Un tribunal de Anchorage, Alaska, condenó el 15 de octubre a una mujer de apellido hispano a 60 años de prisión por asesinato de primer grado después que ella dijo que deliberadamente compró gasolina, los roció mientras dormía y le prendió fuego.
Gina Virgilio, de 32 años, fue sentenciada por asesinar a su prometido Michael Gonzales en 2012, dijo el asistente del Fiscal General, Katholyn Runnels, en un comunicado del departamento Legal del estado de Alaska.
«Representa un delito tan horrible como el que jamás haya tratado», dijo el juez de la Corte Superior de Anchorage, Michael Wolverton, según el fiscal Runnels.
Gina lloró en la mesa de defensa el 4 de octubre y luego explicó al juez que estaba arrepentida y que se odiaba por lo que hizo pero sabe que no puede traer de vuelta a González, informó KTUU. Los procedimientos legales se extendieron hasta el lunes 14 de octubre.
Gina Virgilio sentenced for 2012 arson murder https://t.co/jxdWDytgdo
— Anchorage Police Department (@APDInfo) October 15, 2019
El 8 de junio de 2012, un equipo de bomberos de Anchorage acudió a una llamada de emergencia por un incendio en un departamento y encontró al Sr. Gonzales muerto. El inmueble figuraba arrendado a la pareja Michael Gonzales y Gina Virgilio con un contacto de emergencia a Michelle Virgilio, la madre de Gina.
Inicialmente la acusada dijo a los oficiales de policía que el Sr. Gonzales comenzó el incendio.
“Más tarde, sin embargo, Gina le confesó a su madre que había ido a una estación de servicio y había obtenido gasolina y regresó al departamento donde el Sr. Gonzales estaba dormido en el sofá. Luego, Gina vertió la gasolina sobre y alrededor del sofá”, relató el fiscal Runnels.
“Gina le dijo a su madre que estaba en la puerta principal cuando encendió un papel y lo arrojó al departamento, encendiendose la gasolina”.
“Cuando el Sr. Gonzales se despertó diciendo ‘hay mucho calor’, Gina cerró la puerta del apartamento con el Sr. Gonzales todavía adentro y salió corriendo del lugar”, añadió.
Su cuerpo fue encontrado en la cocina del pequeño departamento, con la causa de la muerte como inhalación de humo y quemaduras, informó Seatle Times.
La madre decidió comunicar la confesión a las autoridades mientras su hija estaba siendo atendida en el Hospital de Providence por unas heridas.
“Después de que fue dada de alta del hospital, los oficiales la volvieron a entrevistar y la arrestaron”, señaló Runnels.
En la corte no se presentó ningún motivo del asesinato. El detective de la policía de Anchorage, Walter Gilmour, solo relató que González, quien trabajaba en la pizzería Moose’s Tooth, soñaba con ser dueño de un estudio de grabación, reportó Seatle Times.
Gina dijo en octubre al tribunal que se había recuperado de la enfermedad mental que padecía y está tratando de mejorar su vida en prisión.
La hermana de la víctima, Trisha González Flecha, le manifestó el impacto que significó el asesinato. «No puedo comenzar a explicar cómo eso arruinó mi vida durante los últimos 2.675 días», según Seatle Times.
«Repetí eso en mi mente una y otra vez, y mi hermanito te decía que hacía calor, y te diste la vuelta y lo dejaste allí. No le diste una oportunidad».
El hermano de Michael González, Austine, dijo según KTUU que estaba aliviado con el veredicto y feliz de haber terminado con la terrible experiencia de siete años.
Gina se declaró culpable de un solo cargo de asesinato en primer grado y con el acuerdo de culpabilidad podía recibir una sentencia de entre 30 y 70 años de la corte.
Ella entró en un acuerdo en abril. Luego recibió una sentencia de 99 años con 39 años suspendidos, junto con 10 años de libertad condicional, informó KTUU.
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