Humberto Ortega, hermano del mandatario nicaragüense Daniel Ortega, y aislado por su gobierno, falleció este lunes a los 77 años.
Humberto Ortega Saavedra, fundador del Ejército Popular Sandinista y hermano menor de Daniel Ortega, quien se encontraba bajo vigilancia policial tras cuestionar la sucesión «dictatorial» de su hermano como jefe de Estado, falleció este lunes de un paro cardíaco según informó el Cuerpo Médico Militar del Ejército de Nicaragua en un comunicado en X.
Detalla que a la 01:55 horas, el hermano del presidente nicaraguense tuvo el paro cardio respiratorio, «y luego de atenderlo con maniobras de resucitación cardiopulmonar no salió de tal condición, declarándose fallecido a las 02:30 am.», en la ciudad de Managua.
Sus hijos confirmaron el fallecimiento a través de un breve comunicado.
«Nosotros los hijos, Elizabeth, David, Amanda, Mariana, Oscar Humberto y nietos comunicamos con profundo dolor el fallecimiento de nuestro amado padre y abuelo, HUMBERTO ORTEGA SAAVEDRA», se lee en un comunicado publicado por Canal 4.
«Expresamos nuestro agradecimiento a todas las personas y amigos que nos han manifestado su solidaridad y oraciones. En estos momentos difíciles, la familia solicita respeto a la privacidad y al luto que estamos viviendo».
Desde mayo pasado, el menor de los Ortega se encontraba bajo prisión domiciliaria y desde junio permaneció en aislamiento en el Hospital Militar, aunque el Hospital afirmó que el exmilitar fue enviado a su casa, según informaron fuentes cercanas al exjefe del ejército nicaragüense, al medio independiente Confidencial.
Antes, el pasado 11 de junio, el hermano menor de Ortega sufrió un infarto cardiaco en su casa, por lo que fue trasladado al Hospital Militar de Managua para ser atendido.
Posteriormente, el pasado 11 de julio «con un cuadro de salud complejo» presentó un «deterioro brusco de su condición con choque cardiogénico y alteración de estado de consciencia que ameritó tratamiento de terapia intensiva para mantener cifras de presión arterial», según el Cuerpo Médico Militar.
«Al consignar su tránsito a otro plano de vida, expresamos nuestra solidaridad con sus hijas, David, Elizabeth, Luisa Amanda, Mariana, Oscar Humberto, sus nietos, y compañeras con quienes compartió distintos momentos de su vida», escribió el gobierno sandinista de Ortega y su esposa Rosario Murillo, según el medio estatal.
«Que descanse en paz el General en retiro Humberto Ortega Saavedra, cuyos lúcidos análisis, propuestas y estrategias insurreccionales son y serán material de estudio de las distintas generaciones».
En una entrevista al medio argentino Infobae, publicada el pasado 19 de mayo, el general retirado que calificó el mandato de su hermano como dictatorial, consideró que no tiene sucesores adecuados de cara al 2026. Incluida su esposa, Rosario Murillo, ni cualquiera de sus hijos, y que ante una eventual ausencia o muerte quedará un gran vacío de poder, por lo que dijo se debe convocar a elecciones.
Diez días después de criticar la sucesión como dictatorial, el mandatario Ortega y la vicepresidenta declararon «traidor a la patria» al general retirado durante un acto oficial transmitido en cadena de televisión, y en presencia de la jefatura del Ejército y la Policía.
Pero no fue la primera vez que Humberto criticó la forma de gobierno que lleva Ortega, desde la crisis tras las elecciones del 2021 en las que el sandinismo a cargo de Daniel Ortega se declaró ganador, Humberto marcó una mayor distancia ante las decisiones de su hermano y su cuñada.
Durante una entrevista con CNN en febrero del 2023, el fundador del Ejército Popular Sandinista, dijo que la liberación de 222 prisioneros políticos nicaragüenses que ocurrió en ese momento se debía a una crisis económica en el país.
«Todos los fondos que él ha logrado tener en los últimos quinquenios (…) se han achicado, y tienen bien comprimida la economía y la macroeconomía. Y lógicamente que la única manera de seguir recibiendo fondos, es a través de resolver los problemas políticos, no hay otra”, añadió Humberto Ortega. «Esta coyuntura tiene su meta en las elecciones de 2026. La coyuntura que ahora hay que resolver es la de las elecciones presidenciales de 2026».
Al ser preguntado cómo se podría planear unas elecciones legítimas con líderes opositores exiliados, más de mil ONGs cerradas y los medios de comunicación censurados, Ortega respondió que en este momento no podría haber elecciones.
«Ni la oposición está preparada para ir a las elecciones, aún y cuando le quitaran esos impedimentos, ni el gobierno en sus negociaciones que considera que tiene que impulsar», señaló en ese momento.
Con información de EFE.
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