Roger Corman, también conocido como el «Rey de las B» por producir películas de Hollywood de bajo presupuesto, falleció a los 98 años.
La familia Corman confirmó la noticia de su fallecimiento en un post de Instagram, diciendo que murió el 9 de mayo en su casa de Santa Mónica, California.
«Era generoso, de corazón abierto y amable con todos los que lo conocían. Un padre devoto y desinteresado, fue profundamente amado por sus hijas. Sus películas fueron revolucionarias e iconoclastas, y captaron el espíritu de una época», reza el comunicado.
A lo largo de su carrera de medio siglo, Corman se hizo un nombre como director y productor independiente.
Tras realizar cientos de películas de serie B, o películas producidas de forma rápida y barata, también actuó como mentor de otros miembros de la industria.
El Sr. Corman fue el visionario detrás de películas de terror, ciencia ficción y policíacas, incluyendo clásicos de culto como «Little Shop of Horrors», «Attack of the Crab Monsters» y «Black Scorpion».
«Cuando le preguntaron cómo le gustaría que lo recordaran, dijo: ‘Fui cineasta, sólo eso'», dijo su familia.
Le sobreviven su esposa Julie, productora de cine, y sus hijas Catherine y Mary.
El Rey de las B
Nacido en Detroit, Michigan, en 1926, pero criado en Los Ángeles, Corman estudió ingeniería antes de dedicarse al cine en la década de 1950. Consiguió trabajo en 20th Century Fox como empleado de correos y acabó ascendiendo.
Manteniendo una buena relación con los grandes estudios, el Sr. Corman produjo sus propios proyectos independientes con el estreno de su primer largometraje, «Monster From the Ocean Floor», en 1954.
Su consagración como director llegó con una serie de películas basadas en las obras de Edgar Allan Poe, y durante los 15 años siguientes dirigió casi todas las películas que producía.
Llegó a estrenar al menos ocho películas al año, siendo los cines especializados y los autocines sus únicos reservorios en aquella época. Sus primeras películas se rodaron en unos 10 días por menos de 60 mil dólares cada una.
No fue hasta la década de 1960 cuando las cadenas nacionales aceptaron acoger sus películas al ver un aumento de espectadores entre el público adolescente. Esto se debió a su apertura a la creación de películas sobre terror, sexo y drogas, a las que a menudo daba títulos únicos.
Entre ellas, «La pequeña tienda de los horrores», protagonizada por una planta sedienta de sangre que se daba un festín con los humanos, y «El viaje», una historia explícita sobre el LSD.
A principios de la década de 1970, la carrera de Corman no se limitó a crear clásicos, sino que se convirtió en la fuente de nuevos talentos en Hollywood. Martin Scorsese, Jonathan Demme, Francis Ford Coppola y James Cameron son algunos de los directores de primera fila a los que dio una oportunidad.
También impulsó las carreras interpretativas de otros nombres conocidos, como Robert De Niro, Jack Nicholson, Dennis Hopper y William Shatner.
Corman fundó su propia productora, New World Pictures, que produjo películas como «Mujeres enjauladas» (1971), «Death Race 2000» (1975), «Rock ‘n’ Roll High School» (1979) y «Galaxy of Terror» (1981).
Conservando su filmoteca, vendió New World en 1983, y fue entonces cuando creó una empresa de producción y distribución centrada en el video doméstico, Concorde-New Horizons. No fue hasta la década de 1990 cuando también vendió Concorde y su biblioteca por 100 millones de dólares.
En 2009 ganó un Oscar honorífico y en 2011 fue objeto de un documental, «Corman’s World: Hazañas de un rebelde de Hollywood».
En su intervención en un acto de la Academia en 2016, Corman reflexionó sobre su proceso cinematográfico y por qué creía que los presupuestos ajustados conducían a películas de éxito.
«Mi teoría era la siguiente… cuando estás rodando con un calendario tan apretado, no tienes tiempo para tomar decisiones importantes… solo tienes tiempo para rodar».
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