Un raro caso de infección ocular fue reportado hace pocos días por la revista LiveScience, se trata del hallazgo de gusanos en el ojo de una mujer que estuvo haciendo prácticas de senderismo en los valles de California.
Las actividades físicas en entornos naturales son consideradas saludables y muchas personas se han inclinado por hacer trote o caminata en estos lugares, pero la situación ha sido completamente opuesta para una mujer de 68 años oriunda de Nebraska.
Siempre que comienza el invierno en su ciudad natal la mujer procura viajar a California. Allí se dedica, entre otras actividades, a recorrer el valle interior de un área llamada Carmel Valley. Fue en uno de sus recorridos que encontró algo extraño en uno de sus ojos.
A mitad de una jornada de trote, una fuerte irritación hizo que buscara rápidamente un grifo de agua para lavar su ojo, pero lo que encontró la dejó atónita. Un gusano de aproximadamente 0,5 pulgadas (1,27 cm) quedó anclado en uno de sus dedos y, al mirar más de cerca su ojo, pudo ver como otro gusano se movía en su interior.
La bizarra situación obligó a la mujer a ir lo antes posible a un oftalmólogo, allí le fue retirado otro de estos alargados y poco deseados inquilinos.
Para descubrir qué tipo de gusano se había adherido a los ojos de la sexagenaria mujer, el especialista dejó la muestra en formaldehído y en pocos días descubrió la naturaleza de la extraña infección.
Se trataba de un nemátodo llamado Thelazia Gulosa. La T. Gulosa se transmite por medio de moscas faciales a los ojos de las vacas y se alimenta de secreciones oculares. Este tipo de agente infeccioso solía considerarse exclusivo de animales, pero recientemente se han encontrado algunos casos en humanos.
La mujer dio a conocer sus sospechas sobre cómo pudo haberse contagiado después de ser informada sobre la manera en que se transmite la infección; cuando iba por un sendero se encontró con una nube de moscas, algunas de ellas entraron en su boca y otras se clavaron directamente en sus ojos.
Tras lo sucedido ella escupió los insectos y se limpió la cara, pero algunas moscas pudieron inocular T. Gulosa en el instante que tuvieron contacto con su ojo derecho.
De acuerdo con el informe de LiveScience a la mujer se le recomendó hacer lavados con agua en su ojo de forma rutinaria. La irritación y los gusanos que estaban alojados en su globo ocular desaparecieron tras dos semanas.
Existe otro tipo de parásito que se manifiestan de manera parecida a la T. Gulosa como el gusano Loa Loa. Este gusano también es conocido como gusano del ojo africano y su presencia no solo se da en las zonas oculares, sino que infesta toda la sangre del organismo huésped.
El tratamiento para este agresivo gusano se realiza con antiinflamatorios, antiparasitarios y corticoides. El tratamiento para la T. Gulosa se suele restringir a los lavados con agua o con un antiparasitario llamado Ivermectina.
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