«Muy deficiente» es el veredicto de un cardiólogo sobre un estudio revisado por pares y financiado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) que sugiere posibles riesgos de desarrollar miocarditis y pericarditis después de recibir una vacuna COVID-19.
El reciente estudio de la FDA, publicado el 11 de junio de 2022, utilizó bases de datos de seguros médicos para identificar las hospitalizaciones por miocarditis o pericarditis que se produjeron en personas de entre 18 y 64 años, entre 1 y 7 días después de recibir una vacuna de Pfizer o Moderna.
Los autores descubrieron que, aunque solo entre el 12 y el 14 por ciento del grupo estudiado eran personas de 18 a 25 años, entre el 33 y el 42 por ciento de los eventos de miocarditis o pericarditis se produjeron en personas de este grupo de edad, lo que sugiere que este grupo de edad puede estar relacionado con estos eventos adversos de la vacuna.
«Estos resultados no indican una diferencia de riesgo estadísticamente significativa entre ARNm-1273 (la vacuna de Moderna) y BNT162b2 (la vacuna de Pfizer), pero no debe descartarse que pueda existir una diferencia», escribieron los autores en el estudio.
Sin embargo, el cardiólogo Dr. Sanjay Verma dijo a The Epoch Times que el estudio «que utiliza un límite de 7 días para la evaluación clínica» para los eventos de miocarditis o pericarditis después de la vacunación era «muy deficiente».
Verma, que ejerce en el Valle de Coachella, California, ha visto muchos más problemas cardíacos desde que se empezó a usar la vacuna.
«El aumento continuo del riesgo [de miocarditis o pericarditis]» fue encontrado por los informes de los Centros de Enfermedades y Prevención (CDC, por sus siglas en inglés) «incluso a los 21 días después de la vacunación», escribió Verma en un correo electrónico.
Explicando que se han encontrado proteínas espiculares en la circulación sanguínea incluso cuatro meses después de la inyección, «no hay justificación médica para un corte de 7 o 21 días», dijo.
Además, la edición preliminar de un estudio británico dirigido por investigadores de la Universidad de Oxford descubrió «un aumento continuo del riesgo de miocarditis después del refuerzo», que no fue evaluado por el estudio de la FDA.
Verma señaló otros problemas en el estudio, afirmando que no incluye a los jóvenes de 12 a 17 años, «que son el grupo de mayor riesgo».
El mismo informe MMWR de los CDC también encontró que el grupo de 12 a 17 años tiene «una incidencia de 2 a 3 veces mayor en comparación con el grupo de 18 a 29 años», explicó el médico.
Después de la segunda dosis, los varones de 12 a 17 años tenían una incidencia de 22.0 a 35.9 casos de miocarditis o pericarditis por cada 100,000, en comparación con los varones de 18 a 29 años, que tenían una incidencia de 6.5 a 15 casos por cada 100,000, lo que demuestra que los adolescentes tienen un mayor riesgo que los adultos.
Verma también añadió que «el estudio no tiene en cuenta a los que pueden haber muerto antes de la hospitalización», que no estarían «incluidos en la base de datos de reclamaciones del seguro».
No obstante, el cardiólogo señaló una «enorme mejora» en el estudio por utilizar las bases de datos de los seguros médicos en comparación con estudios anteriores de la FDA que se basaban exclusivamente en el Sistema para Reportar Eventos Adversos a las Vacunas (VAERS, por sus siglas en inglés), lo que muy probablemente daría lugar a una menor incidencia de casos.
«En general, los hallazgos del estudio son interesantes, pero las limitaciones mencionadas probablemente produzcan una subestimación significativa del verdadero riesgo de miocarditis o pericarditis tras la vacunación contra COVID».
«La seguridad pública y la farmacovigilancia ética posterior a la comercialización justifican un seguimiento longitudinal activo más sólido para garantizar el consentimiento informado y el asesoramiento adecuado sobre la estratificación del riesgo», concluyó Verma.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.