El gobernador de Nebraska, Pete Ricketts, anunció que el estado enviará policías a la frontera entre Estados Unidos y México para ayudar a las fuerzas policiales, después de que los gobernadores de Arizona y Texas enviaran una solicitud de ayuda a otros estados debido a una ola de personas que cruzan la frontera ilegalmente.
Ricketts parece ser el segundo gobernador en ofrecer ayuda, después de que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció que desplegaría policías estatales y otras fuerzas policiales de su estado a la frontera.
«Nebraska está dando un paso adelante para ayudar a Texas a responder a la actual crisis en su frontera con México», dijo Ricketts, un republicano, en un comunicado el sábado. «Las desastrosas políticas de la Administración Biden-Harris crearon una crisis migratoria en la frontera. Mientras que el gobierno federal se ha quedado corto en su respuesta, Nebraska se complace en dar un paso adelante para proporcionar asistencia a Texas mientras trabajan para proteger sus comunidades y mantener a la gente segura».
Alrededor de 25 policías estatales de Nebraska se dirigirán a Del Río, Texas, para ayudar al Departamento de Seguridad Pública de Texas a proporcionar apoyo a los oficiales. El sector de la Patrulla Fronteriza de Del Río ha visto en los últimos meses un aumento significativo de extranjeros ilegales que suelen intentar cruzar el Río Grande, el río que sirve de frontera natural entre Estados Unidos y México.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, y el de Arizona, Doug Ducey, ambos republicanos, enviaron a principios de este mes una solicitud de ayuda para la frontera a otros 48 estados.
No solo citaron las multitudes de personas que cruzan sus fronteras, sino que también señalaron los contrabandistas de drogas y los extranjeros ilegales con antecedentes penales que están llegando.
«Dado el asombroso número de infracciones que se producen ahora en Texas y Arizona, se necesita personal adicional de cualquier estado que pueda prescindir de él. Con su ayuda, podemos detener a más de estos autores de delitos estatales y federales, antes de que puedan causar problemas en su estado», escribieron los gobernadores en la carta.
Los dos gobernadores dijeron que los funcionarios de fuera del estado tendrán una capacidad policial más importante que los policías normales o los miembros de la Guardia Nacional que se han desplegado periódicamente a lo largo de la frontera.
Normalmente, solo los agentes federales de la Patrulla Fronteriza o de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) pueden detener a personas por delitos de inmigración. Para eludir esto, Abbott y Ducey dijeron que declararon un desastre y una emergencia, respectivamente, para permitir que la policía estatal realice detenciones en sus estados.
Ricketts dijo que los policías serán enviados a Del Río a finales de este mes y no estarán allí por más de 16 días.
DeSantis por su parte, autorizó el despliegue de oficiales de policía de varias oficinas del alguacil, de Conservación de la Pesca y la Vida Silvestre de Florida y de la Patrulla de Carreteras de Florida a los dos estados. Los alguaciles de los condados de Escambia, Santa Rosa, Okaloosa, Walton, Lee, Bay y Brevard se unieron a DeSantis en la conferencia de prensa de la semana pasada.
“Estamos aquí hoy porque tenemos problemas en Florida que no son propios de Florida y con los que nos hemos visto obligados a lidiar a lo largo de muchos años, pero particularmente durante los últimos seis meses, debido al fracaso de la Administración Biden en asegurar nuestra frontera sur”, dijo DeSantis el 16 de junio. “Y, de hecho, hacer algo realmente constructivo sobre lo que está sucediendo en la frontera sur”.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) para solicitarle comentarios.
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