina (NASEM).
Con su alta concentración de betacaroteno (cuatro veces la cantidad de las zanahorias, según NASEM), la moringa es ideal para su uso en programas destinados a acabar con la deficiencia de vitamina A en los países en desarrollo, dijo el grupo.
La moringa también contiene más aminoácidos que la mayoría de las otras plantas. Según la organización Trees for Life, los análisis nutricionales muestran que las hojas de moringa contienen todos los aminoácidos esenciales, lo cual es inusual para una fuente vegetal.
Investigadores en India etiquetaron a la moringa como una «planta maravillosa» después de revisar 10 años de investigación y patentes al respecto. En una revisión de 2021 que investigó la importancia nutricional y el potencial terapéutico de la moringa, se descubrió que la planta podría ser una gran ayuda para la salud y el bienestar de los países en desarrollo.
“Los componentes intrínsecos de la moringa pueden curar a la humanidad de sus enfermedades y contribuir a la salud en general”, escribieron. «Puede conducir a un tremendo desarrollo económico si las industrias y los investigadores explotan su potencial como súper alimento altamente nutritivo y sus aplicaciones terapéuticas, profundizando en sus investigaciones para corroborar los estudios previos».
Potencial para nutrir a los pobres y luchar contra el COVID-19
La organización Trees for Life fue fundada en la década de 1980 para ayudar a los aldeanos indios a plantar árboles frutales. Su fundador y presidente, Balbir Mathur, aprendió de un practicante de la medicina tradicional india, que las hojas de moringa pueden prevenir 300 enfermedades. Después de analizar esta afirmación, el Sr. Mathur concluyó: «Cuanto más estudiamos, más parece que el árbol de Moringa oleifera realmente ofrece maravillas».
La investigación sobre la moringa como una posible solución al problema de la desnutrición comenzó en serio a principios de la década de 2000. Escribiendo en la revista Trees for Life en 2005, Jed W. Fahey, quien tiene un doctorado en ciencias, incluso advirtió en contra de ver a la moringa como una panacea.
“Si bien el entusiasmo reciente parece estar justificado, es fundamental separar la evidencia científica rigurosa de la anécdota”, escribió.
Solo un año después los autores de NASEM, en 2006 afirmaron que «en toda África, la moringa podría incorporarse de inmediato a los programas que luchan contra la miseria de la desnutrición».
También escribieron: “CWS [Church World Service] informa que tres cucharadas de polvo de hoja de moringa (alrededor de 25 gramos) contienen el 300 por ciento del requerimiento diario típico de vitamina A de los niños pequeños, además del 42 por ciento de la proteína, el 125 por ciento del calcio, el 71 por ciento del hierro y el 22 por ciento de la vitamina C”.
El Sr. Mathur escribió en 2008 que la moringa tiene “el potencial de brindar la nutrición necesaria para prevenir y curar enfermedades y salvar poblaciones”. Desde ese momento las investigaciones han demostrado que Mathur tenía buenas razones para ser optimista.
Una revisión de 2020 de las aplicaciones nutricionales y farmacéuticas de la moringa en la medicina asiática tradicional y convencional concluyó que la moringa, además de su valor para combatir la desnutrición, «[puede conferir] un efecto de apoyo contra la enfermedad del COVID-19».
Debido a que es una hierba amarga, las prácticas de la medicina tradicional china respaldan el uso de la moringa «para eliminar el calor y desintoxicar, purgar la infección en la etapa inicial, así como para enfriar la sangre y eliminar rápidamente la estasis sanguínea en las etapas media y tardía», escribieron los investigadores.
Aunque no recomendaron un protocolo específico, los autores escribieron que parecía probable que la moringa pudiera combinarse con la medicina occidental para tratar COVID-19.
Más recientemente, una revisión de 2023 investigó el uso de la moringa en Sudáfrica como un «alimento fortificante» que complementa las dietas de los niños. Al señalar que la desnutrición infantil está aumentando en Sudáfrica, el estudio de la revista Nutrients encontró que, si bien el valor nutricional de la moringa es alto y está fácilmente disponible, no es un alimento popular en ese país. Los autores recomiendan mejorar la apariencia y el sabor de los alimentos fortificados con moringa para mejorar la «aceptabilidad del consumidor».
“Los estudios podrían considerar agregar más de un alimento para enmascarar el color [verde brillante] y mejorar el sabor” de la moringa, escribieron.
“Se deben identificar alimentos complementarios de preparación casera adecuados para incorporar [el polvo de hoja de moringa] entre la población objetivo”.
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