Una mujer de Polonia afisionada a tener como mascota a un gigantesco caracol africano, mostró imágenes de la enorme babosa arrastrándose lentamente por su cuerpo.
Magdalena Dusza y su babosa mascota, a la que llama Misiek, viven en Cracovia.
Ella dijo que había rescatado al caracol africano hace seis años de una tienda de mascotas donde se encontraba en malas condiciones y decidió mantenerlo en su casa, informó Daily Mail. Tiene un estanque de 130 litros de agua a su disposición.
La mujer no manifiesta intenciones de separarse de él ni devolverlo a su propio ambiente silvestre.
“Magdalena y su amiga Misiek no disfrutan más que acurrucarse en el sofá de su casa en Cracovia, Polonia”, destacó el equipo de Cater Clips, al publicar las imágenes.
La mujer les dijo que «había soñado con tener un caracol gigante desde que estaba en la escuela primaria”.
Los caracoles gigantes africanos suelen medir entre 10 y 20 centímetros pero pueden llegar a medir casi 30 centímetros de largo y pesar más de 400 gramos.
The woman whose snail weighs more than a pound https://t.co/YN7mN5E0w6
— Daily Mail Online (@MailOnline) July 29, 2019
“Él come principalmente vegetales y frutas”, declaró Magdalena según un reporte de Daily Mail, destacando que sus favoritos son las batatas y los plátanos, aunque también le encantan las escamas de pescado.
“Los caracoles no tienen un sistema nervioso muy complejo, por lo que no interactuamos en el sentido tradicional como un gato o un perro. Sin embargo, esto no me impide hablar con Misiek todos los días», añadió.
El Caracol gigante africano (Achatina fulica) introducido intencionalmente como recurso alimenticio para consumo humano, se volvió en una plaga agrícola a nivel mundial, según la organización la Unión Mundial de Conservación. Es una de las 100 especies exóticas más dañinas en el mundo al ser introducida fuera de su hogar.
En la Polinesia Francesa eliminaron la plaga con otro caracol, el Caracol lobo, pero este eliminó rápidamente a especies locales endémicas y se transformó el mismo en otra plaga.
En Colombia por ejemplo, según el reporte de Heraldo, después que se detectó su presencia, el Ministerio de Ambiente emitió la resolución 0848 del 23 de mayo de 2008 –que fue luego actualizada en la resolución 654 de 2011– , para prevenir, tratar y manejar el molusco invasor.
El documento aclara que el caracol gigante africano fue introducido de manera premeditada al país, aún cuando desde la década del 60 existía información de alerta sobre los riesgos que constituía la especie. En Brasil, desde finales de la década del 90, han emitido múltiples comunicados sobre los riesgos sanitarios de la especie.
“Pese a las advertencias, fue introducido con fines alimenticios, medicinales y también estéticos (por los beneficios para la belleza que promocionan los productos con baba del caracol), o por el deleite de personas que toman estos moluscos como mascotas”, dice la resolución.
El caracol es “una plaga polífaga que se alimenta de prácticamente todo: material vivo (plantas, líquenes y hongos), materia orgánica en descomposición (plantas, animales y basura), heces, derivados de plantas como el papel y el cartón”, dijo el experto Édgar Linares, del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional, en un estudio de la especie invasora.
En el verano estos caracoles se camuflan entre la vegetación, escombros, vasijas, solares abandonados y en las habitaciones de las casas, pero vuelven a reaparecer cuando regresa el invierno.
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