El antiguo jefe policial español Antonio González Pacheco, «Billy el Niño», acusado de torturas cometidas en el franquismo y reclamado en Argentina, murió este jueves en un hospital de Madrid infectado del virus del PCCh (comúnmente conocido como nuevo coronavirus), aseguraron a Efe fuentes policiales.
De 73 años, perteneció a la Brigada Político Social (grupo policial de represión) los últimos años de la dictadura española (1939-1975) y estaba denunciado por varios crímenes en 15 querellas presentadas por las víctimas.
Sin embargo, falleció sin llegar a ser investigado judicialmente, pues los jueces se amparaban en la Ley de Amnistía de 1977.
Además, la Audiencia Nacional se opuso a su entrega en el marco de la querella abierta en el país sudamericano por crímenes cometidos durante la Guerra Civil española (1936-1939) y el franquismo.
En abril de 2014, ese tribunal español rechazó extraditarlo porque consideró que habían prescrito los 13 delitos de torturas por los que era reclamado y no podían ser calificados «de lesa humanidad» porque no formaban parte de un «ataque sistemático y organizado a un grupo de población».
El Congreso y el Senado españoles habían acordado en febrero pasado iniciar los trámites para publicar el expediente de concesión de medallas a González Pacheco. Y el Ejecutivo, que dirige el socialista Pedro Sánchez, se había comprometido a retirárselas.
Las reacciones a su muerte no se han hecho esperar y no hay lamento ni recuerdo entre muchos políticos españoles por su fallecimiento. Todo lo contrario. Hay impotencia, rabia e impunidad porque «el torturador» se marcha sin rendir cuentas por nada y con los honores que la democracia le concedió.
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