Músicos demandan a la Sinfónica de Carolina del Norte por la polémica del mandato de vacunación COVID

Por Tom Ozimek
01 de septiembre de 2023 6:14 PM Actualizado: 01 de septiembre de 2023 6:14 PM

En un enfrentamiento legal en ciernes, tres músicos han llevado a la Sinfónica del Estado de Carolina del Norte ante un tribunal federal por su mandato de vacunación contra la vacuna COVID-19, acusando a la Sinfónica de violar la libertad religiosa de los músicos al rechazar infundadamente sus solicitudes de exención religiosa.

Los músicos -Chris Caudill, Rachel Niketopoulos y Dovid Friedlander- alegaron en una demanda (pdf) presentada el 31 de agosto ante el Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito Este de Carolina del Norte que la Sinfónica Estatal de Carolina del Norte abusó de su autoridad para «destrozar» sus carreras cuando los despidió por negarse a recibir la vacuna.

En el verano de 2021, la Sinfónica Estatal de Carolina del Norte implantó un mandato de vacunación, exigiendo a todos los músicos que se vacunaran contra la COVID-19.

Alegando sus creencias religiosas sinceras, los tres músicos presentaron solicitudes de exención, expresando su voluntad de cumplir con medidas de seguridad adicionales, incluidas pruebas periódicas.

El Sr. Friedlander es judío y cree que su «cuerpo es un templo» que las vacunas en general profanan, por lo que «evita concienzudamente la medicina y las vacunas en general», según la demanda.

El Sr. Caudill y la Sra. Niketopoulos son budistas y la demanda decía que ninguno de ellos podía tomar ninguna de las vacunas COVID-19 disponibles sin violar su fe budista «porque las vacunas habían sido probadas en animales y se utilizaron líneas celulares de células fetales abortadas en las pruebas / producción de las vacunas.»

Los músicos dicen que no pidieron ningún trato especial ni una exención general.

«Todos estaban preparados, dispuestos y capacitados para tomar medidas razonables para mitigar la propagación de la COVID-19, incluyendo la realización de pruebas periódicas, el enmascaramiento y el distanciamiento físico», dice la demanda.

Los estudios científicos citados en la demanda demuestran que, técnicamente, la Sinfónica podría haber tenido en cuenta sus solicitudes de exención por motivos religiosos y haberles permitido tocar.

Exenciones religiosas denegadas

Los músicos creían que sus peticiones serían atendidas, dado lo que decían que era su compromiso de larga data con la Sinfónica y su público, y su convicción de que la política de adaptación religiosa de la Sinfónica era genuina.

«A pesar de que la política contemplaba específicamente adaptaciones religiosas del mandato de vacunación, la Sinfónica intentó disuadir a los empleados de solicitar exenciones religiosas», escribieron los abogados del trío.

Para asombro de los tres músicos, sus solicitudes de exención religiosa fueron denegadas en primera instancia y, más tarde, la directora general de la Sinfónica, Sandi MacDonald, los puso en excedencia sin sueldo y, en última instancia, los despidió.

En la demanda se afirma que la Sinfónica denegó las exenciones por dos motivos: por falta de información suficiente en los formularios para poder acogerse a una exención religiosa y porque la concesión de las solicitudes supondría una «carga excesiva» para la Sinfónica.

Los abogados del trío dijeron que la primera objeción estaba fuera de lugar.

«Los demandantes explicaron sus creencias religiosas y las objeciones relacionadas con las vacunas COVID-19 con suficiente detalle para establecer que sus objeciones estaban basadas en la religión y eran sinceras», escribieron los abogados en la demanda.

«Pero los demandantes captaron el mensaje: en realidad, los demandados no querían más información. Por el contrario, la Sra. Macdonald estaba poniendo en duda que los demandantes mantuvieran sus convicciones religiosas», dice la demanda.

Cultura de vacunación

Los abogados del trío dijeron que la razón por la que la Symphony denegó las solicitudes de adaptación religiosa no fue porque no hubiera medidas razonables de mitigación -como el enmascaramiento y el distanciamiento físico- disponibles.

Más bien, como la Sra. Macdonald admitió más tarde, quería promover una «cultura» de vacunación en la Sinfónica», dice la demanda.

Tras una primera baja no retribuida con prestaciones sanitarias, fueron despedidos.

Según la denuncia, la abrupta decisión de despedir a los músicos les dejó con devastadoras consecuencias económicas, profesionales y emocionales.

Durante más de quince años, el trío había sido una pieza clave de la Sinfónica, inspirando al público con su música, según la demanda.

Piden una indemnización por daños y perjuicios y que se les restituya en sus puestos de trabajo.

La Sinfónica no respondió de inmediato a la solicitud de comentarios de The Epoch Times.

«Pirueta por motivos políticos»

El caso plantea cuestiones clave sobre el equilibrio entre las medidas de salud pública y las libertades religiosas.

Los demandantes sostienen en la demanda que los agentes gubernamentales (la Sinfónica está afiliada a un organismo estatal) no pueden declarar una «cultura» discriminatoria por motivos de creencias religiosas.

Lo que hace que este caso sea aún más complejo es el motivo aparente de la Sinfónica para levantar su mandato de vacunación contra la COVID-19 en agosto de 2023.

Después de que la Sinfónica despidiera a los tres músicos, canceló el mandato de COVID-19 en lo que, según la demanda, fue una «pirueta motivada» políticamente .

En un correo electrónico citado en la denuncia, la Sra. Macdonald sugirió que la decisión estaba motivada por consideraciones políticas y financieras. La Sinfónica pretendía asegurarse la financiación de la Legislatura de Carolina del Norte y decidió poner fin al mandato para evitar poner en peligro sus relaciones con el órgano legislativo.

«En resumen, la Sinfónica levantó el mandato de vacunación para obtener más dinero de los contribuyentes», reza la demanda.

Ha habido otras demandas interpuestas por antiguos empleados despedidos por negarse a recibir las vacunas COVID-19.

Una de ellas afectaba a siete antiguos empleados de Disney, que afirmaron haber sido despedidos ilegalmente por negarse a recibir las vacunas COVID-19 y no cumplir las políticas de enmascaramiento.

Mientras tanto, abundan los rumores de una nueva ronda de restricciones de la COVID-19 a la luz de la propagación de una nueva variante, que está siendo recibida con un número creciente de llamamientos a negarse abiertamente a obedecer.


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