Una mujer de Inglaterra apuñaló a su marido mientras dormía y luego llamó al número de emergencias para entregarse.
Rebecca Searing, de 52 años, se encontraba el pasado 12 de febrero en su casa en Ryecroft, Harlow en Reino Unido, cuando su esposo Paul Searing, de 57 años llegó a casa aproximadamente a las 11:00 pm después de estar en un bar.
La esposa, quien también había estado bebiendo, lo ayudó a acostarse y antes de las 2:15 am lo apuñaló, probablemente mientras dormía.
Una escalofriante llamada, compartida por la Policía de Essex, muestra a Searing llamando a los paramédicos y diciendo «Acabo de apuñalar a mi marido». Cuando la operadora le pregunta que se lo repita, ella lo reafirma: «Escuchaste, acabo de apuñalar a mi marido».
«Creo que se esta muriendo», dice Searing mientras continúa la llamada.
La mujer incluso pidió que llegará la policía para que la arrestara.
«Tienes que enviar a los agentes aquí ahora, que vengan ahora, que la policía me arreste. Y al servicio de emergencias», agregó Searing.
Rebecca Searing will spend at least 17 years in prison for the murder of her husband Paul in #Harlow.
After stabbing him at their home she called the ambulance service.
This is part of her 999 call.
Read about the case on our website: https://t.co/c2wyNNqa4O pic.twitter.com/0aIATVwbm9
— Essex Police (@EssexPoliceUK) September 7, 2022
Cuando la policía acudió al lugar de los hechos, la mujer admitió que había atacado a su esposo y dijo «no puedo creer que haya hecho esto» y agregó, seguro «caeré por esto», informó la Policía de Essex en un comunicado.
Paul Searing fue trasladado al hospital, pero falleció debido a las heridas provocadas.
La mujer explicó al juez Christopher Morgan, durante su audiencia, que su marido la llamaba «inútil» o «sin valor». Searing incluso dijo «aproveché mi oportunidad», informó Daily Mail.
Sasha Wass QC, que ejerce de atenuante, declaró que la relación de la pareja era «compleja», que «implicaba violencia doméstica de manera regular».
El juez Morgan señaló que el marido de la acusada «no presentaba ninguna amenaza» en ese momento y que «con toda probabilidad estaba dormido».
«En cualquier momento, esas palabras no eran una justificación para lo que usted haría más tarde», agregó.
Searing fue declarada culpable de asesinato tras un juicio de nueve días.
Karen Krokou, la hermana de la víctima señaló en su declaración, que la llamada al 999 de la acusada era «escalofriante», y añadió: «Puede que fuera una buena enfermera, pero eso no la convierte en una buena persona».
Wass señaló que: «Ella lo amaba a pesar de la complejidad de esa relación y todavía lo ama».
El jurado escuchó que Searing había preguntado a un agente mientras estaba detenida: «Me van a caer 25 años por esto, ¿no?».
Searing, miró al frente mientras el juez en el Tribunal de la Corona de Chelmsford, la condenaba a cadena perpetua el 25 de agosto. Y deberá cumplir 17 años antes de que se pueda considerar su libertad condicional.
La detective inspectora Lydia George, que siguió el caso, señaló: «Mis pensamientos están con la familia y los seres queridos en este momento».
«Aunque esto no devuelve a Paul, espero que la sentencia de hoy pueda proporcionar a su familia algo de justicia y puedan empezar a reconstruir sus vidas», dijo según el comunicado de la Policía de Essex.
«Rebecca Searing acabó con la vida de Paul en un momento de extrema violencia. Este caso pone de manifiesto la rapidez con la que los incidentes de violencia doméstica pueden ir a más y la gravedad de sus consecuencias», agregó.
«Rebecca Searing tiene ahora una cantidad significativa de tiempo en prisión para reflexionar sobre sus acciones».
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