El diseñador de juguetes Mark Boudreaux ha fallecido después de que un hospital de Cincinnati lo dejara conectado a un respirador artificial durante más de un año tras diagnosticarle COVID.
«Hemos perdido a Mark esta mañana», dijo su esposa Judy en un mensaje de texto enviado a The Epoch Times el Día de la Madre (14 de mayo).
Mark Boudreaux diseñó algunos de los juguetes más emblemáticos de Estados Unidos, como la querida nave espacial Halcón Milenario de La Guerra de las Galaxias y la barcaza de vela conocida entre los aficionados como Khettana.
Para divertirse, puso su propia cara a los Storm Troopers, a los Endor Rebels e incluso a un conductor de AT-ST de la icónica saga de películas.
Nacido en Cincinnati, también diseñó figuras de acción para Marvel, entre ellas Batman, y juegos basados en las películas Transformers, Cazafantasmas y Parque Jurásico.
Como ya reportó The Epoch Times en artículos anteriores, un largo historial de informes médicos y judiciales relata los 16 meses de lucha por la vida del miembro del Salón de la Fama del Juguete, durante los cuales su abnegada esposa Judy libró su propia batalla galáctica para salvarlo.
Judy pasó de intentar desconectarlo del respirador mecánico al que lo habían sometido según los protocolos del COVID-19 a luchar para que siguiera con él después de que sufriera tantos daños en los pulmones que no podía respirar sin él.
Cuando los médicos declararon que la única forma de que Mark volviera a respirar por sí mismo era con un trasplante de pulmón, ella llamó a docenas de centros de trasplantes de todo Estados Unidos, pero ninguno de ellos quiso siquiera considerar su caso.
«Nadie quiso ayudarnos», declaró a The Epoch Times.
Bethesda North, donde Boudreaux estaba hospitalizado desde el pasado febrero, nunca ha respondido a las repetidas preguntas de The Epoch Times sobre el caso.
Incumplimiento del juramento hipocrático
Su empresa matriz, TriHealth, tampoco ha respondido a las reiteradas preguntas de The Epoch Times.
Tras conocerse la noticia de la muerte de Boudreaux, el Dr. Pierre Kory, médico reconocido en todo el país y que se implicó en el caso de Boudreaux después de la publicación de los artículos de The Epoch Times, dijo que nunca había visto un hospital tan poco dispuesto a ayudar a un paciente.
Según Kory, cuando preparó un tratamiento aprobado por la FDA que ha dado resultados prometedores en pacientes como Mark, el hospital se negó a firmar los formularios para autorizarlo.
«Nadie allí estaba dispuesto a ayudarlo, a hacer nada por él», dijo Kory, «fue básicamente un incumplimiento total del Juramento Hipocrático».
El hospital también solicitó una orden judicial para retirar a Boudreaux la máquina de diálisis a la que estaba sometido después de que sus riñones resultaran dañados por el uso prolongado del respirador.
Los registros judiciales muestran que el hospital argumentó que el testamento vital de Boudreaux indicaba que no quería que su vida se prolongara artificialmente.
El testamento vital de Boudreaux sí dice eso, pero especifica que no quería que su vida se mantuviera a través de un tubo de alimentación artificial, que es lo que se le administró durante toda su hospitalización.
Pero, como Judy señaló a The Epoch Times, el testamento vital de Mark decía que sólo quería que el médico que le atendiera tuviera la potestad de negarle el tratamiento para salvarle la vida si él no podía tomar decisiones sobre su tratamiento médico.
Mientras estaba postrado en la cama y ya no podía hablar, Boudreaux escribió varias veces en un papel: «Quiero vivir».
Su testamento vital también dice que sólo quería acabar con su vida si tenía una «enfermedad incurable o irreversible».
El tratamiento que Kory tenía preparado para Boudreaux es un tipo de terapia que contiene células madre y exosomas —un saco graso que se encuentra dentro de una célula y que tiene propiedades que pueden localizar y y reducir la inflamación y promover la curación.
La terapia con exosomas y células madre ha funcionado lo suficientemente bien como para obtener la aprobación de la FDA como nuevo fármaco en investigación o lo que se conoce como IND.
Kory afirma que tanto él como otros médicos la han utilizado con éxito para tratar a pacientes con COVID y a otros que sufren importantes afecciones pulmonares.
«Empezamos a tratar a algunos pacientes y nuestro primer paciente a los dos días ya mostraba beneficios significativos», dijo Kory.
También dijo que el fármaco es fácil de administrar. Se hace por vía intravenosa y consiste en tres dosis a lo largo de una semana.
Bethesda North rechazó la liberación
El único inconveniente, según Kory, es que la terapia no está cubierta por el seguro y su coste es elevado. Pero eso no fue un problema para los Boudreaux.
El problema, según Kory, es que los médicos que trataban a Mark se negaron a firmar lo que se denomina formulario de Uso por Compasión, necesario para administrar un tratamiento IND.
El Dr. Charles Thurston, un médico jubilado y ahora defensor de los pacientes, que también se involucró en el caso de Boudreaux, dijo a The Epoch Times que cuando encontró un centro de cuidados intensivos a largo plazo en Misuri dispuesto a recibirlo, Bethesda North no quiso firmar la autorización a menos que Judy Boudreaux, tutora legal de Mark, aceptara una serie de condiciones.
Entre ellas estaba la de poner a Mark la vacuna contra el COVID-19, algo a lo que Judy ya había declarado a The Epoch Times que tanto ella como Mark se oponían y por lo que se peleaba constantemente con el hospital.
«Creo que lo único que querían era que muriera», dijo Thurston.
Kory calificó la muerte de Mark de «pura arrogancia» por parte de los médicos que lo trataban.
Los fans despiden a un icono
«Si hubiera tenido un médico de verdad —y cuando digo médico de verdad, me refiero a alguien que pone al paciente como consideración primordial, no las normas, no los protocolos— y decide qué es lo mejor que se puede hacer por él en función de los riesgos y los beneficios, y lo sigue y hace todo lo que puede por el paciente», dijo Kory.
«Pero esos no son los médicos que tenía».
Mark, sin embargo, tenía sus animadores.
Tras conocer su situación, completos desconocidos iniciaron peticiones en Internet pidiendo a Bethesda North que «buscara todas las vías posibles» para salvar a Mark.
Un grupo de colegas de Hasbro, donde Mark trabajó durante más de cuatro décadas, estaban trabajando en una recaudación de fondos para él.
Los fans de Star Wars también le rindieron homenaje en las redes sociales y en diversos medios de aficionados, como Jedi Temple Archives, que tituló la triste noticia: «El fallecimiento de un icono: el diseñador de Star Wars Mark Boudreaux es uno con la Fuerza».
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