Uno de los mejores antídotos que conozco contra el uso del teléfono mientras se conduce es la palanca de cambios. Desafortunadamente, cada día menos son los que saben manejar un auto mecánico o estándar, que de por sí, ya están escasos. Ahora he descubierto una buena justificación para no usar el radio del auto. Se trata del escape de un Mustang Bullitt.
Durante mi semana de pruebas en el Ford Mustang Bullitt, poco hice para interferir con el sonido del escape de este auto. Sí, defiendo y hasta he disfrutado conduciendo autos eléctricos, pero el placer de escuchar el “ronroneo” de este motor de 5.0 litros y 480 caballos, llega a ser algo intoxicante. Dejemos a un lado por ahora la “música” de su sistema de escape, y hagamos un poco de historia para entender dónde se origina el Bullitt.
Hace solo unos meses, se cumplieron los primeros 50 años desde que se estrenó la película Bullitt. El popular thriller de 1968 interpretado por Steve McQueen, Robert Vaughn y Jacqueline Bisset, es extremadamente popular entre los fanáticos de Mustang, pues McQueen protagonizó en ella lo que, para muchos, sigue siendo la persecución de autos más emblemática en la historia del cine: una secuencia de 10 minutos, en la que su personaje persigue a dos sicarios en las colinas de San Francisco, al mando de un 1968 Ford Mustang GT fastback verde oscuro.
Ford por tercera vez hace honor a la película, con una generación del Bullitt. Los modelos anteriores fueron 2001 y 2008. En cada ocasión, la edición de Bullitt ha traído pintura verde oscura o negra, y viene con un motor algo más ardiente que el Mustang GT correspondiente del mismo año. Para el Mustang Bullitt 2019, Ford ha entregado todos los beneficios del desempeño regular, más algunos ingredientes especiales que no están disponibles en ningún otro Mustang.
El motor V-8 obtiene 480 caballos de fuerza, unos 20 más que los encontrados en el Mustang GT. Viene solo con una transmisión manual de seis velocidades, colmada con una perilla de bola blanca estilo vintage en la palanca de cambios. El Bullitt tiene la caja de cambios más suave de cualquier auto que he conducido en el último año, y el regalo de un excitante “rev-matching” que adecúa la marcha del motor cuando el automóvil realiza cambios descendentes para suavizar la transición entre marchas.
La combinación de ese motor grande y ruidoso, junto con la caja de cambios suave como la seda, hacen que el conductor se sienta como si estuviera dirigiendo un caballo de carreras brioso y obediente. El manejo es muy similar a la sensación de aceleración: tienes mucho poder controlado por lo que emociona en cada acelerón, y puede llegar a intoxicar si lo llevas cerca de la marca de las 7,000 revoluciones. Es una de esas experiencias que cada día se hacen más distantes.
El Mustang Bullitt ofrece siete modos de conducción: Confort, Normal, Sport, Sport +, Track, Drag Racing y Snow/Ice o nieve/hielo. Además de un modo personalizable denominado My Mode. Naturalmente, la mayor diferencia viene con el modo nieve / hielo, ya que el Bullitt reduce drásticamente el torque disponible del motor. En nuestra prueba, pasamos la mayor parte del tiempo conduciendo en Sport +.
Todo este disfrute trae un precio asociado, y no es bajo. El Mustang Bullitt comienza en $47,590, y puedes gastar hasta $ 52,980 si eliges todas las opciones, que, por cierto, no son muchas.
Solo hay tres opciones en el Bullitt, y una de ellas son los asientos. De serie viene con asientos normales del Mustang GT, tapizados en cuero negro con costuras en contraste verde y ajuste eléctrico de ocho posiciones con soporte lumbar. También están climatizados y ventilados para mayor comodidad.
La alternativa es un juego de asientos deportivos Recaro por $ 1,595. Los más “rellenitos” quizás se sientan algo apretados en estos asientos, pero si planeas llevar a tu Bullitt a la pista de carreras, serían una buena opción. El apoyo lumbar es mínimo y todos los ajustes del asiento son manuales.
El Bullitt ofrece varias opciones de info-entretenimiento. El estéreo básico es el mismo que se encuentra en otros modelos premium de Mustangs. Es el excelente SYNC 3 de Ford, uno de nuestros preferidos con excelente soporte para Android Auto y Apple CarPlay. Opcionalmente, puede elegir un paquete electrónico por $ 2,100 y con un sistema de sonido B&O Play de 12 bocinas con navegación, reproductor de CD y radio digital. Realmente, cualquiera de las opciones de info-entretenimiento es buena, y va a necesitar mucho volumen para escuchar cualquier cosa sobre el delicioso ruido del motor. Como antes comenté, esta ha sido la ocasión en que menos música he escuchado probando un auto.
Cuando preguntas a Ford sobre las diferencias entre este Mustang Bullitt y los otros Mustang actuales, citan algunas estadísticas, pero finalmente todo se resuelve en un solo punto: la clave que ofrece este auto es una experiencia visceral diferente a la que obtienes en otros Mustangs. Cuando bajas la ventanilla y escuchas el “ronroneo” del motor, cuando sientes que la nota de su escape se enrosca en tu tímpano y el del vecino o transeúnte, provocando que las miradas se tornen en tu dirección, cuando miras hacia atrás en un semáforo y ves al conductor del auto que te sigue tomando una foto de tu Bullitt, es cuando sabes que una experiencia tan excepcional, es muy difícil de replicar.
Este auto no es para todos, pero ciertamente, satisfará a los que idolatran al “King of Cool”, Mr. Steve McQueen, porque sin duda, es un auto muy “cool”.
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