Peter Navarro, quien se desempeña como asesor del presidente Donald Trump, publicó el jueves un informe, a título privado, sobre la integridad de las elecciones de 2020, concluyendo que las acusaciones sobre irregularidades son lo suficientemente graves como para justificar una investigación urgente y lo suficientemente sustanciales como para anular los resultados.
Los hallazgos del informe (pdf), titulado «The Immaculate Deception» («El Inmaculado Engaño»), respaldan la afirmación de que las elecciones «bien podrían haber sido robadas» al presidente Donald Trump.
«Si estas irregularidades electorales no se investigan a fondo antes del Día de la Inauguración y, por lo tanto, se les permite que permanezcan, esta nación corre el riesgo muy real de no volver a tener unas elecciones presidenciales justas», dijo Navarro en el informe.
En una llamada telefónica con la prensa para explicar sus hallazgos, Navarro dijo que su rol en la elaboración del informe es decir que «el rey, en las elecciones, va desnudo».
Al responder preguntas sobre qué se puede hacer en esta etapa, dado que se han desestimado numerosos recursos legales que presentó la campaña de Trump y dado que el Colegio Electoral ya ha votado, Navarro dijo que “con cada día que pasa se vuelve más complicado” y las «opciones se reducen».
En una entrevista reciente con The Epoch Times, la abogada de Trump, Jenna Ellis, dijo que todavía hay tiempo para que las legislaturas estatales se reúnan en sesiones especiales y autoricen listas alternas de electores.
Si bien Navarro se negó a especificar un remedio propuesto a la luz de sus hallazgos, además de una investigación exhaustiva, el funcionario dijo, “lo último que necesita este país es un Día de Inauguración donde tengamos lo que se percibe como un presidente ilegal e ilegítimo de los Estados Unidos».
Al hacer un llamado urgente para una investigación de las acusaciones, Navarro argumentó que “si, de hecho, sale a la luz evidencia convincente que demuestre que las elecciones fueron realmente robadas después de un hecho consumado de la toma de posesión de Biden, nosotros como país corremos el riesgo muy real que el mismo núcleo de nuestra gran unión estadounidense no se mantenga».
En el informe, Navarro examina seis tipos de irregularidades en los seis estados pendulares de Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin–estados en los que los resultados certificados muestran que el candidato presidencial demócrata Joe Biden tiene una ventaja y donde la votación continúa muy disputada.
Navarro dijo que el patrón de irregularidades en los seis estados sugiere “una estrategia coordinada para, si no robar las elecciones directamente, trucar estratégicamente el proceso electoral de tal manera que ‘llene las urnas’ e incline injustamente el campo de juego a favor de Biden-Harris».
El funcionario sostiene que el peso de la evidencia, el cual proviene de fuentes que incluyen más de 50 demandas y fallos judiciales, miles de declaraciones juradas y manifestaciones, testimonios en una variedad de escenarios, análisis de grupos de expertos, y noticias de la prensa, es “más que suficiente para cambiar el resultado a favor del presidente Trump».
El margen de victoria de Biden en todos los estados pendulares, excepto Michigan, es menor que la cantidad de votos que Navarro considera posiblemente ilegales.
En lugar de una sola «bala de plata» de irregularidad electoral responsable de un resultado desfavorable para Trump, Navarro argumenta que «esto fue un robo por mil cortes en seis dimensiones y seis estados pendulares».
Fraude electoral absoluto
La lista de acciones que Navarro clasifica como fraude electoral absoluto incluye la fabricación a gran escala de boletas falsas, el soborno, junto con las boletas emitidas por votantes muertos o votantes inelegibles como delincuentes y extranjeros ilegales. Otros incluyen boletas contadas varias veces y las emitidas por votantes ilegales de fuera del estado.
Mala gestión de boletas
Otra dimensión importante de las presuntas irregularidades en las elecciones presidenciales de 2020, que Navarro llama un «problema multifacético» que se presentó en cinco de los seis de los estados pendulares, incluye factores como no verificar la credencial de los votantes, abusos en la verificación de coincidencias de firmas, «boletas desnudas» que carecen de un sobre exterior, y registros rotos de cadena de vigilancia.
Faltas de proceso impugnables
La tercera dimensión de las irregularidades electorales incluye abusos con respecto a los observadores y trabajadores electorales, como la denegación de acceso o la falta de acceso significativo, así como las violaciones de la ley estatal en el área sobre las boletas por correo y en ausencia. También incluye la curación ilegal de boletas por parte de los trabajadores electorales y las violaciones en los procedimientos del registro de votantes.
Violaciones de la cláusula de protección igualitaria
La Decimocuarta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos incluye la Cláusula de Protección Igualitaria, que establece que ningún estado puede negar a sus ciudadanos la misma protección ante la ley. Las prácticas cuestionables en este sentido identificadas por Navarro incluyen la aplicación de estándares más altos de certificación y verificación de identidad aplicados a los votantes en persona en comparación con la votación por correo y en ausencia, y diferentes estándares de curación de boletas para diferentes condados.
Irregularidades en las máquinas de votación
Hubo dos grandes tipos de irregularidades en las máquinas de votación que Navarro señaló en el informe: inexactitudes de la máquina de votación a gran escala, así como el cambio de votos de un candidato a otro y aumentos repentinos de votos a favor de un candidato.
Anomalías estadísticas significativas
La última categoría de irregularidades detalladas en el informe de Navarro son las anomalías estadísticas, que incluyen fenómenos como cambios significativos en las tasas de rechazo del voto ausente en comparación con elecciones anteriores y aumentos inusuales de votos.
Al concluir su informe, Navarro argumenta que «la falta de investigación exhaustiva y enérgica» de las irregularidades que ha señalado «indica un fracaso no solo de nuestros principales medios de comunicación anti-Trump y de la censura de las redes sociales, sino también de nuestros poderes legislativo y judicial».
Desde el día de las elecciones, Trump y grupos de terceros han presentado impugnaciones legales sobre el resultado de las elecciones en los seis estados pendulares. Ninguno de los esfuerzos ha dado frutos hasta ahora, incluida una demanda ante la Corte Suprema interestatal presentada por Texas y respaldada por 19 fiscales generales republicanos.
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